El principio de una fiesta || Skrill&Rowan&Nalha&Dae
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El principio de una fiesta || Skrill&Rowan&Nalha&Dae
Primer Día del Vasallaje.
En el parque de Atracciones del lugar.
8:30 pm.
En el parque de Atracciones del lugar.
8:30 pm.
Me encantaba tener esos días libres en los que podías estirar las manos con amplitud y respirar las fiestas con potencia, pues eso de tanto estrés y conciertos al principio todo era bonito y hermoso... pero al fin y al cabo todo era trabajo y era mi pasión: la música. Y es que yo sabía desde muy joven que era ser músico, pues hasta en mi grupo, cuando era cantante y mi voz aun podía cantar y sentir el ritmo de las notas musicales en mi garganta (cuando no odiaba cantar), ya me suponía que mi vida iba a ser estresante con tanto concierto. Y así es, pues no tenía tiempo ni para decirle a mi padre cuando le quería, ni a decirle a mi mamá Jess que quería de comer ni nada. En cambio, ahora que había venido de esa gira desde hace ya más de una semana, terminando en mi distrito, podía tomarme unas leves vacaciones hasta ya un tiempo. ¿Y qué mejor que unas vacaciones que ir a la fiesta del vasallaje con mis padres?
Sin pensarlo, cogimos las maletas para ir encaminados al distrito 6 en el tren, con ilusión, en el vagón principal. Pensábamos quedarnos dos días en un hotel de los lujosos en el distrito 6, un lugar donde la economía no era demasiado buena, pero tampoco era como en el distrito once o doce... pues mis investigaciones y mucha gente ya me había dicho que tipo de vida había llí y eso era injusto, pero todo era "ver, oír y callar" delante del Capitolio.
Ese cielo oscurecido con las pequeñas estrellas y nubes oscuras, sin señalar mal tiempo, con luces de las atracciones. Ambiente cargado de gente, atracciones, tiendas.. ¡había de todo en aquellas calles de ese distrito y, sobretodo, aquel gran terreno asfaltado? Parecía una feria.. ¡y es que no me resistí en montar en todas las atracciones peligrosas donde me subía la adrenalina con mis padres! Los tres en esas atracciones que subían y bajaban, giraban, te encerraban en jaulas, montabas coches eléctricos y te chocabas... todo era como mi infancia y me hacía feliz, pues todas esas fotos con mi familia. Era un día feliz, salvo una cosa... el estrés y el agobio de varia gente que me paraba preguntándome si era verdaderamente el famoso artista dubstep del distrito uno. Sí, al principio me encantaba hacerme fotos con todos mis fans, firmarles camisetas, brazos, etc., darles mi Capitolface y hablar un poco con ellos de mis planes de futuro en conciertos... pero llegó un punto que eso hizo separarme de mis padres y quedar solo, ahora, delante de un puesto de algodones de azúcar, invitando a una niña pequeña de diez años, quien, por accidente, le tiré ese dulce esponjoso.
La niña me miró con esos ojos de ilusión de la típica infante de diez años y, dándome un abrazo, se fue corriendo a los manos de su hermana mayor, quien me agradeció en potencia que le comprase un algodón de azúcar a una niña del distrito nueve. ¡Del nueve!
- No hay de qué, preciosa. -Dije, en un tono cantarín, mientras caminaba hacía detrás, despidiéndome de la pequeña pelirroja con la mano. Al ir caminando hacía atrás, sin mirar hacía ese lado contrario donde la gente solía caminar hacía delante, choqué con una persona, concretamente una mujer, que me hizo que girase para ver a esa persona y pedir perdón.- Oh, lo siento.
Última edición por Sonny J. Moore el Mar Mayo 21, 2013 3:33 pm, editado 2 veces
Sonny J. Moore- Distrito 01
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Re: El principio de una fiesta || Skrill&Rowan&Nalha&Dae
En situaciones como estas, no sé si considerar el hecho de que he perdido a mis fieles imbéciles (entiéndase por mis hermanos) como una bendición o el inicio de algo terrible. Como era de esperarse, los Kubler teníamos que estar presentes en cualquier evento que se considerara como importante en todo Panem, esta celebración de vasallaje no sería la excepción. Supongo que a estas alturas Kira es la única que no podrá disfrutar por completo de las festividades que el distrito 6 tenía preparadas para el resto de la población , el deber la llamaba, y más que tenía que estar cuidando las espaldas de aquella chica de la realeza que venía en representación de su familia.
Por ahora, no tenía más que estar recorriendo las calles animadas del distrito para entretenerme durante un buen rato antes de preocuparme por ir de regreso a donde quiera que estuvieran mis hermanos. Es decir, tengo que irles a sacar algo de dinero por si necesitaba comprar algo. Suspiré, viendo como la gente iba de un lado a otro, unos tantos maravillados... supongo que pocas veces en la vida habrán tenido la oportunidad de disfrutar de todo tipo de atracciones como estas. Me mordí el labio, sé que debería de estar disfrutando más de todo esto, pero no entiendo como es que mis pensamientos logran agobiarme a límites que yo misma desconozco.
Uno de los puestos me llamó la atención, tenían aperitivos que podrían degustar la vista de cualquiera y yo... yo tenía ganas de comer algo dulce desde el momento en que viajábamos del Capitolio a este lugar, ¿por qué no aprovechar el momento para comer algo? Más tarde me aseguraré de ir por algo de beber...
