History is made at night [Priv. Zoe]
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History is made at night [Priv. Zoe]
-¿Que nunca crecerás?- Así estaba desde la mañana bueno así ha estado desde que Liesel...se fue, pero ya es el colmo no puedo soportar mas de sus tratos mama dice que me quede callado pero no puedo.
-Ojala y lo haga pronto así me largo de aquí.- No pude esconder esa sonrisa de satisfacción por por fin decir algo de lo que pensaba *Wao, se siente increíble* De mala suerte la sensación de alegría fue solo momentánea, tomo un solo parpadeo mio para sentir ese fuerte dolor en la mandíbula y verme en el suelo goteando sangre del labio ¿Fue tan rápido? Mama lloraba y yo solo podía escuchar los gritos de papa ¿Que quería de mi? Se que sigue pensando que quien debió morir debí haber sido yo pero yo...*Vete a tu cuarto cariño.* Papa ya no estaba, se había ido. Seguramente a uno de los bares cercanos y no volvería hasta mañana, mama y yo no tenemos muchas ganas de hablar de toda esta situación es mas bien algo con lo que debemos acostumbrarnos ya que no cambiara, al menos a mama nunca le a puesto un dedo encima, hice caso a mama y me fui a mi cuarto al entrar cerré la puerta con llave y luego busque algo rápido para parar el sangrado si algo bueno era tener mi mandíbula era que me hacia mas resistente a los golpes pero aun así no dejaba de doler. Mire hacia mi ventana seguramente la noche caería dentro de una hora y media, aun así el sol se miraba hermoso y atrajo mi atención, tanto que saque medio cuerpo de la ventana para verlo, de la nada escuche algo *Joe...* Mi mirada se dirijo abajo mis amigos me hicieron señas de que bajara y ni por un segundo lo dude, que bueno que mi habitación estaba en un segundo nivel ya que era fácil saltarme.
-¿Que paso?- Dije con una sonrisa aunque ellos parecían un poco preocupados por mi labio que aun se encontraba un poco golpeado, como lo esperaba me preguntaron ¿Que había pasado? Yo no dije nada acerca de mi padre, nunca lo he dicho y no creo que pueda decírselo a alguien...La escusa fue que me había golpeado cuando arreglaba uno de mis armarios, en la historia yo estaba reparando mi enorme armario y este me caí encima golpeándome la boca, no soy bueno para mentir pero ellos no hicieron mas preguntas, parte de mi siente que saben lo que pasa pero tampoco quieren meterse en mi vida *Buenos amigos* Los acompañe ya que la cosa estaba muy buena, hoy iríamos a los bosques pero no a la misma zona a donde nos divertíamos siempre sino que entraríamos a los limites de nuevo, usualmente los agentes de la paz se mantienen cuidado el área pero el ala oeste no esta del todo cubierta y esto es debido a que el vasallaje se acerca y como el seis es nuestro vecino deben viajar para brindar su ayuda. Quería ver el imponente lago que estaba en los adentros del bosque tal vez he mejorado mi nado esta vez, mis amigos al parecer se les ocurrió invitar a algunas de las chicas que estudiaban con nosotros, bueno solían estudiar conmigo *Deberían de estar aquí...* Estábamos bajo el conocido corazón del bosque, básicamente era un árbol enorme, el mas enorme que he visto por el bosque por eso mis amigos y yo le apodamos así, escuchamos a alguien venir y todos nos tiramos atrás de los arbustos Reim callo encima mía y justamente había rozado mi labio golpeado.
-¡OUCH...!- Me golpeo con su bota, se suponía que debía de hacer silencio ya que desde aquí empezaba uno de los limites, estábamos nerviosos sabíamos que si nos encontraban aquí eso significaría ser azotados, de repente los arbustos en donde nos escondíamos comenzaban a moverse, cerré los ojos y pensé *Mierda, nos encontraron.*De la nada unas manos salieron y comenzaron a jalarnos el pelo Reim y a mi, a los pocos minutos que nos soltaron decidimos salir y notar que Gianna era la que estaba atrás de todo esto *Gracias por la ayuda amigos y tu Gianna debiste haber llegado antes.* No podía culpar a los demás solo hicieron lo que debían, ademas nos hemos prometido entre nosotros que si uno se mete en problemas no involucrara a los demás y punto, no veía a Gianna desde hace como un mes y medio, siempre estoy tan metido en eso del trabajo que pocas veces tengo tiempo de salir a la "superficie."
-Ya hasta había olvidado como eras...- Solté *¡Vaya! ¿Acaso no se decir, Hola como estas?* Deje de fijar mi mirada en ella y vi que le acompañaban otras dos chicas, conocía a la morena pero no a la otra rubia, tenia un leve parecido a Gianna ahora que las veía juntas a las dos pero nahh seguro es solo mi imaginación, no recuerdo si Gianna nos contó que tenia hermana bueno si la tuviera ¿Debería vivir aquí no? y por ende yo debía conocerla. Deje mis pensamientos y solo salude como era debido, levantando la mano y asintiendo mientras Reim les explicaba el maravilloso plan de "Ir y venir"
-NO te hagas el muy listo y vamos ya.- Después de que dije eso mis otros amigos se unieron al coro, Reim quería ser el líder pero aveces era sumamente aburrido ¿Que hay de eso de no pensar y hacerlo? De repente escuche un sonido, voltee a ver y desde lejos se escuchaban unas voces.
-¿Esperamos a alguien mas?- Dije y en ese momento sentí como todos fijaron sus miradas a donde yo veía y tan pronto lo hicieron comenzaron a correr, yo como me quede contemplando el no se que, respondí hasta que alguien me jalo del brazo, escuche la voz de alguien solo que no distinguí muy bien de quien, era un medio susurro seguro para que no nos escucharan *separense* Corrí hacia una dirección de la izquierda no se porque estaba sonriendo pero hace ya bastante que no vivía una adrenalina así, me encantaba esto de que había una posibilidad de que te atraparan haciendo algo malo pero eso si cuando llegara el castigo dejaría de ser tan gracioso, no sabia que dirección tomar por eso cuando divise una cabellera larga y rubia tuve que seguirle, me costo un poco llevarle el paso pero al final quede a su lado y para mi sorpresa era la chica a la cual no tenia idea de quien era.
-Hay un claro adelante y despues esta el lago, nos quedaremos en el claro un rato.- Ya habíamos echo suficiente carrera, me refiero a casi diez minutos corriendo, quien sabe a donde fue a parar cada quien pero lo bueno es que habíamos fijado el punto de encuentro si una situación sucedía esto, solo teníamos que meternos al agua, nadar, aguantar la respiracion por tres minutos, llegar a una de las cuevas subterráneas y luego llegar a uno de los nidos de los topos, salir de ahí y una vez afuera estarías a unos cinco metros del lugar de trabajo, sonaba bastante fácil pero eso de no saber nadar muy bien me asusta y me dice que terminare regresando a casa hasta mañana cuando los agentes hagan el cambio de turnos y no haya nadie por ahí. Al fin llegamos al claro, me recosté en uno de los arboles y respire con fuerza.
-Eso estuvo cerca...Pero fue divertido.- Solté unas risas y luego la voltee a ver creo que ambos necesitábamos un respiro y llegar cuanto antes al lago antes de que la luz del día se extinguiera, y creo que a juzgar de como se ven las nubes ya tenemos poco tiempo.
-Soy Joeseph pero me dicen Joe, creo que no es tan buen momento para presentarse ¿he?- Pero no podía soportar ese tal vez se quien eres, necesito saber si la conozco de antes o no.
-Ojala y lo haga pronto así me largo de aquí.- No pude esconder esa sonrisa de satisfacción por por fin decir algo de lo que pensaba *Wao, se siente increíble* De mala suerte la sensación de alegría fue solo momentánea, tomo un solo parpadeo mio para sentir ese fuerte dolor en la mandíbula y verme en el suelo goteando sangre del labio ¿Fue tan rápido? Mama lloraba y yo solo podía escuchar los gritos de papa ¿Que quería de mi? Se que sigue pensando que quien debió morir debí haber sido yo pero yo...*Vete a tu cuarto cariño.* Papa ya no estaba, se había ido. Seguramente a uno de los bares cercanos y no volvería hasta mañana, mama y yo no tenemos muchas ganas de hablar de toda esta situación es mas bien algo con lo que debemos acostumbrarnos ya que no cambiara, al menos a mama nunca le a puesto un dedo encima, hice caso a mama y me fui a mi cuarto al entrar cerré la puerta con llave y luego busque algo rápido para parar el sangrado si algo bueno era tener mi mandíbula era que me hacia mas resistente a los golpes pero aun así no dejaba de doler. Mire hacia mi ventana seguramente la noche caería dentro de una hora y media, aun así el sol se miraba hermoso y atrajo mi atención, tanto que saque medio cuerpo de la ventana para verlo, de la nada escuche algo *Joe...* Mi mirada se dirijo abajo mis amigos me hicieron señas de que bajara y ni por un segundo lo dude, que bueno que mi habitación estaba en un segundo nivel ya que era fácil saltarme.
