Tragedia o desgracia, nadie se salva || Lance S.

Día: 1
Hora: 6:20 pm



Había llegado hace un par de horas atrás al distrito 6, desde el primer momento en que puse un pie acá mi padre y mi hermano fueron a saber a donde, en busca de 'cosas interesantes' ¿Qué podría haber de interesante en un distrito como este? Por otro lado mi madre se había reunido con un grupo de sus amigas del distrito, con la cual se fue de parloteo, mejor... quería estar sola. No soportaba tenerles cerca por mucho tiempo, quería poder hacer mis propias cosas y es obvio que con mis padres pegados a mi como chicle eso no se puede.

Luego de ir al cuarto en el que me había quedado hospedada, de tomar un merecido baño y cambiar mis ropas. Como aún era de día me puse una ropa formal, nada de extravagancia, quería caminar y odiaba que no pudiera hacerlo con los vestidos apretados, eso solo los usaría en la noche, cuando lo bueno empezaba realmente, por ahora me conforme con ponerme un vestido holgado de color verde, medias y unos botines, pese a que no era lo último en moda sí que se miraba mucho mejor que los atuendos de los distritos bajos. Amarré mi cabello en un moño y salí de la habitación con rumbo a donde mis pies me llevaran.

Termine en la zona vip, note como varios espectáculos ya habían comenzado y a través de los ventanales vi bastante movimiento a las afueras donde yacían los juegos mecánicos – hmmp – tal vez hubiera sido una buena idea ir, pero el tan sólo pensar que me encontraría con algún doce u once se me quitaban las ganas, luego parecían hablarte como si fueras de su mismo nivel, por eso prefería estar acá, por lo menos sabía que en cierta forma estaban al mismo nivel. Decidí dejar de ver por la ventana e irme en busca de algo que satisficiera mi diversión.

Mientras caminaba visualice varios espectáculos, algunas dramatizaciones, obras de teatro, concursos, apuestas… ¿tan temprano? Valla, sí que no perdían tiempo. Entre otras cosas más, me fui parando en cada uno de esos lugares pero como nada me complació del todo seguí mi camino. Un leve sonido hizo que recordara que no había desayunado, primero porque me la pase arreglando mis cosas que se me había olvidado, creo que era justo que mi estómago recibiera su bien merecida merienda.

Llegué hasta donde una de las mesas se encontraba servida de una manera bastante ostentosa, había comida de todos tipos para elegir, pastas, sopas, carnes, postres… todo un sinfín de platillos, lo que hacía bastante difícil la elección. Tomé un platillo y deambule de aquí para allá a lo largo de la mesa, tome un poco de ensalada para comenzar, un poco de pasta que se veía realmente buena… y unos trocitos de carne que igual tenían una buena pinta. Deje mi plato a un lado mientras me revisaba las bebidas, no quería algo que tuviese alcohol, sería humillante que al llegar la noche estuviera hasta el tope, además mi madre me mataría ¡Sí! Ella es muy exigente en eso, dice ‘mente sana en cuerpo sano’ yo sé que lo ha leído en algún lugar, pero aun así trato de hacerle caso… - Creo que con un batido frio bastara – me dije a mi misma mientras tomaba uno de manzana – vengo luego por el postre - Miré el reloj de salón, al parecer la gente comenzaba a movilizarse...por lo que me apresure en ir por una mesa, no pensaba quedarme de pie.

Tenía planeado comenzar a degustar mi comida pero era obvio que una fuerza mayor impedía que complaciera mi pequeño capricho ya que la voz de alguien irrumpió en mi burbuja, haciéndome un comentario de lo más estúpido, a mi parecer. – Porque es la escapatoria de los débiles y la perdición del más honrado – solté en un comentario mientras alzaba mi rostro en busca de quien se halla atrevido interrumpir mi festín. – ¿Cuál es tu excusa? – la cara de aquel desconocido confirmaba mi suposición, no tenía buena pinta y, sus palabras iban impregnadas del amargo olor a licor.

Luego reparé en mi error, no tenía que hablarle así a la gente, no cuando estas podían ser importantes y si él estaba en este lugar algo de ello debería de tener, lo mire por otro rato tratando de reconocerle de algún lado, pero no pude hacerlo; no era ningún mentor, ni nadie de mi distrito… quedaba la opción de ser acompañante de algún mentor, pero él parece moverse con bastante libertad por el lugar, lo que nos deja la opción del Capitolio

“Maldición” es de allí donde salen nuestros patrocinadores, debería tener más cuidado con mis palabras si lo que quería era sus ayuda en un futuro. – Bueno, deberá disculparme por mi comentario de bienvenida pero tengo una buena excusa, esa es que en verdad tengo hambre y como no he comido, me pongo de mal humor si no como – dije y me encogí de hombros, tampoco comenzaría a ponerme de colegiala lambe-medias, no iba conmigo.