Me acerqué, pedí lo que parecía ser una rebanada de tarta con una suma cantidad de mermelada de fresa. Si sigo comiendo tanto dulce creo que me dará algo a futuro... bah, no es momento para preocuparse por ello. Seguí caminando, dando pequeñas mordidas a mi reciente adquisición y admirando los estantes que parecían no tener fin.
Me detuve abruptamente, al notar uno que ofrecía diversas piezas de joyería. Desconozco si se trate de alguna imitación o si eran reales pero los diseños no dejaban duda de que si fuesen utilizados, lograría uno convertirse en el centro de atención ¿debería de comprar uno? Por un lado pensaba que sí, no debía de perder oportunidad, pero por otra parte... hmm...
No tuve tiempo de seguir pensando, ya que alguien chocó conmigo en aquél instante. El golpe no fue muy brusco, pero logró que el plato de plástico -que no sostenía muy bien entre mis manos- cayera al piso, manchando de paso los zapatos de una persona que iba pasando por ahí.
— Ah, maldición... — murmuré, dándole mayor importancia a las miradas curiosas que observaban al incidente , antes que a las disculpas que alguien ofrecía.
Por ahora, no tenía más que estar recorriendo las calles animadas del distrito para entretenerme durante un buen rato antes de preocuparme por ir de regreso a donde quiera que estuvieran mis hermanos. Es decir, tengo que irles a sacar algo de dinero por si necesitaba comprar algo. Suspiré, viendo como la gente iba de un lado a otro, unos tantos maravillados... supongo que pocas veces en la vida habrán tenido la oportunidad de disfrutar de todo tipo de atracciones como estas. Me mordí el labio, sé que debería de estar disfrutando más de todo esto, pero no entiendo como es que mis pensamientos logran agobiarme a límites que yo misma desconozco.
Uno de los puestos me llamó la atención, tenían aperitivos que podrían degustar la vista de cualquiera y yo... yo tenía ganas de comer algo dulce desde el momento en que viajábamos del Capitolio a este lugar, ¿por qué no aprovechar el momento para comer algo? Más tarde me aseguraré de ir por algo de beber...
Me acerqué, pedí lo que parecía ser una rebanada de tarta con una suma cantidad de mermelada de fresa. Si sigo comiendo tanto dulce creo que me dará algo a futuro... bah, no es momento para preocuparse por ello. Seguí caminando, dando pequeñas mordidas a mi reciente adquisición y admirando los estantes que parecían no tener fin.
Me detuve abruptamente, al notar uno que ofrecía diversas piezas de joyería. Desconozco si se trate de alguna imitación o si eran reales pero los diseños no dejaban duda de que si fuesen utilizados, lograría uno convertirse en el centro de atención ¿debería de comprar uno? Por un lado pensaba que sí, no debía de perder oportunidad, pero por otra parte... hmm...
No tuve tiempo de seguir pensando, ya que alguien chocó conmigo en aquél instante. El golpe no fue muy brusco, pero logró que el plato de plástico -que no sostenía muy bien entre mis manos- cayera al piso, manchando de paso los zapatos de una persona que iba pasando por ahí.
— Ah, maldición... — murmuré, dándole mayor importancia a las miradas curiosas que observaban al incidente , antes que a las disculpas que alguien ofrecía.
Nahla M. Kubler- Capitolio
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Re: El principio de una fiesta || Skrill&Rowan&Nalha&Dae
Era muy raro para que yo saliera de mi distrito, a mi familia la habían invitado al festival del vasallaje que empezaba en el distrito 6.
Cuando llegamos había demasiada gente, tome a mis hermanos mas pequeños e las manos para que yo los pudiera cuidar.
Era increíble lo inmenso que era el distrito, empezamos a recorrer el lugar y nos topamos con muchas personas extrañas obviamente proveniente del capitolio. -Oh que bien¡¡-, esa gente extraña esta aquí pero deja a un lado eso y disfruta el festival. Me dije a mi misma, mientras caminaba con mis hermanos. Había un puesto en donde tenían unas extrañas luce citas de colores y bueno mis hermanos corrieron hacia allá. Por suerte no estaban tan caras y pude comprarle una a cada uno, era tanta su emoción que corrieron con mis padres para enseñarles.
-Merrick, Lestad, no corran-. Corrían tan rápido que iban chocando con la gente tirando le el plato a un chica. -Hay como lo siento de verdad¡¡-. Me agache para levantar lo que habían tirado.
Cuando llegamos había demasiada gente, tome a mis hermanos mas pequeños e las manos para que yo los pudiera cuidar.
Era increíble lo inmenso que era el distrito, empezamos a recorrer el lugar y nos topamos con muchas personas extrañas obviamente proveniente del capitolio. -Oh que bien¡¡-, esa gente extraña esta aquí pero deja a un lado eso y disfruta el festival. Me dije a mi misma, mientras caminaba con mis hermanos. Había un puesto en donde tenían unas extrañas luce citas de colores y bueno mis hermanos corrieron hacia allá. Por suerte no estaban tan caras y pude comprarle una a cada uno, era tanta su emoción que corrieron con mis padres para enseñarles.
-Merrick, Lestad, no corran-. Corrían tan rápido que iban chocando con la gente tirando le el plato a un chica. -Hay como lo siento de verdad¡¡-. Me agache para levantar lo que habían tirado.