-¿Que paso?- Dije con una sonrisa aunque ellos parecían un poco preocupados por mi labio que aun se encontraba un poco golpeado, como lo esperaba me preguntaron ¿Que había pasado? Yo no dije nada acerca de mi padre, nunca lo he dicho y no creo que pueda decírselo a alguien...La escusa fue que me había golpeado cuando arreglaba uno de mis armarios, en la historia yo estaba reparando mi enorme armario y este me caí encima golpeándome la boca, no soy bueno para mentir pero ellos no hicieron mas preguntas, parte de mi siente que saben lo que pasa pero tampoco quieren meterse en mi vida *Buenos amigos* Los acompañe ya que la cosa estaba muy buena, hoy iríamos a los bosques pero no a la misma zona a donde nos divertíamos siempre sino que entraríamos a los limites de nuevo, usualmente los agentes de la paz se mantienen cuidado el área pero el ala oeste no esta del todo cubierta y esto es debido a que el vasallaje se acerca y como el seis es nuestro vecino deben viajar para brindar su ayuda. Quería ver el imponente lago que estaba en los adentros del bosque tal vez he mejorado mi nado esta vez, mis amigos al parecer se les ocurrió invitar a algunas de las chicas que estudiaban con nosotros, bueno solían estudiar conmigo *Deberían de estar aquí...* Estábamos bajo el conocido corazón del bosque, básicamente era un árbol enorme, el mas enorme que he visto por el bosque por eso mis amigos y yo le apodamos así, escuchamos a alguien venir y todos nos tiramos atrás de los arbustos Reim callo encima mía y justamente había rozado mi labio golpeado.
-¡OUCH...!- Me golpeo con su bota, se suponía que debía de hacer silencio ya que desde aquí empezaba uno de los limites, estábamos nerviosos sabíamos que si nos encontraban aquí eso significaría ser azotados, de repente los arbustos en donde nos escondíamos comenzaban a moverse, cerré los ojos y pensé *Mierda, nos encontraron.*De la nada unas manos salieron y comenzaron a jalarnos el pelo Reim y a mi, a los pocos minutos que nos soltaron decidimos salir y notar que Gianna era la que estaba atrás de todo esto *Gracias por la ayuda amigos y tu Gianna debiste haber llegado antes.* No podía culpar a los demás solo hicieron lo que debían, ademas nos hemos prometido entre nosotros que si uno se mete en problemas no involucrara a los demás y punto, no veía a Gianna desde hace como un mes y medio, siempre estoy tan metido en eso del trabajo que pocas veces tengo tiempo de salir a la "superficie."
-Ya hasta había olvidado como eras...- Solté *¡Vaya! ¿Acaso no se decir, Hola como estas?* Deje de fijar mi mirada en ella y vi que le acompañaban otras dos chicas, conocía a la morena pero no a la otra rubia, tenia un leve parecido a Gianna ahora que las veía juntas a las dos pero nahh seguro es solo mi imaginación, no recuerdo si Gianna nos contó que tenia hermana bueno si la tuviera ¿Debería vivir aquí no? y por ende yo debía conocerla. Deje mis pensamientos y solo salude como era debido, levantando la mano y asintiendo mientras Reim les explicaba el maravilloso plan de "Ir y venir"
-NO te hagas el muy listo y vamos ya.- Después de que dije eso mis otros amigos se unieron al coro, Reim quería ser el líder pero aveces era sumamente aburrido ¿Que hay de eso de no pensar y hacerlo? De repente escuche un sonido, voltee a ver y desde lejos se escuchaban unas voces.
-¿Esperamos a alguien mas?- Dije y en ese momento sentí como todos fijaron sus miradas a donde yo veía y tan pronto lo hicieron comenzaron a correr, yo como me quede contemplando el no se que, respondí hasta que alguien me jalo del brazo, escuche la voz de alguien solo que no distinguí muy bien de quien, era un medio susurro seguro para que no nos escucharan *separense* Corrí hacia una dirección de la izquierda no se porque estaba sonriendo pero hace ya bastante que no vivía una adrenalina así, me encantaba esto de que había una posibilidad de que te atraparan haciendo algo malo pero eso si cuando llegara el castigo dejaría de ser tan gracioso, no sabia que dirección tomar por eso cuando divise una cabellera larga y rubia tuve que seguirle, me costo un poco llevarle el paso pero al final quede a su lado y para mi sorpresa era la chica a la cual no tenia idea de quien era.
-Hay un claro adelante y despues esta el lago, nos quedaremos en el claro un rato.- Ya habíamos echo suficiente carrera, me refiero a casi diez minutos corriendo, quien sabe a donde fue a parar cada quien pero lo bueno es que habíamos fijado el punto de encuentro si una situación sucedía esto, solo teníamos que meternos al agua, nadar, aguantar la respiracion por tres minutos, llegar a una de las cuevas subterráneas y luego llegar a uno de los nidos de los topos, salir de ahí y una vez afuera estarías a unos cinco metros del lugar de trabajo, sonaba bastante fácil pero eso de no saber nadar muy bien me asusta y me dice que terminare regresando a casa hasta mañana cuando los agentes hagan el cambio de turnos y no haya nadie por ahí. Al fin llegamos al claro, me recosté en uno de los arboles y respire con fuerza.
-Eso estuvo cerca...Pero fue divertido.- Solté unas risas y luego la voltee a ver creo que ambos necesitábamos un respiro y llegar cuanto antes al lago antes de que la luz del día se extinguiera, y creo que a juzgar de como se ven las nubes ya tenemos poco tiempo.
-Soy Joeseph pero me dicen Joe, creo que no es tan buen momento para presentarse ¿he?- Pero no podía soportar ese tal vez se quien eres, necesito saber si la conozco de antes o no.
Joseph M. Welch- Tributo
- Vida :
Alimentación :
Hidratación :
Salud :
Ideología : Neutral
Mensajes : 60
Re: History is made at night [Priv. Zoe]
Por lo general no soy el tipo de persona que se anda levantando tan temprano para asistir a determinados lugares, pero hoy era un día diferente. Me desperté a una hora considerable para poder asearme y tener una imagen presentable. El ansiado día había llegado, ya que hoy podría viajar al distrito 7 para visitar a papá y a Gia. Estaba emocionada y mi sonrisa me delataba pues tenía casi un mes sin verles ya que en el trabajo no podía darme el lujo de faltar.
El viaje sinceramente no lo sentí tan pesado debido a que me quedé dormida en gran parte del camino. Apenas llegué al 7, salí corriendo del tren. Tenía prisa y a la vez ansias de volver a estar en casa. Tras la separación, papá y Gia permanecieron en la misma casa donde convivíamos con Miriam. Cuando era niña, compartía la habitación con mis hermanas pero ahora todo el espacio le pertenecía a mi gemela. Fue extraño perder todo eso de un momento a otro…
– ¡LINDSY! – ese fue el efusivo recibimiento que tuve apenas y se abrió la puerta de la casa. No sé cómo Gianna supo que era yo, pero eso no me detuvo para saludarla de la misma forma mientras le abrazaba de regreso. Entré en la casa, saludé a mi padre y estuve con ellos durante algunas horas antes de que papá se fuera a trabajar (o al menos eso fue lo que él dijo). Gia me pidió que le acompañara a dar unas vueltas en el distrito. No me negué ya que quería ver que cambios había tenido el lugar en este último mes. Mientras caminábamos, empezó a contarme que tenía planes para la tarde – Zoe, ¿recuerdas el lago del que nos habló Miriam? – me dolió un poco que la mencionara, pero este al menos era un recuerdo agradable – Claro que lo recuerdo, ¿por qué lo preguntas? – Gia simplemente respondió que ahí era a donde iríamos una vez que nos reuniéramos con una vieja conocida.