– ¿Es mío? – señale el pastel – Si es así quizás te perdone, si no... - Hice una mueca divertida, que lo interpretara como quisiera hacerlo. – ¿Gustas sentarte? – no tanto por cortesía, si no porque odiaba mirar hacía arriba, además, tal vez y me divertía un rato, mi madre me exigía y me prohibía varias cosas, entre una de ellas estaba el que no me acercara aun capitoliano más de lo que debía; ella suele decir en que son como el fuego, importantes para el avance, pero incontrolables y peligrosos, jugar con ellos hace daño... yo quiero saber cuanto – Y dígame persona desconocida ¿Piensa presentarse acaso?– arquee mi ceja y tomé un sorbo de mi bebida en espero de lo que fuese a decir.

Levante un ceja tratando de procesar y entender todo lo que había dicho pero solo se me paso algo por la cabeza al tener contacto visual "No me mires con esos pequeños ojos fisgones." Arrogante, pero lo debía haber previsto después de todo los rumores aquí vuelan acerca de todo el mundo y según recuerdo no es con un caramelito con el que lidio. -Humm...Me gusta sentirme como un muerto viviente.- ¿Que tiene el mundo en contra de que yo beba? Soy solo de la idea que beber mucho te hace sentir menos.

Acomode mi cabello y fije mis orbes azules en ella, estoy obsesionado con los tributos pero los ganadores son distintos tienen algo que deja de gustar, es triste, las cosas buenas terminan tan rápido o es que ¿Acaso yo no veo las cosas de la misma manera?

Relamí mis labios y sonreí ante su comentario. -Si, por supuesto.-Levante rápidamente las cejas y supongo que se podía oler el sarcasmo de aquí a cinco metros. -En fin, el hambre causa ese efecto.-Mordí mi labio inferior. -Claro que es suyo aunque.-Metí el dedo en la parte superior y me lo lleve a la boca. -Espero no le importe pero soy débil por las cosas dulces. Me senté al momento de oír su ofrecimiento y por supuesto no podía dejar pasar el comentario que había echo. -Nahh, no se moleste en pensar en perdonarme...Créame que no me quitara el sueño.- Sonreí de forma inocente o al menos aparentando aquello. ¿Que recordaba de Roxane Kramer? No mucho, las cosas siempre se hacen borrosas conmigo, no es por el alcohol ¡Claro que no! el estrés que tengo en casa es demasiado, ¿Le gustan las fiestas? "Ugh..." No se y creo que hago intentos en vano en tratar de recordar. -La verdad es que no, no pienso hacerlo.- Me recosté en una de mis manos y rápidamente me fije en un tipo que llevaba bebidas, al menos el hombre supo leer mi desesperación y me puso una copa en la otra mano. -Si desea saber mi nombre tendrá que hacer un mejor intento.- Tome un sorbo de la copa. -Pero basta de hablar de mi ¿Porque no respondiste mi pregunta anterior?- Seguiría terco toda la noche si ella no me respondía, era la única sin una copa en toda la fiesta. -Te juro que no es tan malo.-Le di otro sorbo.

Arquee una ceja ante su comentario ¿Muerto viviente? Traducción… quiero ahogar mis penas. – Ya – solté sin mucho ánimo. Lo que era raro, ese chico podía suponer que es del Capitolio ¿Qué era lo que tenía que ahogar bajo litros de alcohol? Creía que eran las personas hipócritamente más felices. ¿Acaso le ha cortado la pareja? ¿Se le rompió una uña? ¿Oh papi no le ha dado el juguetito que quería? ¡Qué va! uno se encuentra de todo.

Él me miro, yo le mire. Azul contra verde choco. Estaba a punto de soltar un ¡QUE! ¿Es que traigo mutos en la cara? Pero por suerte él hablo contestando y yo callé.

Ok, el pastelito al parecer si era mío, eso fue bueno hasta que el sujeto le metió el dedo, hubiera hecho un trágico pucherito ante esa escena si no fuera porque realmente estaba cabreada por su acción. Me podía que la gente se pusiera a desperdiciar las cosas dulces, sí, justo como mi encuentro con la loca del 10, debí haber hecho que lambiera el helado del piso. – No hay problema, lo entiendo – dije mientras apartaba mi plato de comida (al demonio, las verduras podían esperar) y jalaba el del pastel, todo esto claro… sin bajarme de mi nube de chica güay. Tome una cuchara y la sumergí en el pastelito, metí un poco a mi boca y… joder ¡Era el puto paraíso! Me recrimine mentalmente cuando me di cuenta que había comenzado a hacer uso de un vocabulario de pobretón del 12. Mientras daba cucharazos a mi pastel escuche que respondía a mi anterior comentario "Chico tonto, con que creyéndose la gran cosa ¿eh?"