Rowan W. Mayfair- Tributo
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Re: El principio de una fiesta || Skrill&Rowan&Nalha&Dae
Aquel día la casa de los Stormborn no paraba quieta, y no era para menos. ¡Llegaba el festival en honor del Vasallaje! Y ellos eran tan capitolistas que no podían perdérselo por nada del mundo... pero sobre todo por su hija, cosa de la que Danny era consciente. Había visto día tras día como la gente de su distrito la daban prácticamente por tributo, de modo que obviamente, el hecho de ir a un festival donde quizás pudieran conocer alguna novedad sobre lo que los próximos Juegos les iban a deparar, era algo lógico.
Toda la familia se puso de punta en blanco, pero sin embargo, cuando Danny hizo acto de presencia con su sencillo pero elegante vestido para las ocasiones especiales, su madre la envió escaleras arriba, de vuelta a su dormitorio, para que se cambiara.
-Puede que salgamos por un casual por todo Panem esta noche-le dijo mientras la acompañaba y rebuscaba en el armario de la chica-¡Incluso quizás alguien de la familia real se cruce con nosotros! Y tienes que darles una buena impresión...
Sacó un nuevo atuendo del armario, ante los ojos atónitos de Danny. Su uniforme de entrenamiento. ¿Quería que fuera vestida de tal guisa a una fiesta?
-Con esto demostrarás a todo lo enserio que te tomas los Juegos-dijo mientras rebuscaba por la estancia la insignia con el escudo del 2 que le habían llevado como regalo hacía poco, para luego prendérsela en el chaleco a Danny-Así podrás ir haciéndote con algún posible patrocinador.
Danny no dijo nada. Simplemente asintió sin mediar palabra y acompañó al resto de su familia hacia el Distrito 6, sintiéndose especialmente observada. Nadie iba con semejante atuendo, lo que la incomodaba sobremanera. Un uniforme de entrenamiento no es la ropa más apropiada para ir a un evento de tal calibre, pero Danny conocía a su madre y era consciente de que sus réplicas caerían en balde. Si a ella se le metía algo en la cabeza, lo haría, por mucho que su hija estuviera en contra. ¿Sería así si hubiera ido a los Juegos? ¿Dejaría de pagar su frustración con Danny? Ella no tenía manera de averiguarlo, pero no podía evitar hacer algunas conjeturas al respecto.
Cuando llegaron al destino, Danny se separó de los demás habitantes del 2 que habían venido con ella. Le apetecía explorar un poco, aunque con su aspecto no lo iba a tener muy fácil, seguramente los habitantes de los distritos medios y bajos le darían de lado. Era consciente de que los profesionales no contaban con muchas amistades fuera de sus distritos, y menos en una fiesta donde se estaba celebrando la llegada, cada vez más cercana, de los próximos Juegos.
Iba algo despistada, observando sus alrededores, cuando un tumulto hizo que clavara sus ojos en el mismo. Se acercó con curiosidad, observando a un pequeño grupito que al parecer habían tenido una colisión entre ellos.
Toda la familia se puso de punta en blanco, pero sin embargo, cuando Danny hizo acto de presencia con su sencillo pero elegante vestido para las ocasiones especiales, su madre la envió escaleras arriba, de vuelta a su dormitorio, para que se cambiara.
-Puede que salgamos por un casual por todo Panem esta noche-le dijo mientras la acompañaba y rebuscaba en el armario de la chica-¡Incluso quizás alguien de la familia real se cruce con nosotros! Y tienes que darles una buena impresión...
Sacó un nuevo atuendo del armario, ante los ojos atónitos de Danny. Su uniforme de entrenamiento. ¿Quería que fuera vestida de tal guisa a una fiesta?
-Con esto demostrarás a todo lo enserio que te tomas los Juegos-dijo mientras rebuscaba por la estancia la insignia con el escudo del 2 que le habían llevado como regalo hacía poco, para luego prendérsela en el chaleco a Danny-Así podrás ir haciéndote con algún posible patrocinador.
Danny no dijo nada. Simplemente asintió sin mediar palabra y acompañó al resto de su familia hacia el Distrito 6, sintiéndose especialmente observada. Nadie iba con semejante atuendo, lo que la incomodaba sobremanera. Un uniforme de entrenamiento no es la ropa más apropiada para ir a un evento de tal calibre, pero Danny conocía a su madre y era consciente de que sus réplicas caerían en balde. Si a ella se le metía algo en la cabeza, lo haría, por mucho que su hija estuviera en contra. ¿Sería así si hubiera ido a los Juegos? ¿Dejaría de pagar su frustración con Danny? Ella no tenía manera de averiguarlo, pero no podía evitar hacer algunas conjeturas al respecto.
Cuando llegaron al destino, Danny se separó de los demás habitantes del 2 que habían venido con ella. Le apetecía explorar un poco, aunque con su aspecto no lo iba a tener muy fácil, seguramente los habitantes de los distritos medios y bajos le darían de lado. Era consciente de que los profesionales no contaban con muchas amistades fuera de sus distritos, y menos en una fiesta donde se estaba celebrando la llegada, cada vez más cercana, de los próximos Juegos.
Iba algo despistada, observando sus alrededores, cuando un tumulto hizo que clavara sus ojos en el mismo. Se acercó con curiosidad, observando a un pequeño grupito que al parecer habían tenido una colisión entre ellos.
