¿Apostamos? [Lance]
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¿Apostamos? [Lance]
El distrito 06 y ese estúpido Festival del Vasallaje eran el origen de todos sus problemas. Por mucho que hubiera intentando aparentar frente a su hermano que podía hacerlo, que podía ser quién representara a su família durante todos los días del festival la idea le desagradaba y la molestaba a partes iguales, hasta el punto que ni mandar a su voluntad a sirvientes y demás para que el tren que Caesar había puesto a su disposición estuviera a su gusto la animaba.
Por eso llevaba unos días con un comportamiento más típico de Karoline que de ella. Había salido cada noche, volviendo a casa ya de madrugada, escapándose de los guardias reales que su hermano mandaba ir con ella, bebiendo y apostando, gastando una cantidad de dinero desorbitada. Aún así no lo pasaba bien, pero seguía haciéndolo con la esperanza que eventualmente su hermano se presentara delante de ella con cara de enfado. Entonces ella consideraría que había ganado, y podría volver a su propia rutina.
Pero no había sucedido por el momento, así que esa noche se deslizó fuera de la Torre de Babel tal y como había hecho hacía ahora ya varios días. Lo que tampoco iba a variar era el bar al que se dirigía, porque a pesar de todo era la princesa y no podía mezclarse con según quién. Era un local exclusivo y carísimo, uno de los mejores del Capitolio. Además como añadido tenían un apartado de apuestas, donde podía gastar todo el dinero que quisiera. Aunque los juegos no hubieran empezado todavía, había mil cosas por las que apostar: cuantos voluntarios habría en las cosechas, cuantos tributos morirían en el inicio de la cornucopia, o incluso de que color aparecería el pelo del presentador en esa edición.
Se quitó el gran sombrero que había usado para llegar hasta ahí cubriéndose el rostro en parte y se dirigió a la barra donde le sirvieron el mismo cóctel con alcohol que había estado tomando las últimas noches. Por el momento casi todos los que estaban ahí eran los mismos que en pasadas noches, por eso no hubo miradas de sorpresa por su presencia en el lugar, cosa que agradecía. El primer día que había puesto un pie en el lugar, el revuelo que se había generado había sido importante, y cuanta más gente sorprendida, más posibilidades de que su hermano pudiera llegar a saber donde estaba.
Copa en mano se trasladó a la parte más oscura del local, cerca de una mesa de billar, un pasatiempo realmente antiguo, pero que todavía podía llegar a servir para entretener. Ahí era donde se llevaban a cabo las apuestas. Ese día había poca gente, cosa que hizo que arrugara la nariz contrariada. Llegó a punto para descubrir que andaban apostando el número de tributos voluntarios de distritos inferiores que habría en esa edición.
- Apuesto el doble que no habrá ningún voluntario más allá del distrito 04. Cada vez son más cobardes. – dijo como si nada, sentándose encima de la mesa de billar que nadie usaba y llevándose la copa a los labios.
Por eso llevaba unos días con un comportamiento más típico de Karoline que de ella. Había salido cada noche, volviendo a casa ya de madrugada, escapándose de los guardias reales que su hermano mandaba ir con ella, bebiendo y apostando, gastando una cantidad de dinero desorbitada. Aún así no lo pasaba bien, pero seguía haciéndolo con la esperanza que eventualmente su hermano se presentara delante de ella con cara de enfado. Entonces ella consideraría que había ganado, y podría volver a su propia rutina.
Pero no había sucedido por el momento, así que esa noche se deslizó fuera de la Torre de Babel tal y como había hecho hacía ahora ya varios días. Lo que tampoco iba a variar era el bar al que se dirigía, porque a pesar de todo era la princesa y no podía mezclarse con según quién. Era un local exclusivo y carísimo, uno de los mejores del Capitolio. Además como añadido tenían un apartado de apuestas, donde podía gastar todo el dinero que quisiera. Aunque los juegos no hubieran empezado todavía, había mil cosas por las que apostar: cuantos voluntarios habría en las cosechas, cuantos tributos morirían en el inicio de la cornucopia, o incluso de que color aparecería el pelo del presentador en esa edición.
Se quitó el gran sombrero que había usado para llegar hasta ahí cubriéndose el rostro en parte y se dirigió a la barra donde le sirvieron el mismo cóctel con alcohol que había estado tomando las últimas noches. Por el momento casi todos los que estaban ahí eran los mismos que en pasadas noches, por eso no hubo miradas de sorpresa por su presencia en el lugar, cosa que agradecía. El primer día que había puesto un pie en el lugar, el revuelo que se había generado había sido importante, y cuanta más gente sorprendida, más posibilidades de que su hermano pudiera llegar a saber donde estaba.
Copa en mano se trasladó a la parte más oscura del local, cerca de una mesa de billar, un pasatiempo realmente antiguo, pero que todavía podía llegar a servir para entretener. Ahí era donde se llevaban a cabo las apuestas. Ese día había poca gente, cosa que hizo que arrugara la nariz contrariada. Llegó a punto para descubrir que andaban apostando el número de tributos voluntarios de distritos inferiores que habría en esa edición.
- Apuesto el doble que no habrá ningún voluntario más allá del distrito 04. Cada vez son más cobardes. – dijo como si nada, sentándose encima de la mesa de billar que nadie usaba y llevándose la copa a los labios.
Última edición por Mina U. King el Dom Mayo 19, 2013 5:42 am, editado 1 vez
Mina U. King- Realeza
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Re: ¿Apostamos? [Lance]
No puedo creer que Kira no vaya al vasallaje y ademas de ellos nos quiera obligar a ir, entiendo que mi hermana es devota a El capitolio pero Seadon, Nahla y yo pensamos un poco distinto aunque ¿a quien engaño? Tal vez no me guste nuestro régimen, gobernantes y otras cosas mas pero me gustan los juegos del hambre son los momentos del año en que mejor la paso hay tantas fiestas, risas, bebidas y sobre todo apuestas la ultima vez comencé mi racha de ganador desde el inicio apostando por el tributo ganador, cuando vi la elección de su distrito sabia que ganaría ademas ¿que puedo decir? tengo buen ojo para las personas.
-Uff...- Un suspiro salio de mis labios, un suspiro que contenía tristeza y todo esto debido a que no había mucho que hacer si mal no recordaba ayer la había pasado bien encontré a mis hermanitos en la increíble fiesta que uno de los magistrados dio ayer debido a el festival del vasallaje que se avecinaba, es gracioso siento que no pueden inventar peores escusas para hacer fiestas ¿porque no mejor se ahorran palabras y se saltan a la parte en donde todos la gozamos?
Lance Sterben Kubler debería de dejar de pensar en fiestas e ir a una pero ¿A donde ir? Obviamente estoy sin rumbo alguno aunque si no mal recuerdo ayer oí que hay un bar cerca de aquí que ha estado muy encendido últimamente pero es obvio que es mentira porque yo no he estado ahí, sentía como una sonrisa se formaba en mis labios así que comencé a caminar hacia ahí mientras acomodaba mi corbata.
Entre al lugar y parecía estar bastante bien, tenia buena atmósfera así pues solo me dirigi a la barra y le dije al hombre con la manta rosa en el cabello. -¡Bebidas para todos, por favor!- Mi anuncio no tuvo un tono susurrante así que al terminar todo el mundo levanto la copa que tenían hacia a mi, Kira deberá pagar mis desastres del día de hoy bueno siempre lo hace y no la escucho quejarse. Tome mi bebida y comencé a caminar al rededor hasta que mi mirada se dirigió a un lugar oscuro y bastante llamativo al menos para mi, se escuchaban voces por todos lados y podías ver dinero en la mesa de un lado a otro "Aqui es donde pertenezco" -Hagan espacio señores que terminare llevándome todo.- Algunos soltaron unas risas amigables mientras que otros parecían molestos, el ambiente no quedo así por mucho tiempo ya que la comenzaron a hablar emocionados porque la princesa vendría pronto al parecer había estado aquí anteriormente y todos deseaban que se aparecía pronto por la puerta. -Ugh...Vamos dejen de hablar y comencemos.- Susurre, la única manera de que me prestaron atención era apostando algo interesante. -Apuesto a que no vendrá.- Puse todo el dinero que tenia en mi bolsillo izquierdo en la mesa, lo tomaron y comenzaron las risas. -¿Que, continuaran hablando de "su majestad"?- No dijeron nada así que solo continuaron.
-¿Creen que habrán voluntarios este año?