Imite su dulce sonrisa y comencé a mover mi cucharilla de un lado para otro - Que bien, porque no tenía ganas de hacerlo - ¡redoblen tambores! Al demonio con los patrocinadores.... que Oswald se acueste con cuanta mujer pueda para conseguir sus patrocinio, yo no iba a dejar ser pisoteada por este tipo, me vale tres pepinos quien sea.

Seguí disfrutando de mi pastel mientras oía de nuevo la nada agradable contestación del chico, le miré sin decir nada y di otro bocado a mi pastel ¿Saben ustedes lo tan complicado que es mantener sus fachada de chica dura mientras se llenan la boca de betún y fresas? bueno, pues yo le pongo empeño. Cada bocado que daba era una explosión de sabores dulces, joder, si que me estaba esforzando por no sonreír como niña de primaria mientras paladeaba el betún.

Gracias al cielo el chico hizo una pregunta y yo deje de reprimir mis ánimos de sonreír - Por que si quieres obtener la respuesta tendrás que hacer un mejor intento que este - Arquee las cejas. - Hmmm -Di otra mordida a aquel delicioso manjar y luego apoye mi mejilla en una mano para lanzar una mirada por todo el lugar, luego sonreí. - ¿Quieres arreglar este desacuerdo de una manera entretenida? -

- Retos, quien gane tres de cinco debe dar su respuesta.- Luego pensé algo más - Si yo pierdo buscaré una bebida con alcohol que me agrade y aceptaré que lo que dices es cierto y que mi opinión sobre que es un atroz monstruo es la equivocada. Si yo gano me consigue la receta del pastel - ¿Qué esperaban? lo había planeado sobre la marcha, simplemente no quería ir a la cocina y pedir la receta, eso no era al que Kramer haga.

- ¿Aceptas o me tienes miedo? -

¿Que tienen estos vencedores que me encanta tanto? No les quiero besar los pies como la mayoría de la gente del capitolio mas bien quiero ver algo a través de sus ojos algo que veía en mi ma..."Mierda."

Deseaba soltar una carcajada al ver su rostro pero me limite a solo sonreír descaradamente mientras ella contestaba. -Muy buena chica.- Conversaciones con mujeres como ellas me recuerdan a Nahla aunque nadie se le compara a ese dolor de cabeza aun a estas fechas me pregunto como sigo soportándola desde que somos bebes "Hay, la nostalgia es una mierda..." de un momento a otro la niña quito el pastel enfrente mía y comenzó a devorarlo no se porque de algún modo eso me molesto aunque ahora que lo pienso eso de molestarse es una emoción para aquellos que les importa...Lo que hiciera o dejara de hacer me daba igual. -Me encanta la honestidad no la comparto pero me gusta.- No pude evitar brindarle mi mejor sonrisa mientras me acomodaba en mi silla no se porque pero siento que mi presencia no es del todo bienvenida, que bueno que eso no me importa. -Humm, no me retes que tengo mas trucos bajo la...¿manga? si...la manga.-Aunque para ser sincero creo que esta noche no jugaría a su juego pero quien sabe tal vez de paso me gustaria esta chica después de todo su actuación en la arena fue sumamente espectacular y ya con eso me había conquistado anteriormente. -Me gusta como suena eso, te escucho.- Metí nuevamente mi dedo en el pastel que ella ahora tenia enfrente y fije mis ojos en ella ¿Que tan joven sera? Las preguntas venían a mi cabeza en el momento en que pase mis ojos por sus rosadas mejillas.


-Ughh...-Mi gemido no había sido de desagrado sino de emoción, apuestas, apuestas y mas apuestas si algo amo es hacer esto. -Bien acepto.- No podía decir que no era, inevitable ademas una mujer no puede retar a Lance Sterben Kubler y quedarse con la suya. -Muy graciosa con eso de "Miedo..."- Aunque por juzgar por como mato a sus contrincantes en los juegos del hambre en donde participo debería tenerlo pero la vida apesta y hay que aprender a convivir con esa clase de situaciones a diario. -Parece que ya lo tiene todo en mente así que dígame ¿Como quiere perder?- Me recosté en una de mis manos mientras esperaba alegremente su respuesta, debía jugar bien mis cartas porque podía darme una sorpresa, últimamente mi racha se vino abajo desde el día en que Kira volvió a casa y tambien desde el encuentro de con la Princesa "Tienen algo contra mi..." Las mujeres con las que me topo solo dejan una marca dolorosa en mi vida.