Daenerys C. Stormborn- Tributo
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Re: El principio de una fiesta || Skrill&Rowan&Nalha&Dae
Siempre había pensado que el destino escribía nuestra vida e un gran libro en nuestro corazón o en algún lugar invisible que, por orden de alguien especial, nunca podía ser descubierto, pero.. ¿de verdad la mentalidad de un niño pequeño de diez años sabría lo que pensaba? En una cosa siempre me llevaba la razón a mi "yo" infantil: El destino era cruel y la verdad era dura. Nunca me había pasado algo que fuese bueno, porque mi vida cargada de Bulling y de no ser igual a los de mi distrito, de ser un niño refinado y con un aire de debilucho, la perdida de mi hermano, la operación de garganta... todo me había cambiado tanto en mi vida que ahora no sabía lo que pensar de mi vida, más que echarle valentía para seguir como si nada, pensando solo en mi, en mi felicidad y en lo que quería seguir siendo. ¿Y en qué quería dedicarme que nadie, ni el mismísimo Rey, me quitarían de la cabeza? A la música y ha hacer sonreír a las personas. Esa era mi vocación.
Caminaba sin prudencia, como siempre, y no me fijé en las espaldas. ¿Quién tiene un ojo en la nuca? Si existiese ese ojo, yo sería el chico con el equilibrio y la tasa de accidentes más bajos de todos.
Topé con alguien por detrás que, a su vez, topó con otra persona, lo que hizo un colapso. Miré, sin pensarlo, hacía atrás para ver a la accidentada, la cual había sido topada por mi y otra chica y se le había caído una preciosa tarta que parecía de fresa y bastante deliciosa. Miré a la tarta, agachando la mirada con algo de culpa, y suspiré. "La tarta ha tocado suelo y fondo", pensé en mi tono de chiste para mi mismo, pero evité en no reírme y en mirar a la chica de cabellos café, la cual parecía apenada.
- Lo-lo siento, de verás. Te compraré otra. -Dije, sin quitar contacto visual con la del pelo café. Después me fije en la rubia, quien parecía también que había topado con la chica.- Lo siento.. -Repetí otra vez a la accidentada, sin saber que decir.
Y, pensando que no podía cagarla más, me eché dos pasos para atrás y comprobé que mi nivel del destino y de la casualidad eran impresionantes y que mi nivel de patosez era aun más extremo. Al parecer, pisé los pies de otra joven que se cruzó por detrás y eso hizo que me cayese hacía atrás, pues me echaba echando hacía atrás mientras le decía a las otras chicas que se esperasen, que compraría dos trozos de tarta y.. ¡zas! El tartazo me lo llevé yo al suelo, topando con otra joven de cabellos café más oscuros y traje negro, típico de entrenamientos.
- ¡JODER! -Me quejé al caer al suelo de culo y sentir mi móvil en mi bolsillo trasero por la parte trasera, levantándome a los segundos y reponiéndome.- Puto karma de los huevos, joder... -Volví a murmurar, con un tono de queja, mientras miraba la escena de las tres chicas mirándome en silencio.- Em... bueno, sí, que me voy a por la tarta y eso..
Y es que mi vergüenza me llevaba a irme y a no seguir perdiendo la dignidad... hasta que la voz de una de las chicas me detuvo, diciendo que me quedase con una risa que parecía de chiste, pero muy adorable para mi.
Caminaba sin prudencia, como siempre, y no me fijé en las espaldas. ¿Quién tiene un ojo en la nuca? Si existiese ese ojo, yo sería el chico con el equilibrio y la tasa de accidentes más bajos de todos.
Topé con alguien por detrás que, a su vez, topó con otra persona, lo que hizo un colapso. Miré, sin pensarlo, hacía atrás para ver a la accidentada, la cual había sido topada por mi y otra chica y se le había caído una preciosa tarta que parecía de fresa y bastante deliciosa. Miré a la tarta, agachando la mirada con algo de culpa, y suspiré. "La tarta ha tocado suelo y fondo", pensé en mi tono de chiste para mi mismo, pero evité en no reírme y en mirar a la chica de cabellos café, la cual parecía apenada.
- Lo-lo siento, de verás. Te compraré otra. -Dije, sin quitar contacto visual con la del pelo café. Después me fije en la rubia, quien parecía también que había topado con la chica.- Lo siento.. -Repetí otra vez a la accidentada, sin saber que decir.
Y, pensando que no podía cagarla más, me eché dos pasos para atrás y comprobé que mi nivel del destino y de la casualidad eran impresionantes y que mi nivel de patosez era aun más extremo. Al parecer, pisé los pies de otra joven que se cruzó por detrás y eso hizo que me cayese hacía atrás, pues me echaba echando hacía atrás mientras le decía a las otras chicas que se esperasen, que compraría dos trozos de tarta y.. ¡zas! El tartazo me lo llevé yo al suelo, topando con otra joven de cabellos café más oscuros y traje negro, típico de entrenamientos.
- ¡JODER! -Me quejé al caer al suelo de culo y sentir mi móvil en mi bolsillo trasero por la parte trasera, levantándome a los segundos y reponiéndome.- Puto karma de los huevos, joder... -Volví a murmurar, con un tono de queja, mientras miraba la escena de las tres chicas mirándome en silencio.- Em... bueno, sí, que me voy a por la tarta y eso..