Los juegos se acercaban y con ello la época mas animada del capitolio y como prueba de ello esta pequeña reunión. tan solo escucharon la pregunta todos comenzaron a lanzar su opinión yo solo me quede callado esperando a que terminaran pero nadie lo hacia solo tiraban el dinero de un lado a otro pero luego se escucho un comentario y todo el mundo cayo "Carajo..." Se de quien es la voz porque la he escuchado en la plaza central y también el la televisión bueno la he escuchado en muchas partes aunque nunca personalmente. Todos voltearon a verla aparecer no planeaba unirse personalmente a nosotros.
-Perdiste compañero.-
Un gruñido salio de mi boca y sin voltear a ver a la princesa dije. -Yo no estaría tan seguro los distritos rebeldes pueden llegar a sorprender.- Relamí mis labios y la vi de reojo por un momento mientras todos se sorprendían creo que no todos los días alguien se opone a los pensamientos de la princesa de Panem. -Así que princesa espero ver mi dinero luego de las cosechas por favor...-Tan solo sonreí y termine mi trago, para que el silencio no perdurara tanto la mujer con el perro en brazos de color Cianes dijo "Apuesto a que un tributo varón sera el vencedor ellos siempre son tan atléticos y tiene una mente brillante." parecía enamorada de las tributos así que solo sonreí. -Yo apostare todo a un tributo femenino siento que es un buen año para las mujeres.- Comenzaron a hablar todos al mismo tiempo así que me voltee a la princesa y con una sonrisa prepotente dije: -Y usted que piensa...su majestad?
-Uff...- Un suspiro salio de mis labios, un suspiro que contenía tristeza y todo esto debido a que no había mucho que hacer si mal no recordaba ayer la había pasado bien encontré a mis hermanitos en la increíble fiesta que uno de los magistrados dio ayer debido a el festival del vasallaje que se avecinaba, es gracioso siento que no pueden inventar peores escusas para hacer fiestas ¿porque no mejor se ahorran palabras y se saltan a la parte en donde todos la gozamos?
Lance Sterben Kubler debería de dejar de pensar en fiestas e ir a una pero ¿A donde ir? Obviamente estoy sin rumbo alguno aunque si no mal recuerdo ayer oí que hay un bar cerca de aquí que ha estado muy encendido últimamente pero es obvio que es mentira porque yo no he estado ahí, sentía como una sonrisa se formaba en mis labios así que comencé a caminar hacia ahí mientras acomodaba mi corbata.
Entre al lugar y parecía estar bastante bien, tenia buena atmósfera así pues solo me dirigi a la barra y le dije al hombre con la manta rosa en el cabello. -¡Bebidas para todos, por favor!- Mi anuncio no tuvo un tono susurrante así que al terminar todo el mundo levanto la copa que tenían hacia a mi, Kira deberá pagar mis desastres del día de hoy bueno siempre lo hace y no la escucho quejarse. Tome mi bebida y comencé a caminar al rededor hasta que mi mirada se dirigió a un lugar oscuro y bastante llamativo al menos para mi, se escuchaban voces por todos lados y podías ver dinero en la mesa de un lado a otro "Aqui es donde pertenezco" -Hagan espacio señores que terminare llevándome todo.- Algunos soltaron unas risas amigables mientras que otros parecían molestos, el ambiente no quedo así por mucho tiempo ya que la comenzaron a hablar emocionados porque la princesa vendría pronto al parecer había estado aquí anteriormente y todos deseaban que se aparecía pronto por la puerta. -Ugh...Vamos dejen de hablar y comencemos.- Susurre, la única manera de que me prestaron atención era apostando algo interesante. -Apuesto a que no vendrá.- Puse todo el dinero que tenia en mi bolsillo izquierdo en la mesa, lo tomaron y comenzaron las risas. -¿Que, continuaran hablando de "su majestad"?- No dijeron nada así que solo continuaron.
-¿Creen que habrán voluntarios este año?
Los juegos se acercaban y con ello la época mas animada del capitolio y como prueba de ello esta pequeña reunión. tan solo escucharon la pregunta todos comenzaron a lanzar su opinión yo solo me quede callado esperando a que terminaran pero nadie lo hacia solo tiraban el dinero de un lado a otro pero luego se escucho un comentario y todo el mundo cayo "Carajo..." Se de quien es la voz porque la he escuchado en la plaza central y también el la televisión bueno la he escuchado en muchas partes aunque nunca personalmente. Todos voltearon a verla aparecer no planeaba unirse personalmente a nosotros.
-Perdiste compañero.-
Un gruñido salio de mi boca y sin voltear a ver a la princesa dije. -Yo no estaría tan seguro los distritos rebeldes pueden llegar a sorprender.- Relamí mis labios y la vi de reojo por un momento mientras todos se sorprendían creo que no todos los días alguien se opone a los pensamientos de la princesa de Panem. -Así que princesa espero ver mi dinero luego de las cosechas por favor...-Tan solo sonreí y termine mi trago, para que el silencio no perdurara tanto la mujer con el perro en brazos de color Cianes dijo "Apuesto a que un tributo varón sera el vencedor ellos siempre son tan atléticos y tiene una mente brillante." parecía enamorada de las tributos así que solo sonreí. -Yo apostare todo a un tributo femenino siento que es un buen año para las mujeres.- Comenzaron a hablar todos al mismo tiempo así que me voltee a la princesa y con una sonrisa prepotente dije: -Y usted que piensa...su majestad?
Lance S. Kubler- Capitolio
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Re: ¿Apostamos? [Lance]
No estaba acostumbrada a que alguien le hablara directamente, llevándole la contraria con una apuesta. Normalmente la dejaban tener la última palabra, cosa que siempre la ponía nerviosa. ¿Como se suponía que iba a apostar de forma interesante si todos le sonreían y se retiraban del juego sólo por no enfadar a la princesa?
- El único dinero que se va a ver después de las cosechas será el que tu tendrás que pagarme cuando no haya voluntarios de los distritos bajos. – le dijo al chico, sonriendo encantadoramente, dando aquella imagen de princesa adorable y inocente que quería tener para todo el mundo. Fue entonces cuando lo reconoció como otro de los hermanos de Kira. Debía ser el hermano apostador de quién le había hablado Seadon aquella tarde que se habían escapado de los guardias juntos. Aún así seguiría fingiendo que no lo conocía.
Las apuestas derivaron en cual sería el sexo del ganador. Muchos votaban por un hombre, por supuesto, pero una vez más, ese chico que parecía tener ganas de meterla en sus apuestas llevó la contraria dando su confianza al sexo femenino, y luego preguntándole su opinión. Y no era que le hiciera especial ilusión compartir opiniones con alguien de su alrededor, porque evidentemente como persona exclusiva debía tener opiniones exclusivas, pero no había forma que dijera que no concordaba con él.
- Por esta vez y sin que sirva de precedente, apostaré también por una mujer, pues las mujeres debemos apoyarnos entre nosotras. Pero no voy a darte la razón muy a menudo, así que te sugiero que no te acostumbres. – extrañamente le gustaba la actitud de ese chico. Acoplaba bien con la nueva versión rebelde de si misma que llevaba unas cuantas noches paseando por las calles del Capitolio. Terminó su copa sin dejar de mirarle, porque hacía tiempo que nadie le parecía interesante, tanto que ni siquiera estaba segura de que debía hacer o decir, y eso era algo que no pasaba muy a menudo en alguien como ella – ¿Sabes? Todas estas apuestas están muy bien, pero me apetece algo más inmediato. Se me ha terminado la copa y necesito una apuesta que me proporcione otra copa. – de hecho tenía dinero más que suficiente para comprar ese bar, con todos los que estaban dentro, pero no iba a dejar que su dinero le quitara la gracia a las cosas – Me apuesto otra ronda a que la siguiente persona que entra en el local es un chico.
La puerta se abrió, y los siguientes que entraron fueron una pareja. La chica vestía un modelo fluorescente que casi debía mirarse con gafas ahumadas, y el chico las puntas del pelo de azul eléctrico. Ambos muy a la moda del Capitolio, pero que a ella no la convencían para nada y que suponían un motivo de discusiones constantes con sus estilistas.
- Yo creo que la chica entró un instante antes que él. ¿Que dices? ¿Suficiente para que me consigas esa copa?
- El único dinero que se va a ver después de las cosechas será el que tu tendrás que pagarme cuando no haya voluntarios de los distritos bajos. – le dijo al chico, sonriendo encantadoramente, dando aquella imagen de princesa adorable y inocente que quería tener para todo el mundo. Fue entonces cuando lo reconoció como otro de los hermanos de Kira. Debía ser el hermano apostador de quién le había hablado Seadon aquella tarde que se habían escapado de los guardias juntos. Aún así seguiría fingiendo que no lo conocía.