Seguimos dando algunas vueltas antes de que fuese la hora acordada, más la conocida en cuestión tardó otro poco más en llegar. Ya una vez que estuvimos reunidas, mi gemela se colocó delante de nosotras para hablar – Bien señoritas, andando. Seguramente los caballeros estarán esperando – elevé una ceja cuando escuché que Gianna decía eso. No me había dicho que alguien estaría esperando y por ello mismo me empecé a reír un poco –¿Qué otras cosas escondes, Gia? – le pregunté. Ella todo lo que hizo fue poner los ojos en blanco.
Caminamos en dirección a los bosques más bellos del distrito. Sin embargo, Gianna no nos llevaba hacia la zona que usualmente concurríamos sino que ésta era una región más apartada. Nos dijo que tuviéramos cuidado y que a la primera vista que tuviéramos de un agente de la paz nos echáramos a correr. Entramos calladas, nada más escuchando el ruido de nuestros pies al pisar una de las tantas hojas que caían de los árboles. Mi gemela iba por delante de nosotras y con mucha cautela revisaba que a los costados no estuviese pasando nada.
A lo lejos, comenzaron a escucharse otros pasos y mi hermana nos indicó con un gesto que nos detuviéramos . Se asomó un poco de donde nos encontrábamos y comenzó a sonreír maliciosamente – Chicas, ¿listas para asustar a un par de críos? – nos dijo y sinceramente por esta vez no entendí a que se refería. Comenzó a mover algunos de los arbustos y nada más escuché otras pisadas y un golpe seco, como si alguien cayera sobre el suelo. Seguí por detrás a mi hermana cuando ésta se acercaba a uno de los arbustos y de la nada… ¡Bam! Parecía que había pescado el cabello de dos personas con las manos y tiraba un poco de ellos mientras reía – ¡Vaya cara que tienen! ¿Quién creían que era? – preguntó con su humor característico para luego dejar tranquilos a los chicos.
Uno de ellos hizo un comentario a mi hermana y Gianna siguió sonriendo – ¿Quieres otro tirón de cabello, Joe? Tal vez así se te refresque la memoria… por cierto, ¿dónde te habías metido? Las únicas noticias que recibía de ti eran por parte de los chicos – miré al susodicho Joe e incliné un poco la cabeza. Hmm, ¿acaso él no iba con nosotros al colegio? Me era vagamente familiar…
En breves palabras nos explicaron que es lo que haríamos hoy y nuevamente arqueé una ceja. Si íbamos a nadar ya tendría que pedirle algo de ropa limpia a Gia antes de tomar el tren de regreso al distrito 6. Prometí a mamá llegar temprano, pero dudo que siquiera se dé cuenta de si llegué o no a casa. Reí cuando las demás personas del grupo coreaban que querían comenzar a encaminarse hacia el lugar prometido. Yo también quería verlo y saber si de verdad era tan bonito como Miriam nos lo describía. Su promesa siempre fue ”Cuando sean mayores, yo las llevaré ahí y nadaremos mucho, mucho tiempo”. Nunca se hizo realidad, pero con el paso de los años Gia y yo logramos venir en un par de ocasiones.
Unas voces comenzaron a resonar en el lugar e intenté adivinar de que dirección provenían. Sin embargo, parecía que no eran nada familiares para todo el grupo. Nos miramos entre nosotros y apenas en un parpadeo algunos comenzaron a correr. Estaba confundida, pero el ver la sonrisa de Gia me animó a hacer lo mismo – ¡Corre Zuu! – no supe hacia donde, pero me fui hacia la dirección que me pareció más viable. Escuché algunas risas a lo lejos y yo también hice lo mismo. Sé que si un agente de la paz me atrapa, aquí acabará mi vida pues este ya no era mi distrito hogar después de todo. El estar riendo provocaba que poco a poco me costase más tomar aire para seguir adquiriendo fuerzas para mover las piernas.
Alguien estaba cerca de mí, ¿y si era un agente de la paz? Tuve que voltear, pero ahí divisé al chico al que mi gemela le había jalado el cabello. Sonreí al verle, al menos alguien ya podría guiarme hacia el punto de reunión del que habían hablado antes. Aminoré un poco el paso y continuamos corriendo – ¡Entendido! – dije cuando me comentó hacia donde pararíamos un rato.
No sé cuanto tiempo estuvimos corriendo, pero apenas y mis energías se drenaron me recargué sobre el tronco de uno de los tantos árboles que nos rodeaban. Empecé a tomar aire y volví a reír un poco – Ni en el trabajo me hacen correr así – a menos que fuese una de esas tantas entregas urgentes que luego me toca llevar a mi – Bastante divertido. Creo que estaremos a salvo por un buen rato – admití entre risas.
Miré al chico mientras recargaba mis manos en mis rodillas. Espero que mañana no amanecer con dolor o algún calambre en ellas por el esfuerzo repentino. Sonreí cuando se presentó en esta situación tan inesperada – Uno nunca sabe en que momento puede conocer a otros y las presentaciones improvisadas son buenas – tal vez él no supiera que Gia era mi gemela. No lo culpaba, pese a ser mellizas, teníamos características completamente diferentes. Lo único que teníamos similar era parte de la personalidad y uno que otro rasgo – Soy Zoe, hermana de Gia – también me presenté y después dirigí la mirada hacia el claro que estaba a unos cuantos metros de distancia.
– Después de tanto correr creo que ahora si ando con los ánimos para meterme a nadar – comenté, dando unos pasos para ver más de cerca aquél cuerpo de agua. Me di media vuelta y empecé a caminar de espaldas mientras veía al chico nuevamente – Dime rara o lo que quieras, pero… ¿no te había visto con anterioridad? – la interrogante aún seguía en mi mente, y para aclarar dudas pensé que lo mejor sería preguntarle directamente.
El viaje sinceramente no lo sentí tan pesado debido a que me quedé dormida en gran parte del camino. Apenas llegué al 7, salí corriendo del tren. Tenía prisa y a la vez ansias de volver a estar en casa. Tras la separación, papá y Gia permanecieron en la misma casa donde convivíamos con Miriam. Cuando era niña, compartía la habitación con mis hermanas pero ahora todo el espacio le pertenecía a mi gemela. Fue extraño perder todo eso de un momento a otro…
– ¡LINDSY! – ese fue el efusivo recibimiento que tuve apenas y se abrió la puerta de la casa. No sé cómo Gianna supo que era yo, pero eso no me detuvo para saludarla de la misma forma mientras le abrazaba de regreso. Entré en la casa, saludé a mi padre y estuve con ellos durante algunas horas antes de que papá se fuera a trabajar (o al menos eso fue lo que él dijo). Gia me pidió que le acompañara a dar unas vueltas en el distrito. No me negué ya que quería ver que cambios había tenido el lugar en este último mes. Mientras caminábamos, empezó a contarme que tenía planes para la tarde – Zoe, ¿recuerdas el lago del que nos habló Miriam? – me dolió un poco que la mencionara, pero este al menos era un recuerdo agradable – Claro que lo recuerdo, ¿por qué lo preguntas? – Gia simplemente respondió que ahí era a donde iríamos una vez que nos reuniéramos con una vieja conocida.
Seguimos dando algunas vueltas antes de que fuese la hora acordada, más la conocida en cuestión tardó otro poco más en llegar. Ya una vez que estuvimos reunidas, mi gemela se colocó delante de nosotras para hablar – Bien señoritas, andando. Seguramente los caballeros estarán esperando – elevé una ceja cuando escuché que Gianna decía eso. No me había dicho que alguien estaría esperando y por ello mismo me empecé a reír un poco –¿Qué otras cosas escondes, Gia? – le pregunté. Ella todo lo que hizo fue poner los ojos en blanco.
Caminamos en dirección a los bosques más bellos del distrito. Sin embargo, Gianna no nos llevaba hacia la zona que usualmente concurríamos sino que ésta era una región más apartada. Nos dijo que tuviéramos cuidado y que a la primera vista que tuviéramos de un agente de la paz nos echáramos a correr. Entramos calladas, nada más escuchando el ruido de nuestros pies al pisar una de las tantas hojas que caían de los árboles. Mi gemela iba por delante de nosotras y con mucha cautela revisaba que a los costados no estuviese pasando nada.