Y es que mi vergüenza me llevaba a irme y a no seguir perdiendo la dignidad... hasta que la voz de una de las chicas me detuvo, diciendo que me quedase con una risa que parecía de chiste, pero muy adorable para mi.
Sonny J. Moore- Distrito 01
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Re: El principio de una fiesta || Skrill&Rowan&Nalha&Dae
Alguna fuerza extraña, que no sé de donde rayos proviene, al parecer había elegido este día como el justo en el que se me castigaría por todas las trastadas que les he hecho a mis hermanos desde... prácticamente desde que nacimos.
No había bastado sólo con el golpe que recibí a las espaldas, sino que también habían pasado por delante de mi un par de niños pequeños, que me chocaron por uno de los brazos. Tuve que inspirar lo más profundo que me fue posible para no decir algo inapropiado. La gente comenzaba a arremolinarse a nuestro alrededor, estaba casi segura que dentro de poco aparecerían por lo menos algunos vigilantes para cerciorarse de si la situación estaba bajo control.
— No voy a comenzar una escenita por una tarta, no voy a hacer rabieta por una tarta... — repetí una y otra y otra y otra vez dentro de mi mente para poder tranquilizarme.
Salí de mis pensamientos, al seguir escuchando las disculpas. Voltee para poder ver a la persona que seguía hablando — Fue un accidente... — el jodido destino en realidad, pero bah, a estas alturas no importa — No se preocupen, a cualquiera le pasa. Nada más... tiremos esa cosa — señalé lo que quedaba de tarta en el piso. Las disculpas sonaban sinceras, y sabía que no había sido su intención molestar. Debo de darme un reconocimiento por mantenerme en línea al no haber comenzado a gritar como usualmente le hacía a mis hermanos cuando sus comentarios lograban de sacarme de mis casillas.
De un instante a otro, vi como un chico se iba de bruces contra el suelo ... lo siento, pero esta vez no pude ir en contra de mi naturaleza y comencé a reír.Oh, ¿de verdad las cosas actuaban tan rápido? Parecía hasta una situación 'dominó' , donde un suceso comenzaba a desencadenar otros tantos.
— P-Perdonen... — ahora me tocó disculparme a mi entre risas... aunque poco me duró la gracia, ya que de tantas personas que se habían detenido a observar la situación, se abrieron paso dos vigilantes que vociferaron algo como "¡Qué demonios está pasando aquí!". Si alguien me lo pregunta, no sonaba a pregunta sino más bien parecía que exigían una respuesta.
Me acerqué a uno de ellos con aires inocentes para contestar — Nada, un accidente. Eso fue todo — sé que le prometí a Kira que haría de todo por no meterme en problemas, pero estos vigilantes estarían en uno si se atrevían a exagerar más la situación. Supongo que uno de ellos logró reconocerme -o al menos el parentesco que tengo con una de sus superiores- y por eso mismo dijo al otro que mejor regresaran a sus puestos.
— Tengan más cuidado la próxima ocasión. — murmuró el vigilante de mala gana antes de retirarse con su compañero. Y si, son de estas ocasiones en las que agradezco mi lazo sanguíneo con Kira.
Como sea, ¿ahora en qué estábamos?
No había bastado sólo con el golpe que recibí a las espaldas, sino que también habían pasado por delante de mi un par de niños pequeños, que me chocaron por uno de los brazos. Tuve que inspirar lo más profundo que me fue posible para no decir algo inapropiado. La gente comenzaba a arremolinarse a nuestro alrededor, estaba casi segura que dentro de poco aparecerían por lo menos algunos vigilantes para cerciorarse de si la situación estaba bajo control.
— No voy a comenzar una escenita por una tarta, no voy a hacer rabieta por una tarta... — repetí una y otra y otra y otra vez dentro de mi mente para poder tranquilizarme.
Salí de mis pensamientos, al seguir escuchando las disculpas. Voltee para poder ver a la persona que seguía hablando — Fue un accidente... — el jodido destino en realidad, pero bah, a estas alturas no importa — No se preocupen, a cualquiera le pasa. Nada más... tiremos esa cosa — señalé lo que quedaba de tarta en el piso. Las disculpas sonaban sinceras, y sabía que no había sido su intención molestar. Debo de darme un reconocimiento por mantenerme en línea al no haber comenzado a gritar como usualmente le hacía a mis hermanos cuando sus comentarios lograban de sacarme de mis casillas.
De un instante a otro, vi como un chico se iba de bruces contra el suelo ... lo siento, pero esta vez no pude ir en contra de mi naturaleza y comencé a reír.Oh, ¿de verdad las cosas actuaban tan rápido? Parecía hasta una situación 'dominó' , donde un suceso comenzaba a desencadenar otros tantos.
— P-Perdonen... — ahora me tocó disculparme a mi entre risas... aunque poco me duró la gracia, ya que de tantas personas que se habían detenido a observar la situación, se abrieron paso dos vigilantes que vociferaron algo como "¡Qué demonios está pasando aquí!". Si alguien me lo pregunta, no sonaba a pregunta sino más bien parecía que exigían una respuesta.