Las apuestas derivaron en cual sería el sexo del ganador. Muchos votaban por un hombre, por supuesto, pero una vez más, ese chico que parecía tener ganas de meterla en sus apuestas llevó la contraria dando su confianza al sexo femenino, y luego preguntándole su opinión. Y no era que le hiciera especial ilusión compartir opiniones con alguien de su alrededor, porque evidentemente como persona exclusiva debía tener opiniones exclusivas, pero no había forma que dijera que no concordaba con él.
- Por esta vez y sin que sirva de precedente, apostaré también por una mujer, pues las mujeres debemos apoyarnos entre nosotras. Pero no voy a darte la razón muy a menudo, así que te sugiero que no te acostumbres. – extrañamente le gustaba la actitud de ese chico. Acoplaba bien con la nueva versión rebelde de si misma que llevaba unas cuantas noches paseando por las calles del Capitolio. Terminó su copa sin dejar de mirarle, porque hacía tiempo que nadie le parecía interesante, tanto que ni siquiera estaba segura de que debía hacer o decir, y eso era algo que no pasaba muy a menudo en alguien como ella – ¿Sabes? Todas estas apuestas están muy bien, pero me apetece algo más inmediato. Se me ha terminado la copa y necesito una apuesta que me proporcione otra copa. – de hecho tenía dinero más que suficiente para comprar ese bar, con todos los que estaban dentro, pero no iba a dejar que su dinero le quitara la gracia a las cosas – Me apuesto otra ronda a que la siguiente persona que entra en el local es un chico.
La puerta se abrió, y los siguientes que entraron fueron una pareja. La chica vestía un modelo fluorescente que casi debía mirarse con gafas ahumadas, y el chico las puntas del pelo de azul eléctrico. Ambos muy a la moda del Capitolio, pero que a ella no la convencían para nada y que suponían un motivo de discusiones constantes con sus estilistas.
- Yo creo que la chica entró un instante antes que él. ¿Que dices? ¿Suficiente para que me consigas esa copa?
Mina U. King- Realeza
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Re: ¿Apostamos? [Lance]
Preferí no contestar a su respuesta sino todo esto terminaría como las conversaciones que tengo con Nahla, comienzo a creer que Nahla y la princesa serian mejores amigas "Tsk..." Ambas serian la perdición del capitolio creo que optare por la idea de Sean, tal vez lo salve a el de las garras de Kira y nos compremos una casa en el cuatro, vivimos ahí por el resto de nuestras vivas alejados de las dementes. Me pregunto si la princesa viene sola o la banda de sangre la acompaña si es lo segundo sera hora de evacuar el lugar e ir al centro, la ultima vez me divertí viendo a los mutos peleándose y a Seadon también le encanto. Si Kira supiera en que lugares me he metido me mataría.
Pensé que no me contestaría pero quien diría la princesa no es como la pintan aunque Seadon me había contado que se había reunido con ella, debí haberle preguntado mas para saber a lo que me enfrento. Apenas y sonreí mas bien le dedique una mueca. -Oh, sabe princesa creo que apostare todo a un tributo masculino eso de estar en el mismo bando de usted como que no me gusta.- Nuestra conversación se hizo mas privada debido a que nuestros queridos amigos continuaban frenéticos y excitados por la siguiente apuesta que apenas y acababa de escuchar, era bueno poseer esta privacidad debido a que este ultimo comentario se pudo haber entendido de diferentes maneras pero ¿Importa? No.
Le sonreí al verle algo callada pero eso termino muy pronto. -Seadon no me dijo que le gustaba tomar tanto a su majestad.- No me tomaría como tonto, sabia que mi hermano no me mencionaría en sus conversaciones pero tanto como yo ella sabia quien era yo después de todo Kira Kubler la dedicada a dar honor a la familia Kubler y bla, bla, bla. Su propuesta era interesante así pues levante una ceja y clave mis ojos azules en los de ella. -¿Porque solo una copa? Elevemos un poco la apuesta que tal si usted gana invito a toda la gente que esta en aquí la siguiente ronda pero si yo gano lo hace usted.- Deje de verla para quedarme pendiente de la puerta, tome otro trago de mi copa y justamente entro una pareja con muy al estilo del capitolio, una sonrisa burlona se formo en mis labios imaginando a Kira con un galán como ese. -Creo que no, no es suficiente. Princesa es obvio que el chico entro antes, lo siento pero creo que le tocara invitar a todo el mundo a un trago ahora.- Tome el ultimo trago de mi copa y la levante agitándola vacía. -Están bastante buenas, disfrutare la otra copa ¡Gracias Princesa por perder!- Le guiñe el ojo pero seguramente no se daría por vencida asi que ¿Porque no darle segunda oportunidad? -Si lo desea puede haber segunda ronda pero la apuesta debe subir mas porque sino no tendría sentido.- Tome una bebida de las que traía un chico que pasaba enfrente de nosotros y le pase el trago a la princesa.
Pensé que no me contestaría pero quien diría la princesa no es como la pintan aunque Seadon me había contado que se había reunido con ella, debí haberle preguntado mas para saber a lo que me enfrento. Apenas y sonreí mas bien le dedique una mueca. -Oh, sabe princesa creo que apostare todo a un tributo masculino eso de estar en el mismo bando de usted como que no me gusta.- Nuestra conversación se hizo mas privada debido a que nuestros queridos amigos continuaban frenéticos y excitados por la siguiente apuesta que apenas y acababa de escuchar, era bueno poseer esta privacidad debido a que este ultimo comentario se pudo haber entendido de diferentes maneras pero ¿Importa? No.
Le sonreí al verle algo callada pero eso termino muy pronto. -Seadon no me dijo que le gustaba tomar tanto a su majestad.- No me tomaría como tonto, sabia que mi hermano no me mencionaría en sus conversaciones pero tanto como yo ella sabia quien era yo después de todo Kira Kubler la dedicada a dar honor a la familia Kubler y bla, bla, bla. Su propuesta era interesante así pues levante una ceja y clave mis ojos azules en los de ella. -¿Porque solo una copa? Elevemos un poco la apuesta que tal si usted gana invito a toda la gente que esta en aquí la siguiente ronda pero si yo gano lo hace usted.- Deje de verla para quedarme pendiente de la puerta, tome otro trago de mi copa y justamente entro una pareja con muy al estilo del capitolio, una sonrisa burlona se formo en mis labios imaginando a Kira con un galán como ese. -Creo que no, no es suficiente. Princesa es obvio que el chico entro antes, lo siento pero creo que le tocara invitar a todo el mundo a un trago ahora.- Tome el ultimo trago de mi copa y la levante agitándola vacía. -Están bastante buenas, disfrutare la otra copa ¡Gracias Princesa por perder!- Le guiñe el ojo pero seguramente no se daría por vencida asi que ¿Porque no darle segunda oportunidad? -Si lo desea puede haber segunda ronda pero la apuesta debe subir mas porque sino no tendría sentido.- Tome una bebida de las que traía un chico que pasaba enfrente de nosotros y le pase el trago a la princesa.
Lance S. Kubler- Capitolio
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Re: ¿Apostamos? [Lance]
No le molestaba en absoluto que no le dieran la razón absoluta en todo, y que cambiaran las apuestas para no coincidir con ella. Le daba más emoción a todo, y a decir verdad que le dieran la razón era algo tan habitual en su vida que no le venía mal cambiar.
Ladeó la cabeza cuando él mencionó a Seadon. Bien, los hermanos habían hablado sobre ella. Le gustaba causar tal impresión en la gente que hablara de ella con posterioridad, daba igual si era bien o mal, la cuestión es que hablaran de ella.
- ¿Así que dos copas me convierten ya en alguien con un problema de bebida? – preguntó, y realmente la pregunta era comprometida, como la mayoría de las que solía hacer – Bueno, tu hermano también me habló de ti. Lance, ¿no? Con solo interés por las apuestas, las mujeres y las fiestas. Suenas como alguien realmente interesante.
Y a pesar que terminó esa frase con tono irónico, lo decía en parte de verdad. ¿Cuantas ocasiones había tenido ella, siempre sobreprotegida, rodeada de guardias y en ambientes politicamente correctos para conocer a alguien como él? Por eso mismo le concedió el que diera por perdida su apuesta, a fin de cuentas el invitar a todos los presentes a otra ronda de copas le costaba lo mismo que parpadear. Le hizo una señal afirmativa al chico detrás de la barra para que sirviera el alcohol a todo el mundo y se procuró ella misma otra del mismo cóctel, que a pesar de lo que pudiera parecer llevaba poco alcohol.
- ¿Segunda ronda de apuestas subiendo el precio? ¿Algo así como una cena de los mejores cocineros de todo el Capitolio? Pero esta vez no para todos los del local, no hay que abusar de los cocineros, que si cocinan para mucha gente deja de ser exclusivo.