Arrugue la nariz cuando dijo 'buena chica' no soy ningún perro como para que me salga con ese comentario, aunque no comenzaría a pelear por cosas triviales así que simplemente le ignore. - ¿Eh? Acaso eres algún tipo de mentiroso en potencia - pregunte mientras arqueaba una ceja en modo interrogante. - Que bien que te guste porque soy una persona bastante sincera - En demasía, a tal grado que la mayoría preferiría escuchar por parte de mi una mentira piadosa a la cruda y cruel verdad, pero es más interesante decir la verdad... se sufre más al escucharla.

Sonreí cuando el acepto escuchar mi propuesta, eso era bueno al parecer no pasaría mi tarde aburriéndome. Tal vez debería agradecer la presencia de aquel sujeto, claro... sólo tal vez. Me limitaría a poner en marcha alguno de mis planes contra la rutina. - Genial, con que tenemos acá a un chico valiente... o lo suficientemente tonto - sonreí, vamos... era mejor poner turbia el agua, ya vería si este chico es tan relax como se ve o realmente dice la verdad sobre que no es honesto ¿Algo raro, no?

Mi sonrisa se ensancho en cuanto acepto lo de la apuesta, joder... en cualquier momento comenzaría a pegar de brincos por todo el maldito lugar... " Cálmate, Kramer.... " - Por supuesto - me cruce de brazos - Dejar al contrincante acorralado siempre es un buen método y palabras muchas veces son las únicas que bastan- Yo nunca fui del tipo de tributo que sobresalió por una sorprenderte fuerza brutal, a diferencias del muchos del uno que se caracterizan por la fuerza física y deseos incontrolables por la sangre yo había sido más del tipo fría y calculadora, desde que puse un pie en esa arena cada uno de mis movimientos fue calculado, sabía mis puntos débiles los cuales también sirven si sabes como usarlos a tu favor.

Cuando él menciono sobre mis ideas comencé acercarmele sobre la mesa lo que me dejo casi recostada en esta, por suerte había retirado antes el plato vació donde alguna vez hubo un pastel. - Pene - susurre con una sonrisa burlona. - Quien grite más fuerte pene gana... el primero que se rinda por la pena pierde ¿Qué dices? te dejaré escoger el siguiente juego para que mires lo considerada que soy - sonreí y luego regrese a mi lugar.

- No te escucho gritar...-

Y yo que pensé que por venir de un distrito seria mas mansa pero como ya ha sido ganadora seguramente cree que este es su mundo, ha de ser triste engañarse a si mismo. -Bueno no lo se ¿Escuchaste mi comentario anterior?- Mentiroso es una palabra muy fuerte por eso preferí omitirla. -Ouh ¿Así que te gusta decir la verdad? Me gusta.- Las mentiras brotaban de ella, se bien que estar aquí conmigo no es algo que le agrade del todo pero aquí esta siendo hipócrita como todos los que estamos aquí, odio este vasallaje ha sido tan aburrido y no he tenido tiempo de ver a mi hermosa familia hasta siento que ya me hacen faltas algunos regaños por parte de Kira. -La verdad es la verdad ¿No? rara vez pura y nunca simple.- Me encantaba eso de que no había pureza en la verdad, se sentía mas excitante saber la verdad ahora o mas bien se sentía excitante saber que verdades tenia la hermosa Roxana Kramer.


-No eres nada graciosa querida.-Susurre y volví a tomar un poco de mi vigorizante bebida. -Cuando juego algo es porque voy a ganar.- Sonríe y no deje de verle esos impactantes ojos que tenia ¿Pero que veo? ¿Inocencia aun acaso? espero y no porque me parecería una lastima.

Me encanto lo que dijo tenia un don con las palabras de eso no había duda. -Me gusta como piensas Roxana.- Ahora debo ser sincero sin duda es la personas mas interesante que he conocido en un bar o mejor dicho en todo el capitolio. -Me matas de la ansiedad, dime ya por favor.- ¿De que seria el juego? Obviamente deseaba algo de mi pero yo tambien ya comenzaba a buscar mis propios fines.