Me acerqué a uno de ellos con aires inocentes para contestar — Nada, un accidente. Eso fue todo — sé que le prometí a Kira que haría de todo por no meterme en problemas, pero estos vigilantes estarían en uno si se atrevían a exagerar más la situación. Supongo que uno de ellos logró reconocerme -o al menos el parentesco que tengo con una de sus superiores- y por eso mismo dijo al otro que mejor regresaran a sus puestos.
— Tengan más cuidado la próxima ocasión. — murmuró el vigilante de mala gana antes de retirarse con su compañero. Y si, son de estas ocasiones en las que agradezco mi lazo sanguíneo con Kira.
Como sea, ¿ahora en qué estábamos?
Nahla M. Kubler- Capitolio
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Re: El principio de una fiesta || Skrill&Rowan&Nalha&Dae
Me sentía tan avergonzada, que era mas que obvio que el color rojo se me subió a la cara. Estaba tan avergonzada de lo que había pasado solo me puse a levantar lo que mis hermanos habían tirado.
Pero al parecer no solo había sido culpa mía, al parecer otro joven también había chocado con esta chica.-No creo que fue culpa mia, bueno de mis hermanos..
No sabia como reaccionar ante tal situación toda la gente se acerco hacia nosotros para observar, pero no creo que lleguemos a los golpes así que los ignore, levante los platos tirados y los tire al bote de basura mas cercano vi que sus zapatos estaban manchados. -Ah, tus zapatos están sucios, ah quieres que los limpie., estaba toda sonrojada.
El otro chico que estaba involucrado, fue a comprar otros platos de comida, sin mas ni menos los compro, cose que me pareció raro ya que no muchos reaccionarían así. Me sentía mal de todas formas que le daria la mitad del dinero al chico por los platos de comida
-Oye, cuanto te debo de los platos, de comida deja te doy la mitad de lo que pagaste
Pero al parecer no solo había sido culpa mía, al parecer otro joven también había chocado con esta chica.-No creo que fue culpa mia, bueno de mis hermanos..
No sabia como reaccionar ante tal situación toda la gente se acerco hacia nosotros para observar, pero no creo que lleguemos a los golpes así que los ignore, levante los platos tirados y los tire al bote de basura mas cercano vi que sus zapatos estaban manchados. -Ah, tus zapatos están sucios, ah quieres que los limpie., estaba toda sonrojada.
El otro chico que estaba involucrado, fue a comprar otros platos de comida, sin mas ni menos los compro, cose que me pareció raro ya que no muchos reaccionarían así. Me sentía mal de todas formas que le daria la mitad del dinero al chico por los platos de comida
-Oye, cuanto te debo de los platos, de comida deja te doy la mitad de lo que pagaste
Rowan W. Mayfair- Tributo
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Re: El principio de una fiesta || Skrill&Rowan&Nalha&Dae
Desde su discreto segundo plano, Danny pudo ver con total tranquilidad como el hombre que había caído al suelo clavaba sus ojos en su atuendo. ¿Habría reconocido el uniforme? No le sonaba de su distrito, pero bien podría ser de otro de los distritos profesionales, aunque no estaba segura de que si en el 1 o en el 4 usaban uniformes para los entrenamientos. Había estado en la academia del 1, pero si mal no recordaba, los chicos iban cada uno con la ropa que querían, y en cuanto al 4... bueno, tampoco se había molestado nunca en ir. Le habían dicho que en ese distrito no había academia, sino una zona preparada para los entrenamientos, una especie de pequeño llano. En comparación con su distrito, aquello era bastante precario.
Algo sorprendida de sus pensamientos, sacudió levemente la cabeza. Estaba comenzando a pensar como su madre, analizando a los demás con los que se topaba solo en relación a los Juegos. ¿Tanto le habían comido la cabeza como para que se centrara en ese aspecto solamente? Si seguía así, iba a acabar siendo alguien como ella, una persona resentida y malhumorada que solo veía a los demás como fichas que usar en los Juegos del Hambre.
Lo que Danny no se esperaba era que algunos Agentes de la Paz hicieran acto de presencia, con sus inconfundibles uniformes blancos. Intentó imaginarse a su padre en sus años de servicio, cuando vestía como aquellos que habían aparecido. La imagen de su progenitor, con sus rasgos duros, en semejante uniforme, le resultó imponente; seguro que cuando lo veían venir, la gente se amilanaba. Era hoy en día, cuando ya no vestía de blanco, y seguía imponiendo...
No se quedaron mucho, pues una de las chicas, con aire de ser del Capitolio, sobre todo por su acento, los despachó. Poco después, otra chica, no sabía de donde por su acento, se ofreció a limpiarle los zapatos debido a que, al parecer, la caída había sido por culpa de sus hermanos. ¿Qué manera de doblegarse era esa? Danny jamás haría tal cosa, había sido educada de tal modo que, de ocurrir tal situación, se levantara con el máximo orgullo posible y tratara de esquivar la culpa. Jamás se arrastraría para limpiarle los zapatos a nadie.
-Veo que vais mal de habilidades motrices-dijo simplemente, en su habitual tono neutro. Una regla de oro para no provocar a los demás era usar un tono de voz simple, sin emoción alguna, que no pudiera ser interpretado como burla o amenaza. Le habían inculcado que al amenazar lo hiciera de modo sutil, deslizando entre las palabras pequeñas advertencias, pero no estaba en la situación de hacer eso, a fin de cuentas solo había hecho un comentario.