Sabía que debía dejar ese comportamiento, que no era típico ni adecuado para la princesa, pero había algo dentro de ella que no quería volver al comportamiento estirado y distante que tenía las veinticuatro horas del día casi en cualquier circunstancia. Volvería a ser ella misma en cuanto volviera al sitio de donde provenía, por el momento quería divertirse.
- ¿Que te apetece apostar? ¿Cual será la primera persona que monte el espectáculo por haber bebido más de la cuenta? Yo voto por ese tipo de la esquina, el de la piel azul y el pelo blanco con reflejos naranja.
Ladeó la cabeza cuando él mencionó a Seadon. Bien, los hermanos habían hablado sobre ella. Le gustaba causar tal impresión en la gente que hablara de ella con posterioridad, daba igual si era bien o mal, la cuestión es que hablaran de ella.
- ¿Así que dos copas me convierten ya en alguien con un problema de bebida? – preguntó, y realmente la pregunta era comprometida, como la mayoría de las que solía hacer – Bueno, tu hermano también me habló de ti. Lance, ¿no? Con solo interés por las apuestas, las mujeres y las fiestas. Suenas como alguien realmente interesante.
Y a pesar que terminó esa frase con tono irónico, lo decía en parte de verdad. ¿Cuantas ocasiones había tenido ella, siempre sobreprotegida, rodeada de guardias y en ambientes politicamente correctos para conocer a alguien como él? Por eso mismo le concedió el que diera por perdida su apuesta, a fin de cuentas el invitar a todos los presentes a otra ronda de copas le costaba lo mismo que parpadear. Le hizo una señal afirmativa al chico detrás de la barra para que sirviera el alcohol a todo el mundo y se procuró ella misma otra del mismo cóctel, que a pesar de lo que pudiera parecer llevaba poco alcohol.
- ¿Segunda ronda de apuestas subiendo el precio? ¿Algo así como una cena de los mejores cocineros de todo el Capitolio? Pero esta vez no para todos los del local, no hay que abusar de los cocineros, que si cocinan para mucha gente deja de ser exclusivo.
Sabía que debía dejar ese comportamiento, que no era típico ni adecuado para la princesa, pero había algo dentro de ella que no quería volver al comportamiento estirado y distante que tenía las veinticuatro horas del día casi en cualquier circunstancia. Volvería a ser ella misma en cuanto volviera al sitio de donde provenía, por el momento quería divertirse.
- ¿Que te apetece apostar? ¿Cual será la primera persona que monte el espectáculo por haber bebido más de la cuenta? Yo voto por ese tipo de la esquina, el de la piel azul y el pelo blanco con reflejos naranja.
Mina U. King- Realeza
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Re: ¿Apostamos? [Lance]
Levante ambas cejas y fruncí un poco mis labios. -Si un poco, no sabemos cual es su limite y no creo que el alcohol sea uno de sus puntos fuertes.-No era el punto fuerte de mis hermanas y bueno tengo experiencia en las fiestas de esta ultima semana y si algo aprendí es que las chicas pueden llegar a ser muy salvajes si amanecen con resaca. -Veo que ambos se divirtieron hablando de mi, bien es triste saber que mi hermano no me conoce nada bien y bueno las cosas que menciono no son mi único interés.-Me acerque un poco a ella y le sonreí "Seadon te matare cuando vuelva a casa." ¿El muy traidor anda revelando cosas por ahí con quien quiera que se topa?
Mis ojos estaban abiertos de par en par, si que estaba totalmente sorprendido por la actitud de la princesa "¿Tan rápido se rindió?" Tal vez solo planeaba algo mejor pero yo creí que iba a hacer algún berrinche tal vez estoy muy acostumbrado a lidiar con Nahla.
Al parecer mi jueguito solo había logrado que todos en este lugar amaran mas a la princesa de Panem ¿Quien diría que no era como la pintan en televisión? Aunque hay que admitirlo su apariencia es la misma, elegante y hermosa. -Oh ¿Acaso propone usted una cena privada conmigo? se supone que son apuestas no castigos.- En mis planes nunca ha estado cenar con un miembro de la realeza pero quien sabe cuales son los propósitos de la princesa tal vez tiene espías cerca y se han dado cuenta de mi falta de lealtad. -Acepto pero usted tiene suerte, no tengo un gran apetito.- Y para ser sincero solo he comido lo que mi hermana hace cada vez que viene y cuando desaparece por meses tan solo devoro lo que deja en la cocina.
Me fije que su bebida no tenia ese olor a alcohol "Interesante..." Así que la princesa no gustaba de alcohol, creo que alguien tendrá que enseñarle a divertirse y como Sean no es experto en eso tendré que ser yo. -Interesante propuesta pero...-Mire al rededor del bar haber si encontraba a alguien mas inestable que ese tipo que señalo la rubia "Debí ser mas rápido..." Mis ojos se fijaron en una mujer un poco pasada de peso con un peinado mas extraño de lo regular, las plumas amarillas de su cabello se alaban de un lado a otro igual que ella. -Creo que ella...-La señale para que la princesa pudiera descifrar quien era mi elección, sabia que perdería esta, la mujer estaba por caerse no para montar un espectáculo como el idiota de pelo blanco que dos minutos después se subió a la mesa y se tiro encima toda la botella que tenia en la mano mientras aullaba de emoción. -Fue trampa pero lo acepto.- No, no lo aceptaba claro que apostaría algo mas pero ya pronto la princesa y yo volveríamos a apostar, le puse mi brazo y la voltee a ver un poco serio. -¿La llevo a su mesa majestad así puedo pagar mi deuda? Kira me amaría si viera lo bien que me comporto, al menos estaríamos en una mesa mas privada sin gritos o platicas sin sentido por parte de toda esta gente.
Mis ojos estaban abiertos de par en par, si que estaba totalmente sorprendido por la actitud de la princesa "¿Tan rápido se rindió?" Tal vez solo planeaba algo mejor pero yo creí que iba a hacer algún berrinche tal vez estoy muy acostumbrado a lidiar con Nahla.
Al parecer mi jueguito solo había logrado que todos en este lugar amaran mas a la princesa de Panem ¿Quien diría que no era como la pintan en televisión? Aunque hay que admitirlo su apariencia es la misma, elegante y hermosa. -Oh ¿Acaso propone usted una cena privada conmigo? se supone que son apuestas no castigos.- En mis planes nunca ha estado cenar con un miembro de la realeza pero quien sabe cuales son los propósitos de la princesa tal vez tiene espías cerca y se han dado cuenta de mi falta de lealtad. -Acepto pero usted tiene suerte, no tengo un gran apetito.- Y para ser sincero solo he comido lo que mi hermana hace cada vez que viene y cuando desaparece por meses tan solo devoro lo que deja en la cocina.
Me fije que su bebida no tenia ese olor a alcohol "Interesante..." Así que la princesa no gustaba de alcohol, creo que alguien tendrá que enseñarle a divertirse y como Sean no es experto en eso tendré que ser yo. -Interesante propuesta pero...-Mire al rededor del bar haber si encontraba a alguien mas inestable que ese tipo que señalo la rubia "Debí ser mas rápido..." Mis ojos se fijaron en una mujer un poco pasada de peso con un peinado mas extraño de lo regular, las plumas amarillas de su cabello se alaban de un lado a otro igual que ella. -Creo que ella...-La señale para que la princesa pudiera descifrar quien era mi elección, sabia que perdería esta, la mujer estaba por caerse no para montar un espectáculo como el idiota de pelo blanco que dos minutos después se subió a la mesa y se tiro encima toda la botella que tenia en la mano mientras aullaba de emoción. -Fue trampa pero lo acepto.- No, no lo aceptaba claro que apostaría algo mas pero ya pronto la princesa y yo volveríamos a apostar, le puse mi brazo y la voltee a ver un poco serio. -¿La llevo a su mesa majestad así puedo pagar mi deuda? Kira me amaría si viera lo bien que me comporto, al menos estaríamos en una mesa mas privada sin gritos o platicas sin sentido por parte de toda esta gente.
Lance S. Kubler- Capitolio
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Re: ¿Apostamos? [Lance]
- Descuida, yo si sé exactamente cual es mi límite con el alcohol. ¿Hay alguien que no sepa donde está su propio límite? – vale, aquello no era exactamente cierto. Nunca había bebido tanto como para sobrepasar ese límite, ni de lejos. Lo más próximo a eso que había podido experimentar era un ligero mareo cuando se había bebido un par de copas champán más de las que debería. Sus experiencias en la vida real eran tan limitadas que nadie la hubiera creido de haberlo contado.