Hay que darle un 8 por la manera tan sensual en la que se acerco en la mesa
y un 9 por el vocabulario vulgar, me encanta ¿Como no la conocí antes? La suerte estaba de mi favor por esta vez eso era obvio. -Este reto es un chiste, debiste elegir algo mas casi me tenias a tu merced.-

No me importa lo que piensen estas personas ¡Yo nunca pierdo una apuesta!
Oh, ya me escucharas...- Me levante de la mesa con botella en mano mire a todo el mundo alrededor mio y alce la botella hacia arriba. -¡PEEEEENEEEEEEEE!- Grite y tome un trago enorme desde la botella al terminar solo sonreí ante los presentes algunas chicas parecían ahora ser mis fans porque comenzaban a reír y mirarme furtivamente con mirada lasciva. -Salud, amigos míos.- Aunque yo ya había tomado mi trago, me devolví a mi lugar y mire a Roxana con mi mejor sonrisa. -¿Estas contenta? Si querías verlo solo tenias que decirme no hacerme gritar.- No debió hacerme gritar sus deseos ahora tendría a miles de capitolinos mirándome toda la noche pero no importa.


-Te gusto o ¿Quieres mas?- Pase mi lengua por mi labio inferior y acomode mi corbata. -Como sea es mi turno y no te haré gritar no por ahora.-Le guiñe el ojo y esta vez fui yo quien se acerco a ella. -¿Con quien desearías acostarte esta noche si pudieras elegir entre los presentes?-Dijo que era sincera así que vamos a probar si eso era cierto.

Oh, la verdad… todo el mundo la exige pero cuando la tienen enfrente muchos la niegan, es divertido… ver las caras distorsionadas y las sonrisas apagadas cuando una verdad dolorosa brotaba, oh no, no soy ninguna masoquista o loca que disfrute totalmente de cosa así, pero no niego que de vez en cuando es entretenido esto, y más cuando le sucede a una persona que dice ‘buscar la verdad’ tengo muchas imágenes en mi rostro de gente que luego de obtener su preciada ‘verdad’ se negaban a reconocerla por lo tan dolorosa que era. – Nunca es simple, no hay duda de ello. –

-¡He! Alto… ¿Cuándo dije que era graciosa, querido? – repuse con el mismo tono ante su comentario. – Cuando yo juego algo también lo hago para ganar –creo que eso es bastante obvio y no es necesario exponer el hecho de que gane los juegos ¿no? Me sentí algo incomoda cuando me quedo viendo a los ojos, supongo que lo hacía porque los tengo bonitos ¿no? Bueno, no lo culpo. Pero me incomodaba, creo que me recordaba a alguien.

- Gracias, chico-el-cual-aun-no-conozco-su-nombre- repuse meneando el dedo de manera graciosa. A los mentores les llamo por el número de su distrito algunas veces ¿Pero cómo se le puede llamar a alguien que viene del Capitolio? ¿Eh? Ok, que no se me ha prendido el foco con una manera ingeniosa… - ya que insistes, no te dejaré con la duda - … vale, ahora a pensar un juego, a diferencia de lo que creo él piensa… esto me ha salido de improviso así que no tengo idea de que poner, claro, él no necesita saber eso.

Bufe ante su comentario de mi reto. – Anda, anda… - hice un movimiento con las manos –Tú solo cúmplelo –

Me hubiera revolcado de la gracia por todo el lugar, a que verlo gritar de esa forma era bastante divertido… pero sin duda, la cara de todas esas mujeres era totalmente ¡Exuberante! Maldición… sí que teníamos un montón de viejas necesitadas a los alrededores… ¡Oh Dios mío! Esperen, ¿No era acaso ese un hombre? … bueno, algo así… al parecer también se había mojado la tanga por el grito de este sujeto… por lo visto el tipo tiene pegue. Guarde mi compostura cuando él regreso su vista a mí, - Estoy totalmente excitada… - repuse con una sonrisa ante su comentario, si claro… como si me interesara conocer lo cuelga entre sus piernas. – Claro que no, de esa forma no sería interesante – si hubiera estado en una plática decente le hubiera vertido mi malteada en la cabeza pero como esto al parecer desde el principio no era más que una competencia no iba a perder, aunque luego me regañaran por hacer cosas de no-señoritas.