Algo sorprendida de sus pensamientos, sacudió levemente la cabeza. Estaba comenzando a pensar como su madre, analizando a los demás con los que se topaba solo en relación a los Juegos. ¿Tanto le habían comido la cabeza como para que se centrara en ese aspecto solamente? Si seguía así, iba a acabar siendo alguien como ella, una persona resentida y malhumorada que solo veía a los demás como fichas que usar en los Juegos del Hambre.
Lo que Danny no se esperaba era que algunos Agentes de la Paz hicieran acto de presencia, con sus inconfundibles uniformes blancos. Intentó imaginarse a su padre en sus años de servicio, cuando vestía como aquellos que habían aparecido. La imagen de su progenitor, con sus rasgos duros, en semejante uniforme, le resultó imponente; seguro que cuando lo veían venir, la gente se amilanaba. Era hoy en día, cuando ya no vestía de blanco, y seguía imponiendo...
No se quedaron mucho, pues una de las chicas, con aire de ser del Capitolio, sobre todo por su acento, los despachó. Poco después, otra chica, no sabía de donde por su acento, se ofreció a limpiarle los zapatos debido a que, al parecer, la caída había sido por culpa de sus hermanos. ¿Qué manera de doblegarse era esa? Danny jamás haría tal cosa, había sido educada de tal modo que, de ocurrir tal situación, se levantara con el máximo orgullo posible y tratara de esquivar la culpa. Jamás se arrastraría para limpiarle los zapatos a nadie.
-Veo que vais mal de habilidades motrices-dijo simplemente, en su habitual tono neutro. Una regla de oro para no provocar a los demás era usar un tono de voz simple, sin emoción alguna, que no pudiera ser interpretado como burla o amenaza. Le habían inculcado que al amenazar lo hiciera de modo sutil, deslizando entre las palabras pequeñas advertencias, pero no estaba en la situación de hacer eso, a fin de cuentas solo había hecho un comentario.
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Re: El principio de una fiesta || Skrill&Rowan&Nalha&Dae
Si se que decirle a aquella chica que limpiaría sus zapatos era humillarme demasiado pero la chica era del capitolio y de seguro traía consigo a agentes de la paz.
No quería que mi familia terminara en la prisión por un breve accidente. Se que parecía una tonta por lo que estaba haciendo.
Pero quería que mi estancia aquí fuera tranquila
No quería que mi familia terminara en la prisión por un breve accidente. Se que parecía una tonta por lo que estaba haciendo.
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Rowan W. Mayfair- Tributo
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Ideología : En contra del Capitolio
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Re: El principio de una fiesta || Skrill&Rowan&Nalha&Dae
Había pasado de todo en unos segundos. Mientras yo me tropezaba, unos agentes de la paz se asomaban a oler que estaba pasando. ¡Lo que faltaba! Los agentes de la paz a mi me la sudaban, literalmente, pues no podían hacerme nada. Mi persona era comparada a las personas del Capitolio, gracias a mi fama con la música y a la familia por parte de mi madre, la cual venía de ahí aunque prefería quedarme en el distrito uno y no decir que era como los del Capitolio. Tenía una cierta manía al Capitolio desde que mi madre se separó de mi padre... ¡y con razones, ahí era tratado como un niño idiota que sufría bulling! Aunque en todas partes sufría bulling, hasta en el distrito uno por ser bajito y sin fuerza.
Me levanté y no hice caso a los agentes de la paz, pues solo fueron a preguntarle a la chica de cabellos castaños la cual había tirado su pastel. Yo solo presté atención en levantarme, asegurarme que ninguna de mis pertenencias de mis bolsillos cayeron y mirar a la chica con la que me había tropezado, la cual hizo un comentario un tanto despectivo a mis habilidades motrices, pero solo bufé. ¡Había sido ella quien se había metido por en medio! Pero, como siempre, yo quedaba como el bajito y el debilucho, lo cual no permití, pues solo me giré, dando la espalda a las dos chicas de antes, y miré a la chica de reojo y con una sonrisa un tanto sarcástica. Antes de me volviese a marchar unos momentos para ir a un puesto donde vendían unos pasteles donde, al perecer, se había pasado la otra chica a comprarse su pastel de fresa, comenté por lo bajo.
- Bueno, yo por lo menos no voy haciendo que la gente se tropiece. -Bufé y refunfuñe mientras me marchaba a comprar el pastel a la chica en un puesto que había en la cera de la derecha, a unos pasos alejados, sin mirar a la otra joven con la que me había tropezado, pero con ganas de dejarla más callada.
Con todo este lío de el encuentro con las chicas me olvidé por completo de esa verdadera gente que me seguía y sabía quien era.. y, ahora, no podía estar de incógnito, pues gritaban mi nombre.
Me levanté y no hice caso a los agentes de la paz, pues solo fueron a preguntarle a la chica de cabellos castaños la cual había tirado su pastel. Yo solo presté atención en levantarme, asegurarme que ninguna de mis pertenencias de mis bolsillos cayeron y mirar a la chica con la que me había tropezado, la cual hizo un comentario un tanto despectivo a mis habilidades motrices, pero solo bufé. ¡Había sido ella quien se había metido por en medio! Pero, como siempre, yo quedaba como el bajito y el debilucho, lo cual no permití, pues solo me giré, dando la espalda a las dos chicas de antes, y miré a la chica de reojo y con una sonrisa un tanto sarcástica. Antes de me volviese a marchar unos momentos para ir a un puesto donde vendían unos pasteles donde, al perecer, se había pasado la otra chica a comprarse su pastel de fresa, comenté por lo bajo.