A lo lejos, comenzaron a escucharse otros pasos y mi hermana nos indicó con un gesto que nos detuviéramos . Se asomó un poco de donde nos encontrábamos y comenzó a sonreír maliciosamente – Chicas, ¿listas para asustar a un par de críos? – nos dijo y sinceramente por esta vez no entendí a que se refería. Comenzó a mover algunos de los arbustos y nada más escuché otras pisadas y un golpe seco, como si alguien cayera sobre el suelo. Seguí por detrás a mi hermana cuando ésta se acercaba a uno de los arbustos y de la nada… ¡Bam! Parecía que había pescado el cabello de dos personas con las manos y tiraba un poco de ellos mientras reía – ¡Vaya cara que tienen! ¿Quién creían que era? – preguntó con su humor característico para luego dejar tranquilos a los chicos.
Uno de ellos hizo un comentario a mi hermana y Gianna siguió sonriendo – ¿Quieres otro tirón de cabello, Joe? Tal vez así se te refresque la memoria… por cierto, ¿dónde te habías metido? Las únicas noticias que recibía de ti eran por parte de los chicos – miré al susodicho Joe e incliné un poco la cabeza. Hmm, ¿acaso él no iba con nosotros al colegio? Me era vagamente familiar…
En breves palabras nos explicaron que es lo que haríamos hoy y nuevamente arqueé una ceja. Si íbamos a nadar ya tendría que pedirle algo de ropa limpia a Gia antes de tomar el tren de regreso al distrito 6. Prometí a mamá llegar temprano, pero dudo que siquiera se dé cuenta de si llegué o no a casa. Reí cuando las demás personas del grupo coreaban que querían comenzar a encaminarse hacia el lugar prometido. Yo también quería verlo y saber si de verdad era tan bonito como Miriam nos lo describía. Su promesa siempre fue ”Cuando sean mayores, yo las llevaré ahí y nadaremos mucho, mucho tiempo”. Nunca se hizo realidad, pero con el paso de los años Gia y yo logramos venir en un par de ocasiones.
Unas voces comenzaron a resonar en el lugar e intenté adivinar de que dirección provenían. Sin embargo, parecía que no eran nada familiares para todo el grupo. Nos miramos entre nosotros y apenas en un parpadeo algunos comenzaron a correr. Estaba confundida, pero el ver la sonrisa de Gia me animó a hacer lo mismo – ¡Corre Zuu! – no supe hacia donde, pero me fui hacia la dirección que me pareció más viable. Escuché algunas risas a lo lejos y yo también hice lo mismo. Sé que si un agente de la paz me atrapa, aquí acabará mi vida pues este ya no era mi distrito hogar después de todo. El estar riendo provocaba que poco a poco me costase más tomar aire para seguir adquiriendo fuerzas para mover las piernas.
Alguien estaba cerca de mí, ¿y si era un agente de la paz? Tuve que voltear, pero ahí divisé al chico al que mi gemela le había jalado el cabello. Sonreí al verle, al menos alguien ya podría guiarme hacia el punto de reunión del que habían hablado antes. Aminoré un poco el paso y continuamos corriendo – ¡Entendido! – dije cuando me comentó hacia donde pararíamos un rato.
No sé cuanto tiempo estuvimos corriendo, pero apenas y mis energías se drenaron me recargué sobre el tronco de uno de los tantos árboles que nos rodeaban. Empecé a tomar aire y volví a reír un poco – Ni en el trabajo me hacen correr así – a menos que fuese una de esas tantas entregas urgentes que luego me toca llevar a mi – Bastante divertido. Creo que estaremos a salvo por un buen rato – admití entre risas.
Miré al chico mientras recargaba mis manos en mis rodillas. Espero que mañana no amanecer con dolor o algún calambre en ellas por el esfuerzo repentino. Sonreí cuando se presentó en esta situación tan inesperada – Uno nunca sabe en que momento puede conocer a otros y las presentaciones improvisadas son buenas – tal vez él no supiera que Gia era mi gemela. No lo culpaba, pese a ser mellizas, teníamos características completamente diferentes. Lo único que teníamos similar era parte de la personalidad y uno que otro rasgo – Soy Zoe, hermana de Gia – también me presenté y después dirigí la mirada hacia el claro que estaba a unos cuantos metros de distancia.
– Después de tanto correr creo que ahora si ando con los ánimos para meterme a nadar – comenté, dando unos pasos para ver más de cerca aquél cuerpo de agua. Me di media vuelta y empecé a caminar de espaldas mientras veía al chico nuevamente – Dime rara o lo que quieras, pero… ¿no te había visto con anterioridad? – la interrogante aún seguía en mi mente, y para aclarar dudas pensé que lo mejor sería preguntarle directamente.
Zoe L. Drabatti- Tributo
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Re: History is made at night [Priv. Zoe]
-Pues me veras mas a menudo porque planeo volver a las calles.- ¿Hablaba en serio? El trabajo era pesado pero con esta nueva pelea con papa seguramente sera recomendable que cambie mi turno, me refiero a uno de medio tiempo y busque algo mas que hacer en el distrito, es extraño como me pongo a pensar en estas cosas mientras corro por mi vida aunque para ser sincero creo que ni siquiera nos escucharon *Bien...* Muy bien diría yo ya que así no tenemos que estar con pánico todo el tiempo.
Me estaba quedando sin aire pero aun así solté una carcajada que rápidamente pare ya que bien podía haber alguien por ahí.
-Hahaha, muy buena esa.- ¿Que puedo decir? soy muy fácil de hacer reír, ahora me pregunto ¿De que trabajara? Seguro es en algo igual de divertido como cortar leña, mejor dejo mis curiosidades para despues.
-Sip, nadie nos seguía creo, que no se dieron cuenta.- Dije entre cortado mientras recuperaba el aliento poco a poco, es extraño ya que hago mucho ejercicio todo el día no por gusto claro sino porque mi deber me hace hacerlo.
-¿Zoe? Ahora que recuerdo...Gianna había hablado de ti.- Dije un poco extrañado pero no solo había hablado de ella sino que tambien siento que de algún modo la recuerdo *Demonios, ojala no tuviera una memoria de pez* Cuando muera apuesto que ni siquiera podre ver mi vida ante mis ojos ya que habré perdido todo recuerdo de ella. Claro, el agua estaba cerca si nos quedábamos quietos podías escuchar el agua correr aunque no nadara tan bien creo que tambien me metería un rato despues de todo hoy fue un día muy caluroso y pesado.
-¡Eso es bueno! Ya estamos muy cerca así que no esperaremos mas.- Me incluí en la oración ya que si estuviera enfrente de el rió o lago (lo que fuera) Me tiraría sin ningún remordimiento. La observe un poco y camine hacia adelante para continuar con nuestro camino pero de repente ella menciono aquello que la verdad esperaba con ansias, lo siento pero yo tambien tenia curiosidad ya que comienzo a recordar cosas de antes, aquellos buenos tiempos.
-En realidad si nos hemos visto o eso creo.- Ella estudiaba conmigo y creo que salíamos a jugar casi todas las tardes, tenia unos 8 o 9 años cuando eso paso.
-Salíamos a jugar casi todas las tardes, creo que comienzo a recordarte ¡Claro, Zoe! Ahora te recuerdo... ¡WOA! Si que has crecido demasiado.-Creo que ella ni me recuerda y sentirá que me estoy poniendo un poco raro, de repente escuche otro ruido y cuando voltee se trataba de una simple ardilla, sonreí creí que era algo o mas bien alguien.
-Si que esta hermoso...- Mencione cuando vi aquel azul correr enfrente mía ¿Como es que no llegaba esto al distrito? Seria genial ver esto en medio del distrito pero por alguna razon nos quieren restringir de esto y no entiendo porque. Me quite la camisa de manga larga de cuadros y solo deje la que tenia abajo, si quería entrar al agua tendría que estar ligero para moverme quizás aun recuerde algunas clases de Reim.
-Debes nadar profundo hacia la izquierda ¿Ok? Sentirás una corriente algo fuerte, déjate llevar pero tan pronto veas un hueco dentro de dos piedras entra ahí y nada rápido hacia la superficie, solo sigue el camino recto y veras algunos topos así que sal por ahí y listo...te lo digo ya que yo no te acompañare.- Nunca he hecho el recorrido si se todo esto es porque me lo han contado siento de veces ¡Demonios! si que tengo que salir mas a menudo.