Argh! Ya sé, este tipo tiene pinta de un Oswald en potencia… solo que él se lambe los labios y acomoda su ropa para cuando ha encontrado a una pichoncita la cual atacar, no sé en qué lo emplee este sujeto. Note como se acercaba a mí, ante su pregunta pose mi dedo sobre mis labios y pase una mirada por el lugar… aunque la detuve justo frente a mi acompañante sin nombre… - Creo que es obvio – dije para luego ensanchar mi sonrisa, tomarle de la corbata que se acababa de arreglar y jalarlo hacía mí – Sin duda alguna me acostaría con el chico del ¡PEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEENE! – y mientras decía eso termine arriba de la mesa y tirando de él y su corbata a tal punto que casi había que se parara de su silla – Que tengo parado justo frente a mí – dije aquello un poco alto, de reojo mire los rostros enojados de algunas mujeres… sin duda alguna decepcionadas o molestas conmigo y el rostro colorado de algunos hombres, algunos molestos con quien según hoy me acostaría… aunque medio sonreí cuando escuche que alguno dijo que también quería pasar la noche con nosotros. ‘Malditos cerdos bastardos…’ después de los distritos bajos era la segunda cosa que más odiaba. – Si quiero gritar gritaré… - dije mientras fruncí el ceño y miré a quien sostenía de la corbata. Acerque mi rostro a su oreja - ¿Te gusto o quieres más? – murmure para luego soltar mi agarre y regresar a mi lugar.

-Me disculpo, he mentido… nadie tiene tanta suerte como para pasar la noche conmigo. – Ya él si quería creerlo, realmente no tenía ganas de pasarla con nadie, aparte del alcohol el sexo salvaje era otra cosa que no me apetecía. – Aunque si fuera pasar solo la noche sin ningún tipo de interacción, tal vez me buscaría a un chico lindo… aunque tú y yo sabemos que no hay chico lindo el cual solo quiera dormir abrazado sin ningún tipo de sexo salvaje por la noche… -

- Recuerda, sujeto misterioso, el buen uso de palabras es importante… no sé a qué te refiere con ‘acostarte esta noche’- o tal vez sí lo hago. – Por cierto, agradece. Te he salvado de que pasaras una noche hard con una de estas rucas, o tal vez sí querías hacerlo-

Ahora que pensaba en la verdad, era inevitable pensar en todas las cosas que me ha tocado escuchar estas ultimas semanas "Basta..." Si, me debo detener me refiero a que para eso estoy en este estúpido vasallaje para olvidar todas las preocupaciones o mas bien para emborracharme como loco.

-Has dicho tantas cosas que no recuerdo el punto exacto donde lo mencionaste.-Sonreí, deseaba hacerla cabrear parecía tan fácil molestarla con tan solo un comentario pícaro y la nenita estaba brincando. -Si haces referencia a tus juegos no me das miedo.-Vencedores creen que pueden con todo pero no es así y punto, aunque recuerdo que esta niña es muy letal ¿Ella fue la que fingió...? ¿Que fingió? Ya ni me acuerdo ¿Tan tarde es? o quizás mi resaca es muy fuerte, no debí beber ayer.

-Pero que cretino ¿No me he presentado? ugh...-Obviamente todo fue teatral como le dije una vez a mis hermanos me encanta guardar el misterio, pero que vahh se había ganado el tener el gusto de conocerme, acerque mi mano a la suya la tome y acerque a mis labios.-Solo dime chico-el-cual-aun-no-conoces-su-nombre- Mencione y le di un beso a los pocos segundos deje su mano libre y continue con mi expresión risueña.

Apuesto a que todo eso del grito causo en ella sensación porque en este momento la veo bastante feliz y eso me hace sentir satisfecho incluso si eso significa que al final de la noche recibiré muchas invitaciones a casas o habitaciones, bueno a donde sea. -Lo se...-Mencione como restandole importancia a su ultimo comentario me refería a ese de la excitación. -Estas muy en lo cierto me encanta que sepas jugar.-Le guiñe nuevamente el ojo he intente relajarme en el asiento en donde estaba claramente eso me duro muy poco ya que Roxana tenia un plan totalmente distinto para lo siguientes minutos de la velada, primero ¿Los dedos? ¿Me impresiono? Tal vez si, solo se que en ese momento mi sonrisa salio a relucir y disfrute de aquel contacto con sus manos pero esta chica esta llena de sorpresas, al poco tiempo mi cuello era estrujado mientras que los ojos de los capitolinos nuevamente se fijaban en mi, las palabras de la cabrona enfrente mía habían sido vulgares para el oído de muchas ancianas aunque para mi habían sido la cosa mas divertida que había escuchado en toda la noche. Era inevitable ahora seriamos el centro de atención de todo el bar ¿Habían conocidos? Seh, bastantes pero no importaba solo ensuciaba el apellido Kubler lo cual no me importa. Parecía que yo no era el único que levantaba las hormonas por aquí tambien mi compañera era deseada en el Capitolio y eso podía verse en la mirada de aquellos viejos que estaban en las mesas de atrás y por supuesto en algunas mujeres tambien, levante mis hombros inocente y solo me limite a agregar. -Ya oyeron ala señorita...-La verdad no me importaba que echara a perder mi traje, Kira tendría mas para mi ropa a la medida, poco despues de pensar en esto me di cuenta que Roxana susurraba en mi oído, muy sensual hay que darle un 8 por aquel detalle tan placentero. -La verdad deseo mas...-Termine susurrando y regrese a mi lugar.