De hecho aquellas últimas noches en las que se escapaba para ir hasta ese local eran lo más parecido a una experiencia que pudiera considerarse real que había tenido nunca. Evidentemente no era algo que fuera a confesarle a Lance, y menos con la facilidad con la que había demostrado perder el respeto por su posición como princesa y hablarle como lo haría con cualquier otra chica con la que pudiera cruzarse.
- En ningún momento he dicho que la cena incluyera mi presencia. Creo que el que quiere una cena privada eres tú, así que no finjas estar haciendo un gran esfuerzo.
Ni siquiera sabía exactamente porque se estaba rebajando a entrar en su juego. Ella era de la realeza, estaba muy por encima de todos en ese bar, y de hecho a una señal suya todos esos podrían terminar pasando la noche entre rejas, sólo por su capricho. Pero estaba ahí para saber lo que era la vida real, ¿no? Pues de momento se las arreglaría sin los privilegios que le daba ser la princesa de Panem.
Además, ¿no acababa de ganar una apuesta por méritos propios? Vale, quizás había hecho trampa, más o menos. Pero había sido más rápida que él y solo por eso merecía haber ganado. La próxima vez dejaría que fuera él quien propusiera una apuesta interesante.
Lo miró con expresión de sorpresa cuando se ofreció para llevarla a su mesa. ¿Iba a pagar la apuesta ya mismo? Eso si que era efectividad.
- Desde luego no se puede decir que no cumplas con tus apuestas. Es bueno saberlo y lo tendré en cuenta. – comentó simplemente, siguiéndolo para que lo llevara hasta la mesa que había indicado.
No iban a cenar con los mejores cocineros del Capitolio, pero tendría que conformarse si quería cobrar esa apuesta, y si algo sabía es que las apuestas siempre se cobraban, sin importar el que.
- Espero que la comida de aquí valga la pena, si no consideraré que la apuesta no está cobrada... – se sentó en una de las sillas, cruzándose de brazos por encima de la mesa, mirando a Lance fijamente durante unos instantes – Bueno, ahora tienes la oportunidad de hablarme por ti mismo de las cosas que te interesan y contrarrestar la mala publicidad que hizo Seadon de ti. – no iba a reconocerlo, pero el chico despertaba su curiosidad.
De hecho aquellas últimas noches en las que se escapaba para ir hasta ese local eran lo más parecido a una experiencia que pudiera considerarse real que había tenido nunca. Evidentemente no era algo que fuera a confesarle a Lance, y menos con la facilidad con la que había demostrado perder el respeto por su posición como princesa y hablarle como lo haría con cualquier otra chica con la que pudiera cruzarse.
- En ningún momento he dicho que la cena incluyera mi presencia. Creo que el que quiere una cena privada eres tú, así que no finjas estar haciendo un gran esfuerzo.
Ni siquiera sabía exactamente porque se estaba rebajando a entrar en su juego. Ella era de la realeza, estaba muy por encima de todos en ese bar, y de hecho a una señal suya todos esos podrían terminar pasando la noche entre rejas, sólo por su capricho. Pero estaba ahí para saber lo que era la vida real, ¿no? Pues de momento se las arreglaría sin los privilegios que le daba ser la princesa de Panem.
Además, ¿no acababa de ganar una apuesta por méritos propios? Vale, quizás había hecho trampa, más o menos. Pero había sido más rápida que él y solo por eso merecía haber ganado. La próxima vez dejaría que fuera él quien propusiera una apuesta interesante.
Lo miró con expresión de sorpresa cuando se ofreció para llevarla a su mesa. ¿Iba a pagar la apuesta ya mismo? Eso si que era efectividad.
- Desde luego no se puede decir que no cumplas con tus apuestas. Es bueno saberlo y lo tendré en cuenta. – comentó simplemente, siguiéndolo para que lo llevara hasta la mesa que había indicado.
No iban a cenar con los mejores cocineros del Capitolio, pero tendría que conformarse si quería cobrar esa apuesta, y si algo sabía es que las apuestas siempre se cobraban, sin importar el que.
- Espero que la comida de aquí valga la pena, si no consideraré que la apuesta no está cobrada... – se sentó en una de las sillas, cruzándose de brazos por encima de la mesa, mirando a Lance fijamente durante unos instantes – Bueno, ahora tienes la oportunidad de hablarme por ti mismo de las cosas que te interesan y contrarrestar la mala publicidad que hizo Seadon de ti. – no iba a reconocerlo, pero el chico despertaba su curiosidad.
Mina U. King- Realeza
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Re: ¿Apostamos? [Lance]
Fruncí mis labios ¿La princesa tenia limite? Es triste saberlo pero quizás tan solo quizás pueda que hoy sea la excepción de ese limite, no me gusta embriagar a las mujeres pero la Princesa merece divertirse y mas en tiempos de vasallaje. -Solo hay una respuesta para lo que acaba de decir princesa: Aburrido.-Dibuje una enorme sonrisa y me acomode la corbata como si me importara tener todo en orden. -Nadie quiere saber sus limites. Me he estresado un poco lo se porque tengo esa sensación de querer fumar pero la noche es joven así que aun hay mucho tiempo.
Huuu...Touché- En realidad hace unos meses que le seguía la pista a la familia real, no para ser de sus admiradores ¡Eso jamas! Pero si hay cosas que me interesan saber y ¿Quienes mejores que ellos? Pero esto era un arma de doble filo si no era cauteloso podía terminar mal, si algo he aprendido con Kira es que no se juega con esta familia sin embargo lo que menos tengo es miedo si la princesa decidiera cortarme el cuello hoy no estaría tan mal al menos moriría sabiendo que hice lo que mas me gusta en el mundo. -Ha descubierto mi secreto.- Abrí mis ojos para hacer énfasis a lo que decía. No negare que la princesa no era hermosa y que en este preciso momento he de ser la envidia de todo el mundo pero ¿No es siempre así?
Ella había echo trampa por eso considere que no se merecía el premio en su totalidad, no se porque pero ver esa cara que puso me hizo sonreír es como cuando le arruino la fiesta a Seadon o a Nahla. Ouh, me alegra que por primera vez en toda la velada piense algo positivo de mi.- Nos encaminamos al lugar con un paso tranquilo mientras la charla continuaba. -Pensé que mi hermano ya le había echo creer que soy un desastre sin remedio.- No se que les molesta a mis hermanos, no es su problema si no llego a casa despues de mis salidas sociales.
Tome la silla y la hice hacia atrás invitando a que la señorita enfrente mía se sentara. -¿Los rumores son ciertos entonces?- No le iba a decir que rumores había escuchado por ahí así que decidí disfrazar la verdad. -Es bastante...¿Exigente? o mas bien ¿mimada?- Es difícil definir ambos conceptos tenían tanto en común y por buscar la definición olvide disfrazar la verdad.
Me senté al frente de ella, por un momento el silencio prevaleció y una batalla de miradas comenzó, sus ojos eran bastante...Extraños, es difícil de explicar aquella extrañeza estaba apunto de perderme en ellos cuando me despertó de mi sueño. -¿Quiere hablar de mi?- ¿Que acaso todo el mundo busca eso en estos días? Debería de encerrarme en casa por un mes tanto acoso ya comienza a incomodar.-Vamos Princesa si solo quiere verme desnudo lo único que tiene que hacer es preguntar. - Sonreí nuevamente y note que algunas personas llegaban con una botella de vino. -Mi cena preferida.- Comienzo a idear la siguiente apuesta
Huuu...Touché- En realidad hace unos meses que le seguía la pista a la familia real, no para ser de sus admiradores ¡Eso jamas! Pero si hay cosas que me interesan saber y ¿Quienes mejores que ellos? Pero esto era un arma de doble filo si no era cauteloso podía terminar mal, si algo he aprendido con Kira es que no se juega con esta familia sin embargo lo que menos tengo es miedo si la princesa decidiera cortarme el cuello hoy no estaría tan mal al menos moriría sabiendo que hice lo que mas me gusta en el mundo. -Ha descubierto mi secreto.- Abrí mis ojos para hacer énfasis a lo que decía. No negare que la princesa no era hermosa y que en este preciso momento he de ser la envidia de todo el mundo pero ¿No es siempre así?
Ella había echo trampa por eso considere que no se merecía el premio en su totalidad, no se porque pero ver esa cara que puso me hizo sonreír es como cuando le arruino la fiesta a Seadon o a Nahla. Ouh, me alegra que por primera vez en toda la velada piense algo positivo de mi.- Nos encaminamos al lugar con un paso tranquilo mientras la charla continuaba. -Pensé que mi hermano ya le había echo creer que soy un desastre sin remedio.- No se que les molesta a mis hermanos, no es su problema si no llego a casa despues de mis salidas sociales.