-Me quedare a...¿Acampar?- Me avergoncé pero tenia que decirle el porque no iría aunque eso significaría verme como idiota.
-Ya que...No se nadar muy bien, hahaha lo siento pero soy muy malo para mentir.- Y no diría algo idiota para verme como un super macho, algo que Reim haría antes de quedar como cobarde.
Me estaba quedando sin aire pero aun así solté una carcajada que rápidamente pare ya que bien podía haber alguien por ahí.
-Hahaha, muy buena esa.- ¿Que puedo decir? soy muy fácil de hacer reír, ahora me pregunto ¿De que trabajara? Seguro es en algo igual de divertido como cortar leña, mejor dejo mis curiosidades para despues.
-Sip, nadie nos seguía creo, que no se dieron cuenta.- Dije entre cortado mientras recuperaba el aliento poco a poco, es extraño ya que hago mucho ejercicio todo el día no por gusto claro sino porque mi deber me hace hacerlo.
-¿Zoe? Ahora que recuerdo...Gianna había hablado de ti.- Dije un poco extrañado pero no solo había hablado de ella sino que tambien siento que de algún modo la recuerdo *Demonios, ojala no tuviera una memoria de pez* Cuando muera apuesto que ni siquiera podre ver mi vida ante mis ojos ya que habré perdido todo recuerdo de ella. Claro, el agua estaba cerca si nos quedábamos quietos podías escuchar el agua correr aunque no nadara tan bien creo que tambien me metería un rato despues de todo hoy fue un día muy caluroso y pesado.
-¡Eso es bueno! Ya estamos muy cerca así que no esperaremos mas.- Me incluí en la oración ya que si estuviera enfrente de el rió o lago (lo que fuera) Me tiraría sin ningún remordimiento. La observe un poco y camine hacia adelante para continuar con nuestro camino pero de repente ella menciono aquello que la verdad esperaba con ansias, lo siento pero yo tambien tenia curiosidad ya que comienzo a recordar cosas de antes, aquellos buenos tiempos.
-En realidad si nos hemos visto o eso creo.- Ella estudiaba conmigo y creo que salíamos a jugar casi todas las tardes, tenia unos 8 o 9 años cuando eso paso.
-Salíamos a jugar casi todas las tardes, creo que comienzo a recordarte ¡Claro, Zoe! Ahora te recuerdo... ¡WOA! Si que has crecido demasiado.-Creo que ella ni me recuerda y sentirá que me estoy poniendo un poco raro, de repente escuche otro ruido y cuando voltee se trataba de una simple ardilla, sonreí creí que era algo o mas bien alguien.
-Si que esta hermoso...- Mencione cuando vi aquel azul correr enfrente mía ¿Como es que no llegaba esto al distrito? Seria genial ver esto en medio del distrito pero por alguna razon nos quieren restringir de esto y no entiendo porque. Me quite la camisa de manga larga de cuadros y solo deje la que tenia abajo, si quería entrar al agua tendría que estar ligero para moverme quizás aun recuerde algunas clases de Reim.
-Debes nadar profundo hacia la izquierda ¿Ok? Sentirás una corriente algo fuerte, déjate llevar pero tan pronto veas un hueco dentro de dos piedras entra ahí y nada rápido hacia la superficie, solo sigue el camino recto y veras algunos topos así que sal por ahí y listo...te lo digo ya que yo no te acompañare.- Nunca he hecho el recorrido si se todo esto es porque me lo han contado siento de veces ¡Demonios! si que tengo que salir mas a menudo.
-Me quedare a...¿Acampar?- Me avergoncé pero tenia que decirle el porque no iría aunque eso significaría verme como idiota.
-Ya que...No se nadar muy bien, hahaha lo siento pero soy muy malo para mentir.- Y no diría algo idiota para verme como un super macho, algo que Reim haría antes de quedar como cobarde.
Joseph M. Welch- Tributo
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Re: History is made at night [Priv. Zoe]
Con ambas manos sujeté mi cabello durante unos segundos para que la ligera brisa de aire golpeara un poco contra mi cuello. La sensación era refrescante y justo lo que yo buscaba. Me pregunto en que rayos estaba pensando cuando decidí venir con el cabello suelto y tan libre como siempre, aunque tampoco es como si tuviese alguna clase de súper poder de adivina para anticiparme que terminaría echándome la carrera de mi vida.
– De verdad espero que nadie esté por ahí vigilándolos… yo no soy de este distrito así que tengo cierta desventaja – de momento no quiero que piensen que soy una alborotadora o algo similar. Simplemente quería divertirme un rato, recordando como era estar en el 7 sin tener las ataduras de mi madre o padrastro durante un día. Eso era todo lo que pedía.
– ¿Habló de mi? Espero que dijera buenas cosas y no mencionara lo que en ocasiones llegaba a darle manotazos mientras dormía – bromeé un poco. Tenía ciertas manías para dormir, pero tras la muerte de Miriam estas aminoraron pues toda mi noche se iba en tratar de alejar las pesadillas sobre mi hermana. Fue desde aquél entonces que comencé a visualizarla cada vez que estaba en ciertos lugares o en situaciones extrañas. Jamás se lo he platicado a nuestros padres, más en algún momento se lo comenté a Gianna, ella nada más me respondió que en ocasiones tenía la tendencia de hablar con Miriam.
– Nadaré hasta hacerme pasa… o hasta que se termine de pasar el calor. Lo que ocurra primero – me encogí de hombros mientras seguía con mi caminata de espaldas. Menos mal que teníamos el sitio cerca y se parecía mucho al que había visto con anterioridad en compañía de mi gemela. El sitio que todavía esperaba conocer era el de los relatos de Miriam, ya que pese a que he venido a nadar en el distrito, seguía sin saber en concreto cual era el lugar del que ella nos hablaba.
Él parecía tener la respuesta que yo buscaba. Juro que en algún momento de mi vida lo he vis… esperen, ¡esperen! Creo que ya sé con quien me he encontrado en esta tarde – Yo te había visto con anterioridad… – murmuré, pero pronto el chico recordó el hecho de que solíamos jugar cuando todavía éramos unos niños. Los ojos se me iluminaron de repente –literalmente- pues algo dentro de mi memoria hizo un ‘click’ – ¡Modric! – recuerdo que solía llamarle así en ocasiones. – Tendrás que disculpar mi pésima memoria, pero no puedo creer que haya olvidado por un momento a alguien como tú. Y ni que lo digas, ¡también has cambiado un montón! – no siempre tengo la oportunidad de ver a las personas cuando visito a Gia. En ocasiones el tiempo ni me alcanzaba lo suficiente como para disfrutar de mi visita.
Me acerqué e improvisadamente le di uno de mis conocidos abrazos de oso. Gianna por lo general se queja de que esos abrazos asfixian pero ella los da todavía peores – Saluda apropiadamente a una vieja conocida – regañé un poco y tras eso me separé.
Volví a caminar, esta vez con la vista hacia el frente, y me enfoqué en el cuerpo de agua delante de nosotros. Me acerqué a la orilla y desde ahí estuve viendo mi reflejo – Hmm… parezco un león – no sé si sea porque el agua estaba en constante movimiento o si la carrera me había dejado mal, pero mi cabello casi parecía ir en todas direcciones – Rooar – imité a uno y después reí.
Pronto Joe volvió a hablar y miré en su dirección, ¿eran instrucciones acaso lo que me estaba dando? Sonaba un poco complicado para mi, en especial por la parte en que tendría que meterme entre dos piedras para poder llegar hacia el otro lado del lugar en que se reunirían todos. No sé si podré hacerlo a tiempo, antes de que todo el aire se terminara acabando de mis pulmones. Sería mejor no mentalizarme de esa manera, sé que podré hac… – ¿Qué? – pregunté cuando él dijo que no me acompañaría, ¿por qué?
Después terminó de complementar y con ello mencionó la explicación que yo buscaba – Oh, entiendo – comenté y después di unos pasos hacia atrás. Me senté en el pasto y comencé a quitarme los botines junto con las calcetas, al menos algo no tendría que mojarse –En ese caso me quedaré contigo. No necesariamente tenemos que ir al lago o lo que sea. Podemos nadar aquí – volví a ponerme en pie y me quité el suéter gris que llevaba puesto para quedar nada más en un pantalón de mezclilla que me llegaba por arriba de las rodillas y una blusa sencilla de manga corta.