- Bueno, yo por lo menos no voy haciendo que la gente se tropiece. -Bufé y refunfuñe mientras me marchaba a comprar el pastel a la chica en un puesto que había en la cera de la derecha, a unos pasos alejados, sin mirar a la otra joven con la que me había tropezado, pero con ganas de dejarla más callada.
Con todo este lío de el encuentro con las chicas me olvidé por completo de esa verdadera gente que me seguía y sabía quien era.. y, ahora, no podía estar de incógnito, pues gritaban mi nombre.
Sonny J. Moore- Distrito 01
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Re: El principio de una fiesta || Skrill&Rowan&Nalha&Dae
Muy bien, todo esto comenzaba a tomar un giro del todo extraño. Ni siquiera en casa mis hermanos se ofrecían de ese modo a limpiar mis cosas aunque ellos tuviesen la culpa, pero ahora una joven rubia se veía sumamente avergonzada por lo que sus hermanos menores habían hecho. ¿Cuántas veces tendré que estar repitiendo que todo esto era un accidente? Hmm... tal vez si me pegaba un cartel a la ropa probablemente así se comprendería.
— Gracias por tirar el plato. Con eso basta, no es necesario que limpies nada, sólo ha sido una mancha pequeña — comenté, para acabar con el asunto de una buena vez. Giré la vista en busca del chico con el que tropecé en un inicio, pero justo cuando iba a decir algo, oí el comentario de otra persona que formaba parte de la escena. Mis ojos se clavaron -literalmente, por favor- en ella y arqueé una de mis perfectas cejas, ¿era día de disfrazarse o qué?
... bueno, mejor olvidar lo último, que en el Capitolio cada día al parecer nacen nuevas y raras tendencias.
Sin embargo, no se podía dejar de lado que ella llevaba lo que parecía ser un uniforme, suponiendo que fuese de los distritos altos ya que era raro que alguien de distrito bajo se estuviese exhibiendo de esa manera antes de que comenzaran los juegos. Hasta donde tengo entendido -y de las cosas que recuerdo que decía mi madre- es que para los primeros distritos suele ser todo un orgullo ser partícipes en los juegos... ganar o morir ya era cuestión del destino; mientras que para los últimos distritos, ser elegido durante tiempos de cosecha era la peor de las suertes a las que podías someterte, y a menos que no existiese un motivo fuerte no muchos se presentaban a voluntarios.
Luego de mi análisis, que puede que fuese largo pero en realidad sólo le mantuve la mirada durante escasos segundos, volví a buscar al chico con la vista. Él, de momento, se encontraba de espaldas — Hey, no es necesario que compres otra — alcé la voz, para que pudiese escucharme entre la multitud que repentinamente comenzaba a formarse y se volvía cada vez más ruidosa... ¿ahora quién provocó otro accidente?
Vociferaban un nombre, tratando de llamar la atención de alguien. Incluso algunas jóvenes se empujaban entre ellas diciendo cosas como "No, háblale tú primero", "¡Mira! ¡Te dije que vendría!", entre otras tantas palabras. Nuevamente me quedé en mi sitio, intentando reconocer a cual de todas las personas estaban señalando.
— Gracias por tirar el plato. Con eso basta, no es necesario que limpies nada, sólo ha sido una mancha pequeña — comenté, para acabar con el asunto de una buena vez. Giré la vista en busca del chico con el que tropecé en un inicio, pero justo cuando iba a decir algo, oí el comentario de otra persona que formaba parte de la escena. Mis ojos se clavaron -literalmente, por favor- en ella y arqueé una de mis perfectas cejas, ¿era día de disfrazarse o qué?
... bueno, mejor olvidar lo último, que en el Capitolio cada día al parecer nacen nuevas y raras tendencias.
Sin embargo, no se podía dejar de lado que ella llevaba lo que parecía ser un uniforme, suponiendo que fuese de los distritos altos ya que era raro que alguien de distrito bajo se estuviese exhibiendo de esa manera antes de que comenzaran los juegos. Hasta donde tengo entendido -y de las cosas que recuerdo que decía mi madre- es que para los primeros distritos suele ser todo un orgullo ser partícipes en los juegos... ganar o morir ya era cuestión del destino; mientras que para los últimos distritos, ser elegido durante tiempos de cosecha era la peor de las suertes a las que podías someterte, y a menos que no existiese un motivo fuerte no muchos se presentaban a voluntarios.
Luego de mi análisis, que puede que fuese largo pero en realidad sólo le mantuve la mirada durante escasos segundos, volví a buscar al chico con la vista. Él, de momento, se encontraba de espaldas — Hey, no es necesario que compres otra — alcé la voz, para que pudiese escucharme entre la multitud que repentinamente comenzaba a formarse y se volvía cada vez más ruidosa... ¿ahora quién provocó otro accidente?
Vociferaban un nombre, tratando de llamar la atención de alguien. Incluso algunas jóvenes se empujaban entre ellas diciendo cosas como "No, háblale tú primero", "¡Mira! ¡Te dije que vendría!", entre otras tantas palabras. Nuevamente me quedé en mi sitio, intentando reconocer a cual de todas las personas estaban señalando.
Nahla M. Kubler- Capitolio
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