Tome la silla y la hice hacia atrás invitando a que la señorita enfrente mía se sentara. -¿Los rumores son ciertos entonces?- No le iba a decir que rumores había escuchado por ahí así que decidí disfrazar la verdad. -Es bastante...¿Exigente? o mas bien ¿mimada?- Es difícil definir ambos conceptos tenían tanto en común y por buscar la definición olvide disfrazar la verdad.
Me senté al frente de ella, por un momento el silencio prevaleció y una batalla de miradas comenzó, sus ojos eran bastante...Extraños, es difícil de explicar aquella extrañeza estaba apunto de perderme en ellos cuando me despertó de mi sueño. -¿Quiere hablar de mi?- ¿Que acaso todo el mundo busca eso en estos días? Debería de encerrarme en casa por un mes tanto acoso ya comienza a incomodar.-Vamos Princesa si solo quiere verme desnudo lo único que tiene que hacer es preguntar. - Sonreí nuevamente y note que algunas personas llegaban con una botella de vino. -Mi cena preferida.- Comienzo a idear la siguiente apuesta
Lance S. Kubler- Capitolio
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Re: ¿Apostamos? [Lance]
- Discrepo. Conocer los propios límites es útil y necesario. Hay que mantener las apariencias, al menos yo. Entiendo que tu tengas menos aprecio a la opinión pública. - ¿porque estaba permitiendo que aquello llegara a estos niveles? La llamaba aburrida y la trataba con un respeto muy pero que muy por debajo del que merecía alguien como ella.
¿La verdad? Lo estaba disfrutando, de un modo extraño e incomprensible. Había algo nuevo para ella en todo aquello, y sin duda le parecía interesante conocer a un tipo de persona completamente contrario a la gente de la que solía rodearse en el Capitolio o en la Torre de Babel. Un tipo de persona del que su padre o Caesar habían tenido cuidado de mantener alejado de ella y que, quizás Karoline había terminado por descubrir por si misma. Apartó esa idea de inmediato porque no quería ni pensar que estaba teniendo el mismo comportamiento de aquella que decía ser de su família.
- Sé de primera mano que lo que dicen los hermanos no es siempre confiable. Así que de momento me mantendré a la espera de contrastar la información que el tuyo me dio sobre ti. – no quería ni imaginarse de lo que les diría Caesar de ella a amigos o conocidos si hubiera podido hablar de ella sin que hubiera sido políticamente incorrecto.
Siguió a Lance hasta la mesa, haciendo una leve inclinación con la cabeza algo sorprendida cuando él retiró la silla para que ella pudiera sentarse. Aquel era el tipo de trato al que estaba tan acostumbrada (y que a decir verdad le gustaba), pero que no esperaba de alguien como él. Sin duda todas las personas podían sorprender, por eso salir de su pequeño mundo limitado valía la pena.
Lo miró fijamente con expresión seria mientras él tomaba asiento frente a ella. ¿En serio le acababa de preguntar si era una princesa mimada, así como si nada? Levantó las cejas con expresión de sorpresa.
- Claro que soy exigente. Hay que ser exigente y no conformarse con cualquier cosa, menos cuando puedes permitirtelo. Es vulgar tener lo que puede tener todo el mundo, hay que hacer valer el dinero, las influencias y la posición social. Y aún así, mira donde estoy. – dejó escapar un teatral suspiro, como si estar ahí sentada con él fuera un gran sacrificio, manteniendo la expresión cuando él habló de verle desnudo – Si quisiera verte desnudo te lo diría directamente, porque estoy acostumbrada a pedir lo que quiero y a obtenerlo.
Pero aquello no era estrictamente verdad, al menos en lo que se referia a chicos desnudos. Claro que tenía experiencia pero la intimidad con los del sexo opuesto siempre era complicada, primero porque debía burlar toda la seguridad que solía traer con ella y segundo porque nunca sabía hasta que punto querían aprovecharse de ella y de su posición social.
- ¿Vamos a cenar vino? ¿Sólo vino? No voy a emborracharme si es eso lo que pretendes, y seguirás debiendome la apuesta. – dijo, sentándose erguida, con expresión digna.
¡Claro que no bebería más de la cuenta! ¡Ella tenía una reputación que mantener y debía permanecer consciente de todo lo que hacía y decía, en especial en público! No correría el riesgo de que la compararan con la vulgar de Karoline.
¿La verdad? Lo estaba disfrutando, de un modo extraño e incomprensible. Había algo nuevo para ella en todo aquello, y sin duda le parecía interesante conocer a un tipo de persona completamente contrario a la gente de la que solía rodearse en el Capitolio o en la Torre de Babel. Un tipo de persona del que su padre o Caesar habían tenido cuidado de mantener alejado de ella y que, quizás Karoline había terminado por descubrir por si misma. Apartó esa idea de inmediato porque no quería ni pensar que estaba teniendo el mismo comportamiento de aquella que decía ser de su família.
- Sé de primera mano que lo que dicen los hermanos no es siempre confiable. Así que de momento me mantendré a la espera de contrastar la información que el tuyo me dio sobre ti. – no quería ni imaginarse de lo que les diría Caesar de ella a amigos o conocidos si hubiera podido hablar de ella sin que hubiera sido políticamente incorrecto.
Siguió a Lance hasta la mesa, haciendo una leve inclinación con la cabeza algo sorprendida cuando él retiró la silla para que ella pudiera sentarse. Aquel era el tipo de trato al que estaba tan acostumbrada (y que a decir verdad le gustaba), pero que no esperaba de alguien como él. Sin duda todas las personas podían sorprender, por eso salir de su pequeño mundo limitado valía la pena.
Lo miró fijamente con expresión seria mientras él tomaba asiento frente a ella. ¿En serio le acababa de preguntar si era una princesa mimada, así como si nada? Levantó las cejas con expresión de sorpresa.
- Claro que soy exigente. Hay que ser exigente y no conformarse con cualquier cosa, menos cuando puedes permitirtelo. Es vulgar tener lo que puede tener todo el mundo, hay que hacer valer el dinero, las influencias y la posición social. Y aún así, mira donde estoy. – dejó escapar un teatral suspiro, como si estar ahí sentada con él fuera un gran sacrificio, manteniendo la expresión cuando él habló de verle desnudo – Si quisiera verte desnudo te lo diría directamente, porque estoy acostumbrada a pedir lo que quiero y a obtenerlo.
Pero aquello no era estrictamente verdad, al menos en lo que se referia a chicos desnudos. Claro que tenía experiencia pero la intimidad con los del sexo opuesto siempre era complicada, primero porque debía burlar toda la seguridad que solía traer con ella y segundo porque nunca sabía hasta que punto querían aprovecharse de ella y de su posición social.
- ¿Vamos a cenar vino? ¿Sólo vino? No voy a emborracharme si es eso lo que pretendes, y seguirás debiendome la apuesta. – dijo, sentándose erguida, con expresión digna.
¡Claro que no bebería más de la cuenta! ¡Ella tenía una reputación que mantener y debía permanecer consciente de todo lo que hacía y decía, en especial en público! No correría el riesgo de que la compararan con la vulgar de Karoline.
Mina U. King- Realeza
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Re: ¿Apostamos? [Lance]
"Opinión publica...." No se porque pero pienso que ella y Kira se llevarían de maravilla. -Pero ¿En serio solo quiere ser el reflejo de lo que Panem quiere que sea?- Sentí como mi rostro se contrajo, mi pregunta era seria y directa pero esto no debía perdurar mucho ya que seria obvio que no estoy de acuerdo con mi gobierno y aun no puedo ni tengo muy bien claros mis ideales. -Debe soltarse mas...- Mi sonrisa volvió a aparecer y por ultimo susurre. -No puede quedarse ahí fingiendo algo que no es.- Por una parte la Princesa me provoca algo raro creo que Sean le llama Pena, tiene que obedecer a su padre en todo lo que el diga y no solo eso sino que tambien esta condenada a ser la mujer dorada de Panem. -Apuesto a que esta rompiendo miles de reglas al estar conmigo en este momento...Y apuesto todo a que lo esta disfrutando.-
-En realidad no me importa...- Es divertido que hablen de ti porque la gente parece interesarse mas pero cuando uno de mis hermanos es quien esta regando mis gustos me ofende "Como siempre solo cuento conmigo mismo." Aunque en este caso fue divertido ya que la Princesa parece batallar para ver cual es mi naturaleza.