Retrocedí nuevamente y me encarreré para lanzarme al agua en un salto final. La sensación fría era perfecta, e incluso permanecí bajo el agua durante unos segundos antes de salir a la superficie de nuevo. Me hice el cabello para atrás y busqué a Joe con la mirada – ¡Yo te enseñaré a nadar! – dije. Tampoco soy una experta en la materia, pero creo que puedo ayudarle – Prometo no ahogarte, ¡lo juro! – levanté mi mano a manera de promesa y sonreí.
– De verdad espero que nadie esté por ahí vigilándolos… yo no soy de este distrito así que tengo cierta desventaja – de momento no quiero que piensen que soy una alborotadora o algo similar. Simplemente quería divertirme un rato, recordando como era estar en el 7 sin tener las ataduras de mi madre o padrastro durante un día. Eso era todo lo que pedía.
– ¿Habló de mi? Espero que dijera buenas cosas y no mencionara lo que en ocasiones llegaba a darle manotazos mientras dormía – bromeé un poco. Tenía ciertas manías para dormir, pero tras la muerte de Miriam estas aminoraron pues toda mi noche se iba en tratar de alejar las pesadillas sobre mi hermana. Fue desde aquél entonces que comencé a visualizarla cada vez que estaba en ciertos lugares o en situaciones extrañas. Jamás se lo he platicado a nuestros padres, más en algún momento se lo comenté a Gianna, ella nada más me respondió que en ocasiones tenía la tendencia de hablar con Miriam.
– Nadaré hasta hacerme pasa… o hasta que se termine de pasar el calor. Lo que ocurra primero – me encogí de hombros mientras seguía con mi caminata de espaldas. Menos mal que teníamos el sitio cerca y se parecía mucho al que había visto con anterioridad en compañía de mi gemela. El sitio que todavía esperaba conocer era el de los relatos de Miriam, ya que pese a que he venido a nadar en el distrito, seguía sin saber en concreto cual era el lugar del que ella nos hablaba.
Él parecía tener la respuesta que yo buscaba. Juro que en algún momento de mi vida lo he vis… esperen, ¡esperen! Creo que ya sé con quien me he encontrado en esta tarde – Yo te había visto con anterioridad… – murmuré, pero pronto el chico recordó el hecho de que solíamos jugar cuando todavía éramos unos niños. Los ojos se me iluminaron de repente –literalmente- pues algo dentro de mi memoria hizo un ‘click’ – ¡Modric! – recuerdo que solía llamarle así en ocasiones. – Tendrás que disculpar mi pésima memoria, pero no puedo creer que haya olvidado por un momento a alguien como tú. Y ni que lo digas, ¡también has cambiado un montón! – no siempre tengo la oportunidad de ver a las personas cuando visito a Gia. En ocasiones el tiempo ni me alcanzaba lo suficiente como para disfrutar de mi visita.
Me acerqué e improvisadamente le di uno de mis conocidos abrazos de oso. Gianna por lo general se queja de que esos abrazos asfixian pero ella los da todavía peores – Saluda apropiadamente a una vieja conocida – regañé un poco y tras eso me separé.
Volví a caminar, esta vez con la vista hacia el frente, y me enfoqué en el cuerpo de agua delante de nosotros. Me acerqué a la orilla y desde ahí estuve viendo mi reflejo – Hmm… parezco un león – no sé si sea porque el agua estaba en constante movimiento o si la carrera me había dejado mal, pero mi cabello casi parecía ir en todas direcciones – Rooar – imité a uno y después reí.
Pronto Joe volvió a hablar y miré en su dirección, ¿eran instrucciones acaso lo que me estaba dando? Sonaba un poco complicado para mi, en especial por la parte en que tendría que meterme entre dos piedras para poder llegar hacia el otro lado del lugar en que se reunirían todos. No sé si podré hacerlo a tiempo, antes de que todo el aire se terminara acabando de mis pulmones. Sería mejor no mentalizarme de esa manera, sé que podré hac… – ¿Qué? – pregunté cuando él dijo que no me acompañaría, ¿por qué?
Después terminó de complementar y con ello mencionó la explicación que yo buscaba – Oh, entiendo – comenté y después di unos pasos hacia atrás. Me senté en el pasto y comencé a quitarme los botines junto con las calcetas, al menos algo no tendría que mojarse –En ese caso me quedaré contigo. No necesariamente tenemos que ir al lago o lo que sea. Podemos nadar aquí – volví a ponerme en pie y me quité el suéter gris que llevaba puesto para quedar nada más en un pantalón de mezclilla que me llegaba por arriba de las rodillas y una blusa sencilla de manga corta.
Retrocedí nuevamente y me encarreré para lanzarme al agua en un salto final. La sensación fría era perfecta, e incluso permanecí bajo el agua durante unos segundos antes de salir a la superficie de nuevo. Me hice el cabello para atrás y busqué a Joe con la mirada – ¡Yo te enseñaré a nadar! – dije. Tampoco soy una experta en la materia, pero creo que puedo ayudarle – Prometo no ahogarte, ¡lo juro! – levanté mi mano a manera de promesa y sonreí.
Zoe L. Drabatti- Tributo
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Re: History is made at night [Priv. Zoe]
El solo echo de pensar que alguien nos vigilaba me incomodaba de enorme manera, me hacia recordar a Liesel y la noche en que la seguí y en que seguramente alguien hablo de mas o que alguien vigilaba a su grupo de rebeldes...¿Espera? ¿Dijo que no viene de aquí?
-Espera ¿De que distrito vienes?- La mire un poco impresionado pensando en lo siguiente *REIM ERES IDIOTA* Esto era peligroso no por nosotros sino por ella, no tenia que preocuparla así que pues solo sonreí un tanto nervioso pero luego cubrí ese nerviosismos con mi cara de "Hago el intento de no verme tan idiota."
-¿Sabes? No importa, si algo pasa yo te ayudo ademas todo parece muy tranquilo por aquí...al menos que te asuste un par de venados.- Señale atrás mio y solo le sonreí, si estuviera con Gianna se que ya me hubiera golpeado el pecho, aun me duele el jalón del cabello ¿Que quería, quitármelo?
-Bueno, no recuerdo muy bien pero siempre terminaba con un suspiro.- Supongo que es así cuando estas separado de alguien a quien quieres mucho, recuerdo a Liesel pero no es lo mismo ya que ella no esta, no la puedo añorar porque no se como podría calmar mis ansias de tenerla a la par mía, mejor dejo de pensar en ella ya que todo esto me confunde.
-¿Como pasa? haha, lo siento pero no quiero verme como anciano.- Aunque creo que tampoco quiero llegar a casa con esas manos y que mama me vea y se de cuenta que ando haciendo mas de mis travesuras pero ¿Importa? Vamos que no ademas ¿Cada cuanto puedo quedar como pasa en estos días? Dios, mis pensamientos se hacen cada vez mas raros. Al menos todo esto comenzaba a cobrar sentido, de algún modo extraño me sentía cómodo estando con ella aun que no supiera exactamente quien era al menos cuando comencé a recordar ella hizo igual *Ahora todo se hace mas fácil...* Bien, no me hubiera perdonado por otra increíble conversación incomoda, estaba por decir algo mas pero su grito llego a mis oídos y atravesó de una vez, hace mucho que no me dicen así...
-Vaya, yo no puedo creer que te haya olvidado ¡Dios! tan solo han pasado un par de años pero...debes admitirlo te ves muy distinta ¿Que le paso a la niña pecosa que no dejaba de molestar? haha...pero creo que lo de molesta no se te ha quitado.- Si conozco a su hermana bien se que ambas son un problema, no uno malo sino uno muy entretenido y divertido.
No lo vi venir, de la nada estaba en sus brazos ¿Así es o ella acaso solo exageraba un poco el encuentro aunque ahora que lo recordaba, este abrazo lo había sentido antes, sonreí y la estreche tambien, la levante un poco del suelo y me sentí bien, recordar buenos tiempos y no vivir en donde estaba...aveces el pasado hace ecos en nuestro futuro y eso es genial aunque aveces un poco contraproducente aunque no se a que diablos me refiero con eso.
Cuando nos separamos solo voltee la cara, no soy de abrazos aunque esta vez tenia que hacer una excepción, me fije en ella y solo reí un poco mas, esta chica tenia ocurrencias muy extrañas.