Y aquí es la parte en donde las niñas bien comienzan a aburrirme "El arrepentimiento" ¿Porque no solo puede admitir que le encanto imaginar pasar la noche con un Lance medio desnudo explicando como mantenerse caliente? -Yo pasaría la noche contigo pero solo porque odiaría que mañana murieras virgen, nadie merece un destino tan cruel.-Era gracioso tener estas conversaciones aunque generalmente siempre consigo que las mujeres me muestren un lado de ellas bastante interesante. -Uw`s Roxana no pensé que fueras tan sensible ¿Quieres solo estar abrazada de alguien toda la noche?- Me pareció sumamente tierno pero lamentablemente no hay chico aquí que solo quiera estar abrazo toda la noche por Roxana Kramer. -Oye curse primaria y eso de la gramática me jodía mucho así que mejor dedícame una sonrisa coqueta.- Di un trago a mi bebida, si que estaba buena ¿Como es que nadie comparte este amor por la bebida? Bueno ya encontrare a alguien. -Ugh, cuando busco "pasar una noche"generalmente tengo mejores gustos y tambien elijo mejores candidatas dispuestas a llegar a el limite bebe.-

Fruncí el ceño y bufe – Chico tonto – murmure, en parte broma en parte en serio. – Hmm – Mentiroso, mentiroso... Si no nos tuvieran no nos enviaran a la arena, son ellos que temen que se levante el pueblo, son ellos que tratan mejor a los distritos altos porque saben que si se unen se volvería una fuerza imparable. Suspire, pero no me quejo... me gusta mi vida, aunque también me gusta desentrañar cuanta cosa pueda. – Ya veo –

Que bueno que poco me importan sus criticas o insultos, pequeña estúpida ¿Quien se cree para hablarme así? Creo que me enoje muy fácil por tan simple comentario es solo que comienza a recordarme a Nahla y a Sean, tengo suficiente de esos dos por toda la semana. -Di lo que quieras pero este tonto te fascina.-Acomode mi corbata nuevamente "¿Mierda cuando acaba el circo? Muero por quitarme esta ropa" En serio que ya estaba comenzando a pensar que medio desnudarme enfrente de toda esta gente seria una perfecta idea.

-Vamos, no te pongas en ese plan Kramer, dentro de poco te digo quien soy...-Me daba mucha risa sus expresiones, algunas personas son un poco sensibles. -Así gustas mas.- Me estaba refiriendo a su sonrisa, la verdad es que según se no es tan joven pero con esa risa traviesa se ve bastante joven, parece que para algunos los años no pasan.

Levante mis hombros de forma inocente, no era mi intención insinuar nada solo quería dejarle en claro que no soy tan malo y que hago buenas obras para la comunidad. -¿Servicios? ¿Te parece que tengo cara de esclavo sexual o algo así?- Es gracioso como aveces las mujeres pueden pensar eso y creo que no tengo una reputación de maldito, me gusta solo apostar y ya aunque si no lo niego he usado mis encantos pero la mayoría de mujeres solo necesitan una sonrisa o una bebida y listo. -¿Y que buscas? Me refiero...Olvídalo.-Mire hacia otro lado, la curiosidad me había picado, lo que sucede es que me es extraño saber que solo desea estar abrazada de alguien ¿Ese alguien tenia que ser especial? Claro no lo se...O que si lo entiendo un poco pero no es algo que quiera discutir con ella. -Pareces pensativa, anda toma un trago.-La invite a que lo hiciera ya que no quería sentir que era el único que era esclavo de esta cosa. -Pensé que estaríamos jugando algo mas entretenido despues de los gritos, míralos.-Señale con la mirada a todos a nuestro alrededor, mirándonos, espiando cual seria nuestro siguiente paso. -Parecen entretenidos, malditos.-Tome un trago de la copa que tenia en la mesa, delicioso.