-Finja lo que quiera y siéntase afortunada porque el puesto en el que esta ya estaba ocupado esta noche.- Mi mueca se volvió retorcida, parte de mi deseaba hacerla enojar un poco. -Siendo sincero no pensé que fuera tan exigente pero viniendo de usted no me sorprende.- Voltee mis ojos y fingí aburrimiento al momento de verla suspirar. -Pretenderé que le creo.- No soy un perro sin hogar si no mal recuerdo soy mas adicto a las apuestas que andar atrás de faldas como todo el mundo cree ¿Tengo la culpa de ser acosado? -Y por cierto aunque me pidiera lo que quisiera no se lo daría.- Le guiñe el ojo y me relaje en la silla en la que me encontraba, lleve una mano a mi cabeza y despeine mas mi cabello. Me recuerda un poco a Nahla pero la Princesa no era tan mimada como la menor de los Kubler, ella es un horror no puedo creer que seamos mellizos.
-Arg ¿En algún momento mencione que esta fuera su cena?- Es un poco fácil sacarme de quicio y ella lo había logrado al igual que mis hermanos hoy temprano. -Traerán su comida en unos pocos minutos.-Dije con mi tono enojado. -Y ademas ¿Que hay de malo de embriagarse?- Tome la copa y me serví aquel liquido rojizo. -¿Que tal si me das tu nombre y nos dejamos con estos jueguitos, no se tu pero ya me canse del termino Princesa ya lo hago mucho en casa...- Di un sorbo a mi copa y continué mirándola desafiante, no me iría con las manos vacías esta noche eso ya estaba decidido.
-En realidad no me importa...- Es divertido que hablen de ti porque la gente parece interesarse mas pero cuando uno de mis hermanos es quien esta regando mis gustos me ofende "Como siempre solo cuento conmigo mismo." Aunque en este caso fue divertido ya que la Princesa parece batallar para ver cual es mi naturaleza.
-Finja lo que quiera y siéntase afortunada porque el puesto en el que esta ya estaba ocupado esta noche.- Mi mueca se volvió retorcida, parte de mi deseaba hacerla enojar un poco. -Siendo sincero no pensé que fuera tan exigente pero viniendo de usted no me sorprende.- Voltee mis ojos y fingí aburrimiento al momento de verla suspirar. -Pretenderé que le creo.- No soy un perro sin hogar si no mal recuerdo soy mas adicto a las apuestas que andar atrás de faldas como todo el mundo cree ¿Tengo la culpa de ser acosado? -Y por cierto aunque me pidiera lo que quisiera no se lo daría.- Le guiñe el ojo y me relaje en la silla en la que me encontraba, lleve una mano a mi cabeza y despeine mas mi cabello. Me recuerda un poco a Nahla pero la Princesa no era tan mimada como la menor de los Kubler, ella es un horror no puedo creer que seamos mellizos.
-Arg ¿En algún momento mencione que esta fuera su cena?- Es un poco fácil sacarme de quicio y ella lo había logrado al igual que mis hermanos hoy temprano. -Traerán su comida en unos pocos minutos.-Dije con mi tono enojado. -Y ademas ¿Que hay de malo de embriagarse?- Tome la copa y me serví aquel liquido rojizo. -¿Que tal si me das tu nombre y nos dejamos con estos jueguitos, no se tu pero ya me canse del termino Princesa ya lo hago mucho en casa...- Di un sorbo a mi copa y continué mirándola desafiante, no me iría con las manos vacías esta noche eso ya estaba decidido.
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Re: ¿Apostamos? [Lance]
- Estoy rompiendo más normas de las que imaginarías al estar aquí contigo, pero digamos que no es tan malo como esperaba... Así que mi presencia aquí contigo en contra de todo lo que se supone que debo hacer deja claro que no quiero ser sólo un reflejo de lo que Panem espera de mi.
Por dios, ella era Mina King, que no dejaba que nadie le dijera nunca lo que tenía que hacer. Ni aunque ese alguien fuera la comunidad de Panem que parecía tener una idea muy concreta de lo que debía ser su princesa, una joven que siempre debía verse perfecta, acataba las normas y nunca hacía nada que pudiera considerarse escandaloso...
De igual forma, si alguien tenía planes con alguien y ella se cruzaba en su camino, esperaba que esos primeros planes quedaran automaticamente cancelados, por eso simplemente se encogió de hombros cuando Lance le confesó que su sitio era de otra aquella noche. Tampoco la sorprendía que alguien guapo como él no la hubiera estado esperando en exclusiva.
- No estés tan seguro... Tengo muchos recursos cuando se trata de conseguir lo que quiero. – agregó con una sonrisa que pretendía ser inocente, pero ya coqueteando abiertamente con él. Si iba a ir directamente al infierno, ¿porque no hacerlo bien? Podría sacar el tipo de comportamiento que era más típico de alguien como su horrible hermanastra que de ella, que siempre había sido más refinada y discreta. Pero una noche era una noche, y como él lo había dicho iba a disfrutarlo.
Lo miró con ambas cejas alzadas cuando le preguntó que había de malo en embriagarse. Bueno, no es que ella fuera una experta en el tema, pero si las veces que había visto llegar a su hermanastra de buena mañana, luciendo horrible y hablando más estúpida de lo normal significaban algo, beber más de la cuenta no debía ser algo tan bueno. Así que desconfiaba de la bebida. Claro que lo hacía.
- No doy el nombre a cualquiera, pero supongo que te ganaste el derecho a conocerlo por invitarme a cenar. Soy Mina, aunque creía que todos lo sabían. Veo que eres una excepción para todo.
Algo le decía que a Lance le importaba lo mismo que fuera de sangre real que si la comida que les irían a servir no era del todo fresca. Quizás debería haberse levantado en ese momento e irse de vuelta a la Torre de Babel, pero algo le decía que aquella noche había tenido suerte de dar con alguien que le daría exactamente lo que quería. Una noche como si no fuera la princesa de Panem, mostrándole como podía ser realmente la vida.
Y seguramente ese vino sería una buena forma de empezar. Tomó la copa que había frente a ella y dio un sorbo pequeño. Algo era algo para empezar... ¿no?
- ¿A quien llamas princesa en tu casa? Dudo que a Kira le guste mucho ese apodo... – dijo, pensando que princesa no pegaba del todo cuando se trataba de la jefa de seguridad a la que ella conocía.
Por dios, ella era Mina King, que no dejaba que nadie le dijera nunca lo que tenía que hacer. Ni aunque ese alguien fuera la comunidad de Panem que parecía tener una idea muy concreta de lo que debía ser su princesa, una joven que siempre debía verse perfecta, acataba las normas y nunca hacía nada que pudiera considerarse escandaloso...
De igual forma, si alguien tenía planes con alguien y ella se cruzaba en su camino, esperaba que esos primeros planes quedaran automaticamente cancelados, por eso simplemente se encogió de hombros cuando Lance le confesó que su sitio era de otra aquella noche. Tampoco la sorprendía que alguien guapo como él no la hubiera estado esperando en exclusiva.
- No estés tan seguro... Tengo muchos recursos cuando se trata de conseguir lo que quiero. – agregó con una sonrisa que pretendía ser inocente, pero ya coqueteando abiertamente con él. Si iba a ir directamente al infierno, ¿porque no hacerlo bien? Podría sacar el tipo de comportamiento que era más típico de alguien como su horrible hermanastra que de ella, que siempre había sido más refinada y discreta. Pero una noche era una noche, y como él lo había dicho iba a disfrutarlo.
Lo miró con ambas cejas alzadas cuando le preguntó que había de malo en embriagarse. Bueno, no es que ella fuera una experta en el tema, pero si las veces que había visto llegar a su hermanastra de buena mañana, luciendo horrible y hablando más estúpida de lo normal significaban algo, beber más de la cuenta no debía ser algo tan bueno. Así que desconfiaba de la bebida. Claro que lo hacía.
- No doy el nombre a cualquiera, pero supongo que te ganaste el derecho a conocerlo por invitarme a cenar. Soy Mina, aunque creía que todos lo sabían. Veo que eres una excepción para todo.
Algo le decía que a Lance le importaba lo mismo que fuera de sangre real que si la comida que les irían a servir no era del todo fresca. Quizás debería haberse levantado en ese momento e irse de vuelta a la Torre de Babel, pero algo le decía que aquella noche había tenido suerte de dar con alguien que le daría exactamente lo que quería. Una noche como si no fuera la princesa de Panem, mostrándole como podía ser realmente la vida.
Y seguramente ese vino sería una buena forma de empezar. Tomó la copa que había frente a ella y dio un sorbo pequeño. Algo era algo para empezar... ¿no?
- ¿A quien llamas princesa en tu casa? Dudo que a Kira le guste mucho ese apodo... – dijo, pensando que princesa no pegaba del todo cuando se trataba de la jefa de seguridad a la que ella conocía.