-Hahahaha, vamos no esta tan mal solo un poco de polvo y hojas.- No quiero ver como esta mi cabello, seguro peor. Aun me duele mi mandíbula y siento de aveces aquel sabor a dióxido.
Esto fue vergonzoso aunque se que si mis amigos estuvieran aquí hubiera sido el primero en saltar al agua, al menos no dijo mucho mas bien no comento nada acerca de mi problema. Deje en el pasto mi camisa larga y al igual que ella me quite mis zapatos.
-No, tienes que ir...Yo pasare la noche en un árbol ademas me imagino que tienes que volver a casa...- Pero antes de que la hiciese reaccionar la vi saltar, creo que comienzo a recordar tantas cosas que pasamos de pequeños, tan solo la vi salir me solto su propuesta, no sabi aque decirle pero creo que lo logico era lo siguiente.
-¿Estas loca? hahaha...No creo, soy un poco muy malo.- Aunque si se mantenerme, la cuestión es nadar a lo profundo o a los lados, creo que es un problema grave pero aun así me acerque al agua y al igual que ella me tire, tan entre completo al agua abrí los ojos, burbujas en todos lados y esa sensación de frescura y de algo mas que se adueñaba de mi cuerpo, cerré los ojos *Un momento de paz...* Pero tan pronto note que estaba muy abajo comencé a aletear, muy mala idea...Me fije en su pierna y la jale para impulsarme espero no me golpee por eso, llegue a la superficie y busque el modo de sostenerme de una roca *Obvio, no puedo...* Me hice el cabello hacia atrás y sonreí a Zoe.
-Lo siento, hahaha pero tenia que sostenerme, espero no te hayas asustado.- Porque yo si lo hice un poco, puedo ver la corriente que se hace mas al frente y me dan ganas de llegar ahí y ver a donde llego, de pronto algo paso por mis pies.
-Maldición...- Me agarre de la roca y metí la cara en el agua, algunos salmones se encontraban ahí, no sabia que eran tan grandes, quisiera uno y llevarlo a casa mama dice que los peces son deliciosos, jamas los he probado.
-Conste que no me asuste haha, y ¿Bien? ¿De verdad me enseñaras?- Quede un poco picado con eso así que si bien puede enseñarme unos cuantos trucos seria genial y muy util, tal vez pueda irme a casa por el escape de Reim.
-Espera ¿De que distrito vienes?- La mire un poco impresionado pensando en lo siguiente *REIM ERES IDIOTA* Esto era peligroso no por nosotros sino por ella, no tenia que preocuparla así que pues solo sonreí un tanto nervioso pero luego cubrí ese nerviosismos con mi cara de "Hago el intento de no verme tan idiota."
-¿Sabes? No importa, si algo pasa yo te ayudo ademas todo parece muy tranquilo por aquí...al menos que te asuste un par de venados.- Señale atrás mio y solo le sonreí, si estuviera con Gianna se que ya me hubiera golpeado el pecho, aun me duele el jalón del cabello ¿Que quería, quitármelo?
-Bueno, no recuerdo muy bien pero siempre terminaba con un suspiro.- Supongo que es así cuando estas separado de alguien a quien quieres mucho, recuerdo a Liesel pero no es lo mismo ya que ella no esta, no la puedo añorar porque no se como podría calmar mis ansias de tenerla a la par mía, mejor dejo de pensar en ella ya que todo esto me confunde.
-¿Como pasa? haha, lo siento pero no quiero verme como anciano.- Aunque creo que tampoco quiero llegar a casa con esas manos y que mama me vea y se de cuenta que ando haciendo mas de mis travesuras pero ¿Importa? Vamos que no ademas ¿Cada cuanto puedo quedar como pasa en estos días? Dios, mis pensamientos se hacen cada vez mas raros. Al menos todo esto comenzaba a cobrar sentido, de algún modo extraño me sentía cómodo estando con ella aun que no supiera exactamente quien era al menos cuando comencé a recordar ella hizo igual *Ahora todo se hace mas fácil...* Bien, no me hubiera perdonado por otra increíble conversación incomoda, estaba por decir algo mas pero su grito llego a mis oídos y atravesó de una vez, hace mucho que no me dicen así...
-Vaya, yo no puedo creer que te haya olvidado ¡Dios! tan solo han pasado un par de años pero...debes admitirlo te ves muy distinta ¿Que le paso a la niña pecosa que no dejaba de molestar? haha...pero creo que lo de molesta no se te ha quitado.- Si conozco a su hermana bien se que ambas son un problema, no uno malo sino uno muy entretenido y divertido.
No lo vi venir, de la nada estaba en sus brazos ¿Así es o ella acaso solo exageraba un poco el encuentro aunque ahora que lo recordaba, este abrazo lo había sentido antes, sonreí y la estreche tambien, la levante un poco del suelo y me sentí bien, recordar buenos tiempos y no vivir en donde estaba...aveces el pasado hace ecos en nuestro futuro y eso es genial aunque aveces un poco contraproducente aunque no se a que diablos me refiero con eso.
Cuando nos separamos solo voltee la cara, no soy de abrazos aunque esta vez tenia que hacer una excepción, me fije en ella y solo reí un poco mas, esta chica tenia ocurrencias muy extrañas.
-Hahahaha, vamos no esta tan mal solo un poco de polvo y hojas.- No quiero ver como esta mi cabello, seguro peor. Aun me duele mi mandíbula y siento de aveces aquel sabor a dióxido.
Esto fue vergonzoso aunque se que si mis amigos estuvieran aquí hubiera sido el primero en saltar al agua, al menos no dijo mucho mas bien no comento nada acerca de mi problema. Deje en el pasto mi camisa larga y al igual que ella me quite mis zapatos.
-No, tienes que ir...Yo pasare la noche en un árbol ademas me imagino que tienes que volver a casa...- Pero antes de que la hiciese reaccionar la vi saltar, creo que comienzo a recordar tantas cosas que pasamos de pequeños, tan solo la vi salir me solto su propuesta, no sabi aque decirle pero creo que lo logico era lo siguiente.
-¿Estas loca? hahaha...No creo, soy un poco muy malo.- Aunque si se mantenerme, la cuestión es nadar a lo profundo o a los lados, creo que es un problema grave pero aun así me acerque al agua y al igual que ella me tire, tan entre completo al agua abrí los ojos, burbujas en todos lados y esa sensación de frescura y de algo mas que se adueñaba de mi cuerpo, cerré los ojos *Un momento de paz...* Pero tan pronto note que estaba muy abajo comencé a aletear, muy mala idea...Me fije en su pierna y la jale para impulsarme espero no me golpee por eso, llegue a la superficie y busque el modo de sostenerme de una roca *Obvio, no puedo...* Me hice el cabello hacia atrás y sonreí a Zoe.
-Lo siento, hahaha pero tenia que sostenerme, espero no te hayas asustado.- Porque yo si lo hice un poco, puedo ver la corriente que se hace mas al frente y me dan ganas de llegar ahí y ver a donde llego, de pronto algo paso por mis pies.
-Maldición...- Me agarre de la roca y metí la cara en el agua, algunos salmones se encontraban ahí, no sabia que eran tan grandes, quisiera uno y llevarlo a casa mama dice que los peces son deliciosos, jamas los he probado.
-Conste que no me asuste haha, y ¿Bien? ¿De verdad me enseñaras?- Quede un poco picado con eso así que si bien puede enseñarme unos cuantos trucos seria genial y muy util, tal vez pueda irme a casa por el escape de Reim.
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Re: History is made at night [Priv. Zoe]
Él parecía ligeramente sorprendido cuando mencioné que yo simplemente no era de ahí –Distrito 06 – comenté. No hay mucho que caracterice al distrito en el que estoy ahora, más que el hecho de tener diversos tipos de transportes. El que yo más uso es… la bicicleta, para poder hacer mis entregas. Sé que no debo de pensar en cosas negativas, porque sino las terminaré atrayendo a mi a este paso. – Y gracias, eres muy amable. Jaja, no creo que unos cuantos venados representen problema – bueno, siendo sinceros jamás he sido perseguida por un venado pero de momento es mejor no intentarlo.
– Oh… – no sabía que más decir sobre ello. Si al pensar en mi suspiraba no sé cuál será su reacción al estar pensando en Miriam. Estamos cerca de que se cumpla otro año de su muerte. Tendré que conseguir las flores que le gustaban tanto para ponerlas en mi ventana como lo he venido haciendo desde su partida.