-En realidad si tengo una idea, y eso implica largarnos de aquí.- Esta fiesta estaba muy refinada, tenia que ser idea de Kira el venir aquí para "socializar" Mi trabajo aquí he hecho así pues vayámonos a el centro, ahí esta lo salvaje, si bien se hay fiestas muy alocadas por ahí. -Tal vez logre que te termines una de esas y me digas cariño en vez de chico tonto.- Me pare de la mesa y en ese momento todos voltearon a ver "Argg..." -Tranquilos amigos, no ofreceré servicios.-

Reí ante lo que dijo - Piensa lo que quieras si eso te hace dormir. - Sí, claro. Como si pudiera encontrar la cosa más fascinante a una persona con la que acabo de cruzar algunos insultos. Este chico tiene serios problemas de ego, como si yo no supiera de eso. - ¿Qué paso pingüino, demasiado glamour par tí? - pregunte socarronamente al verle jalándose la corbata. Vaya, parece ser que no todos en el Capitolio son de imagen inmaculada.

Puse los ojos en blanco, era la segunda vez en el día que alguien me decía que era mejor que sonriera ¿Es qué todos estaban proponiéndose a eso? Joder. No es como si no sonriera, tampoco soy de piedra... pero no me gusta andar como estúpida riendo hasta por que el sol salio, ese tipo de gente tiene un claro desorden cerebral. - Ya, ya... lo anotaré par mis propósitos de año nuevo - solté en un suspiro desesperado, no pensaba hablar de mis estados de animo con un tío que acabo de conocer.

- Ni idea ¿Lo eres? - sonreí socarronamente, otra vez. No era como que me importara lo que él pudiera hacer, digo, cada uno es libre de hacer lo que se les de la regalada gana. No ganaré ninguna cosa dándole consejos o siendo buena. Reí un poco cuando no termino de hacer su pregunta, tenía que admitir que sin importar de que viniera mientras fuera de un chico, podría ser catalogada como ¿linda, curiosa, interesante? - No tiene que ser nada del otro mundo, bastará con que sea lo que yo quiero... ¿Es ahí cuando se vuelve especial, no?. - le conteste, un poco de sinceridad tampoco me mataría, además, él parecía abatirse en sus pensamientos... él parecía ser el de la duda - Es lo que busca todo el mundo o la mayoría - bebí otro poco más. Negué lentamente cuando el me ofreció de su vida- Ya tome hoy, pero gracias. - Mi molesto hermano seguiría preguntando sobre mi vida si sentía que olía alcohol - No estoy pensativa, solo es que algo me dio curiosidad -. Miré de reojo a quien él señalaba, más de uno tenía sus ojos clavados en la mesa en la que nos encontrábamos. - Es porque no hay nada interesante en sus vidas, deben conformarse con ver la de otros. - una cosa era que me gustará la atención, otra muy diferente el acoso. - Hablas con una mentora ¿Qué esperabas? - le mire directo a los ojos. - Nosotros somos la diversión - la de ellos, la tuya... ''entretenimiento'' en eso te conviertes al pisar la arena, pero bueno, algo debía sacrificarse por la fama.

- ¿Irnos? - aquello me agarro de sorpresa, ladee un poco la cabeza algo confundida. ¿En serio no le agradaba este lugar? Bueno, supongo que ahora podía tachar de mi lista que ha todo capitoliano le gusta este tipo de cosas. - ¿Tienes algún mejor lugar en mente? - ¿Qué lugar podía merecer la atención de este sujeto más que acá? - Lo dudo - sonreí - Necesitaras más que una de esas para que yo deje de decirte chico tonto, chico tonto. - termine lo último de mi jugo y me pare. Reí por la acción de varios de los que estaban allí y el gesto del tipo este. - Me has mentido, dijiste que no dabas servicios, que no eras un esclavo sexual - dije en un puchero fingido par luego después reír un poco más. - Eres todo un rompe corazones - Me acerque hasta él y lo tome de la manga de su camisa - Lo tomaré prestado. - Tras aquellas palabras comencé ha jalarlo hacía la salida. - He aquí a la bella doncella salvando al caballero antes de que se le pase el encanto y vuelva a sus harapos - recite sin sentido mientras me encaminaba a la salida. Este sujeto se removía más que un gusano en aceite, temía que si se quedaba más tiempo allí realmente comenzara a hacer algo vergonzoso. Cualquier cosa que yo no aprueba es vergonzosa ¿Sí? Cuando llegamos la salida le solté y arregle mi ropa, sacudiendo cosas inexistentes de ella. - Sabes, no eres tan bueno como haces creer, tampoco tan malo como yo creí que eras; ni siquiera un estereotipo de un buen capitoliano - comencé a caminar en sentido contrario de donde estábamos. - Si nos volvemos a encontrar tal vez y ya seas la 'buena persona' que haces creer que eres y yo deje de llamarte 'chico tonto' -

Aunque costumbres arraigadas son difíciles de olvidar.