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Re: ¿Apostamos? [Lance]
-Muy tierno Princesa, pero no me tiene que demostrar nada a mi.- Cuando el idiota de Sean no encuentra mas formas para molestarme siempre pone las noticias de Panem y regularmente hablan de la realeza, la realeza y la realeza como cosa extraña. La princesa blablabla aquí y blablabla haya, un ejemplo para toda capitolina o capitolino con un sentido femenino despierto. -Tal vez me equivoque no es lo que Panem quiere pero ¿Esta segura que usted es quien quiere?- Quiero saber esa respuesta, me esta matando de curiosidad de algún modo, nunca pensé que encontrar a la princesa seria un poco divertido.
¿Que haría si fuera Rey de Panem? No eso es muy ridículo de pensar mejor ideare formas de como ser un mejor modelo a seguir capitolino tal vez entendería la presión que tiene esta familia"Pfff....." Tenia que reírme pero no podía hacerlo enfrente de ella se que soy un maldito pero no deseo faltarle el respeto a la Princesa.
Mis comentarios no parecían importarle y eso no me enojaba mas bien me daba mas oportunidades de demostrarle lo elocuente que puedo llegar a ser, al menos la querida princesa no era como mis dos hermanos, ambos sabían como enojarme seguramente ella entendería que era tener hermanos ya que según se tiene unos cuantos pero nunca nadie del capitolio sabrá que se siente tener mellizos...mellizos odiosos que desde el vientre has estado batallando contra ellos.
Su comentario me tomo por sorpresa, sonreí mostrandole mi blanca dentadura. -Humm y dígame ¿Que es lo que quiere?- Su sonrisa solo me hacia pensar en algo: la princesa deseaba jugar sucio. No podría aprovecharme de ella no por el echo de que es la princesa, no. Sino porque no lo se, que su hermano me corte un brazo y me haga desaparecer no es algo en mis planes pero tampoco me asusta. -Es difícil resistirse a mi Princesa pero créame cuando le digo que no debe meterse a mas problemas.- Kira me dijo una vez que no soy precisamente la mejor persona del capitolio y...hay no me acuerdo a que iba su regaño son tantos que recibo a fin de mes que siento que todos se tratan de lo mismo.
Aunque debía admitir algo eso de los "Recursos"me intrigaba ¿A que se refería? Supongo que es el poder de niña mimada del capitolio poder que comparte con Nahla obviamente "Ughh..."
El mundo tiene un problema con el alcohol o ¿Es que soy yo? Nahh, imposible yo estaba en lo correcto cuando tentaba mi resistencia todas las noches, como dije una vez "Me gusta sentirme como un muerto viviente" Y como Sean y sus comentarios de colores yo entiendo los míos.
¿Yo la invite a cenar? Pensé que esto era una apuesta. - Le pique nuevamente, pero bien estaba en lo correcto si algo se desde mis 19 años es que regla Numero 01 jamas uses palabras formales como "cita" o "invitación"
Claro ¿Como olvidarle? "Mina..." -Sip estas en lo correcto Mina soy una excepción para todo pero ¿Que puedo hacer? Soy único en mi clase y es algo que tengo que mantener. - No era mi intención decirle indirectamente que no sabia quien era pero la verdad es que desde hace bastante que olvido muchas cosas y bueno es normal para mi no veo que perdida de memoria a corto plazo sea algo de que preocuparse. -M I N A...Hum suena bien mejor que decirte princesa.- Mas cómodo, tome un trago de mi copa y no pude evitar el echo de suspirar, extrañaba las bebidas fuertes pero no me quejaría despues de todo prometí estar lo mas sobrio posible para el vasallaje.
-Haja, entonces si tomas- Dije mientras observaba como tomaba de la copa que contenía vino. -Tenga cuidado princesa puede ser muy...Vulgar para usted.- Levante mis hombros y continué bebiendo, mis intenciones no eran que Panem se enterara de que Lance Kubler ha enviado a la princesa a un vació sin fondo...
-No hables del diablo porque puede aparecer.-Sonreí y mire a los lados dramatizando lo que había mencionado segundos atrás ¿Kira princesa? Prefería eso a Nahla o eso creo...-Mi princesa es otra su nombre es Nahla y es la mas malcriada que conozco aunque usted hace una buena competencia Mina.- Supongo que Mina ya sabia que dentro de los Kubler habitaba otra chica que era el dolor de cabeza de todos, no quisiera apostar mi libertad con Monet pero si continua retándome a como lo hace, lo haré aunque sabiendo que si pierdo llegare a ser su esclavo...-Es mi hermana melliza creo que tal vez te la presente apuesto a que serian buenas amigas.-
¿Que haría si fuera Rey de Panem? No eso es muy ridículo de pensar mejor ideare formas de como ser un mejor modelo a seguir capitolino tal vez entendería la presión que tiene esta familia"Pfff....." Tenia que reírme pero no podía hacerlo enfrente de ella se que soy un maldito pero no deseo faltarle el respeto a la Princesa.
Mis comentarios no parecían importarle y eso no me enojaba mas bien me daba mas oportunidades de demostrarle lo elocuente que puedo llegar a ser, al menos la querida princesa no era como mis dos hermanos, ambos sabían como enojarme seguramente ella entendería que era tener hermanos ya que según se tiene unos cuantos pero nunca nadie del capitolio sabrá que se siente tener mellizos...mellizos odiosos que desde el vientre has estado batallando contra ellos.
Su comentario me tomo por sorpresa, sonreí mostrandole mi blanca dentadura. -Humm y dígame ¿Que es lo que quiere?- Su sonrisa solo me hacia pensar en algo: la princesa deseaba jugar sucio. No podría aprovecharme de ella no por el echo de que es la princesa, no. Sino porque no lo se, que su hermano me corte un brazo y me haga desaparecer no es algo en mis planes pero tampoco me asusta. -Es difícil resistirse a mi Princesa pero créame cuando le digo que no debe meterse a mas problemas.- Kira me dijo una vez que no soy precisamente la mejor persona del capitolio y...hay no me acuerdo a que iba su regaño son tantos que recibo a fin de mes que siento que todos se tratan de lo mismo.
Aunque debía admitir algo eso de los "Recursos"me intrigaba ¿A que se refería? Supongo que es el poder de niña mimada del capitolio poder que comparte con Nahla obviamente "Ughh..."
El mundo tiene un problema con el alcohol o ¿Es que soy yo? Nahh, imposible yo estaba en lo correcto cuando tentaba mi resistencia todas las noches, como dije una vez "Me gusta sentirme como un muerto viviente" Y como Sean y sus comentarios de colores yo entiendo los míos.
¿Yo la invite a cenar? Pensé que esto era una apuesta. - Le pique nuevamente, pero bien estaba en lo correcto si algo se desde mis 19 años es que regla Numero 01 jamas uses palabras formales como "cita" o "invitación"
Claro ¿Como olvidarle? "Mina..." -Sip estas en lo correcto Mina soy una excepción para todo pero ¿Que puedo hacer? Soy único en mi clase y es algo que tengo que mantener. - No era mi intención decirle indirectamente que no sabia quien era pero la verdad es que desde hace bastante que olvido muchas cosas y bueno es normal para mi no veo que perdida de memoria a corto plazo sea algo de que preocuparse. -M I N A...Hum suena bien mejor que decirte princesa.- Mas cómodo, tome un trago de mi copa y no pude evitar el echo de suspirar, extrañaba las bebidas fuertes pero no me quejaría despues de todo prometí estar lo mas sobrio posible para el vasallaje.
-Haja, entonces si tomas- Dije mientras observaba como tomaba de la copa que contenía vino. -Tenga cuidado princesa puede ser muy...Vulgar para usted.- Levante mis hombros y continué bebiendo, mis intenciones no eran que Panem se enterara de que Lance Kubler ha enviado a la princesa a un vació sin fondo...
-No hables del diablo porque puede aparecer.-Sonreí y mire a los lados dramatizando lo que había mencionado segundos atrás ¿Kira princesa? Prefería eso a Nahla o eso creo...-Mi princesa es otra su nombre es Nahla y es la mas malcriada que conozco aunque usted hace una buena competencia Mina.- Supongo que Mina ya sabia que dentro de los Kubler habitaba otra chica que era el dolor de cabeza de todos, no quisiera apostar mi libertad con Monet pero si continua retándome a como lo hace, lo haré aunque sabiendo que si pierdo llegare a ser su esclavo...-Es mi hermana melliza creo que tal vez te la presente apuesto a que serian buenas amigas.-
Lance S. Kubler- Capitolio
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