– Pff, vamos. Unas cuantas arrugas no te harán nada – además, pocas veces se tiene la oportunidad de estar en lugares tan bonitos como estos. Bueno, al menos ese era mi caso ya que por diversas circunstancias tenía que repartir mi tiempo a cada uno de los deberes que debía realizar.
Ahora que por fin la memoria de ambos comenzaba a trabajar, podía decir que me sentía ligeramente avergonzada por haberlo olvidado. Sin embargo, si soy sincera, cuando me mudé de distrito perdí contacto con demasiadas personas que vivían aquí. Algunos de ells también fueron llevados a participar en los juegos para compartir el mismo destino que mi hermana mayor. – No serías la primera persona que me olvida – volví a encogerme de hombros. Me he acostumbrado a eso. Reí un poco por su comentario –¡Oye! No te hubiera molestado tanto en el colegio si tú no hubieras acaparado cada cosa que yo iba a ocupar – cuando buscaba los materiales del aula, él los tenía. Si necesitaba el libro, él lo tenía. Admito que esos era buenos tiempos que me gustaba recordar y más porque toda mi familia permanecía unida. – Tal vez crecí unos cuantos centímetros en estos tiempos, pero sigo siendo la misma Zoe que conoces desde hace años – al menos en personalidad no he cambiado tanto.
Al parecer lo tomé por sorpresa con el abrazo que le había dado, ya que tardó un poco más en reaccionar. Después invertimos papeles pues la sorprendida fui yo cuando me levantó unos cuantos centímetros del suelo – Eres más fuerte de lo que recordaba –comenté con una sonrisa. Él también había cambiado y bastante.
– Que va, que de seguro con más hojas y el cabello más desordenado podré ir a aterrorizar niños en el distrito – exageré un poco. Como íbamos a nadar tampoco me preocupé por el peinado… además de que mi cabello siempre estaba de esa manera así que no había razón para sorprenderse.
No me arrepentí en lo absoluto de haberme lanzado de un momento a otro al agua. Prácticamente todo mi cuerpo me lo agradecía pues era una sensación que además de hacerme sentir fresca, me aligeraba bastante. Volví a sumergirme para luego salir y acomodarme mejor el cabello – No puedes quedarte solo, y yo todavía no tengo que tomar el tren de vuelta a casa – si los juegos no me han matado, creo que el castigo de mi madre lo hará. Dejaré las preocupaciones y temores a un lado, ya más tarde veré que excusa puedo decirle.
– Me lo dicen con frecuencia, y tú no sabrás que tan bueno eres para algo hasta que no lo intentes. Oh espera, ¿acaso no confías en mi? – pregunté con una sonrisa antes de ver como se daba su chapuzón para entrar en el agua. Miré justo por donde había caído, más todavía estaba tardando para salir a la superficie… – ¿Joe? – busqué en otra dirección hasta que de un momento a otro sentí como algo jalaba una de mis piernas. Si soy sincera, llegué a asustarme un poco pero dicha emoción fue reemplazada por una de alivio al verle sonreír – Si que me asustaste… pensé que algún muto estaba por aquí – bueno , no un muto pero hay veces en las que la gente se inventa historias sobre seres raros que habitan en los claros… tal vez lo hagan con la única finalidad de alejar a los curiosos como nosotros.
Le lancé una mirada curiosa cuando soltó esa maldición y acto seguido volvió a meterse en el agua. Yo también quería ver lo mismo que había llamado su atención así que le imité y metí el rostro en el agua de nuevo. Un grupo de pececillos andaban por ahí, pero apenas al darse cuenta de nuestra presencia comenzaron a nadar en distintas direcciones.
Salí y me pasé una mano por la cara para luego volver a verle – Lo que una Drabatti promete, lo cumple – a menos de que se me olvidara… pero promesas importantes como estas no las dejo de lado por ningún motivo –Claro, yo puedo enseñarte algunas cosas… flote, patada y mover brazos no es tan difícil como parece – no soy maestra y por eso me está siendo un poco difícil saber con que debería yo de comenzar…
– Oh… – no sabía que más decir sobre ello. Si al pensar en mi suspiraba no sé cuál será su reacción al estar pensando en Miriam. Estamos cerca de que se cumpla otro año de su muerte. Tendré que conseguir las flores que le gustaban tanto para ponerlas en mi ventana como lo he venido haciendo desde su partida.
– Pff, vamos. Unas cuantas arrugas no te harán nada – además, pocas veces se tiene la oportunidad de estar en lugares tan bonitos como estos. Bueno, al menos ese era mi caso ya que por diversas circunstancias tenía que repartir mi tiempo a cada uno de los deberes que debía realizar.
Ahora que por fin la memoria de ambos comenzaba a trabajar, podía decir que me sentía ligeramente avergonzada por haberlo olvidado. Sin embargo, si soy sincera, cuando me mudé de distrito perdí contacto con demasiadas personas que vivían aquí. Algunos de ells también fueron llevados a participar en los juegos para compartir el mismo destino que mi hermana mayor. – No serías la primera persona que me olvida – volví a encogerme de hombros. Me he acostumbrado a eso. Reí un poco por su comentario –¡Oye! No te hubiera molestado tanto en el colegio si tú no hubieras acaparado cada cosa que yo iba a ocupar – cuando buscaba los materiales del aula, él los tenía. Si necesitaba el libro, él lo tenía. Admito que esos era buenos tiempos que me gustaba recordar y más porque toda mi familia permanecía unida. – Tal vez crecí unos cuantos centímetros en estos tiempos, pero sigo siendo la misma Zoe que conoces desde hace años – al menos en personalidad no he cambiado tanto.
Al parecer lo tomé por sorpresa con el abrazo que le había dado, ya que tardó un poco más en reaccionar. Después invertimos papeles pues la sorprendida fui yo cuando me levantó unos cuantos centímetros del suelo – Eres más fuerte de lo que recordaba –comenté con una sonrisa. Él también había cambiado y bastante.
– Que va, que de seguro con más hojas y el cabello más desordenado podré ir a aterrorizar niños en el distrito – exageré un poco. Como íbamos a nadar tampoco me preocupé por el peinado… además de que mi cabello siempre estaba de esa manera así que no había razón para sorprenderse.
No me arrepentí en lo absoluto de haberme lanzado de un momento a otro al agua. Prácticamente todo mi cuerpo me lo agradecía pues era una sensación que además de hacerme sentir fresca, me aligeraba bastante. Volví a sumergirme para luego salir y acomodarme mejor el cabello – No puedes quedarte solo, y yo todavía no tengo que tomar el tren de vuelta a casa – si los juegos no me han matado, creo que el castigo de mi madre lo hará. Dejaré las preocupaciones y temores a un lado, ya más tarde veré que excusa puedo decirle.
– Me lo dicen con frecuencia, y tú no sabrás que tan bueno eres para algo hasta que no lo intentes. Oh espera, ¿acaso no confías en mi? – pregunté con una sonrisa antes de ver como se daba su chapuzón para entrar en el agua. Miré justo por donde había caído, más todavía estaba tardando para salir a la superficie… – ¿Joe? – busqué en otra dirección hasta que de un momento a otro sentí como algo jalaba una de mis piernas. Si soy sincera, llegué a asustarme un poco pero dicha emoción fue reemplazada por una de alivio al verle sonreír – Si que me asustaste… pensé que algún muto estaba por aquí – bueno , no un muto pero hay veces en las que la gente se inventa historias sobre seres raros que habitan en los claros… tal vez lo hagan con la única finalidad de alejar a los curiosos como nosotros.
Le lancé una mirada curiosa cuando soltó esa maldición y acto seguido volvió a meterse en el agua. Yo también quería ver lo mismo que había llamado su atención así que le imité y metí el rostro en el agua de nuevo. Un grupo de pececillos andaban por ahí, pero apenas al darse cuenta de nuestra presencia comenzaron a nadar en distintas direcciones.
Salí y me pasé una mano por la cara para luego volver a verle – Lo que una Drabatti promete, lo cumple – a menos de que se me olvidara… pero promesas importantes como estas no las dejo de lado por ningún motivo –Claro, yo puedo enseñarte algunas cosas… flote, patada y mover brazos no es tan difícil como parece – no soy maestra y por eso me está siendo un poco difícil saber con que debería yo de comenzar…
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